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16 julio 2022

RUTA 8 (I) . VALL DEL NOGUERA CARDÓS. Puentes románicos. Sta. Eulàlia de Can Serra. BOLDÍS SOBIRÀ. BOLDÍS JUSSÀ


Las rutas 8 y 9 recorren en dos días el valle del Noguera Cardós. El considerado valle de los puentes románicos.

Durante el acceso visitaremos los pueblos del municipio de Lladorre: Boris Sobirà y Jussà, y por el camino a ellos los puentes románicos de Cassibrós y Lladrós, y la ermita románica de Santa Eulalia de Can Serra (Ruta 8 -I-)

Seguidamente seguiremos ascendiendo por la cuenca del río Tavascan (Ruta 8 -II-) identificando los espectaculares entornos naturales que los rodean, llegaremos a la estación de esquí Tavascan, desde la que caminaremos hasta el Mirador de Corbiu.

Después de almorzar en el refugio de la Pleta del Prat recorreremos los cuatro pueblos restantes del Municipio de Lladorre: Lladorre y Lleret, (R 8 -III-) y Aineto y Tavascan (R 8 -IV-),  lugar éste en el que dormiríamos.


El Valle del Noguera Cardós 

La subcomarca cuenta con tres municipios: Vall de Cardós (8 pueblos) teniendo capitalidad Ribera de Cardós, Esterri de Cardós (4 pueblos) y Lladorre (6 pueblos). A este último le dedicaremos el día en la presente ruta.

Nuestra intención era llegar alrededor de las once a la Pleta del Prat, para dedicar un par de horas al senderismo y almorzar en el refugio, por lo que decidimos en las casi tres horas que contábamos, hacer algunas paradas por el camino. 

El Valle del Noguera Cardós  es denominado el valle de los puentes románicos. En la actualidad aún se mantienen en pie cuatro. 

Ascendiendo visitaremos tres, el de Borito (Lladorre) lo haríamos por la tarde.

A unos 10 Km de Llavorsí, a un Kiómetro pasado el pueblo de Ribera de Cardós y trescientos metros antes de llegar al cruce del pueblo de Cassibrós, encontraremos el puente que desde el medievo posibilitó cruzar el río. 

Se tiene que aparcar a unos cincuenta metros a la derecha, antes de divisar el puente.

                  Puente románico de Cassibrós 

Su buen estado ha sido fruto de continuos trabajos de conservación. El puente, con paso de doble bajante, es de una arcada de medio punto ligeramente rebajada, asentada directamente sobre las rocas dispuestas a cada lado del río. Está dovelado el arco con piedra pizarrosa delgada, desbastada y alargada dispuesta a modo de hojas de libro.

El resto de la construcción es de piedra pizarrosa irregular más pequeña. El pretil parece recientemente restaurado.Tiene un ancho de 2’5 m, una longitud de 12 m y siete metros de altura sobre el agua.


Continuamos el tránsito con la intención de hacer la primera pequeña excursión para ver en el segundo puente románico del valle: “El Pont de Lladrós”, dispuesto delante de la ermita de la “Mare de Déu del Pont”.


A las 8:40 h. aparcamos el coche en la parte más noreste de Lladrós, casi saliendo del pueblo. A unos cincuenta metros está el sendero que en veinte minutos caminando te conduce al Camping de Can Serra, a mitad camino se encuentra el puente y la ermita.



“Mare de Déu del Pont” y el Puente de Lladrós


Es un pequeño santuario del siglo XVIII, situado al noreste del pueblo de Lladrós y a la izquierda del río Lladorre, delante del puente románico.


Para su fiesta patronal, Sant Isidre, se realiza una concurrida romería. Según la tradición la “Mare de Déu del Pont” protege especialmente a las parteras.


El antiguo puente de 9 m. de largo, 2,5 m de ancho y 8 m, de altura, es de un arcada de medio punto adovelado por largas cuñas de piedra pizarrosa y de doble bajante, en la actualidad tiene la parte superior cimentada y ampliada a 3,2 m. de ancho. Dada las diferentes reformas se hace difícil discernir con precisión su datación.



Si continuamos por el camino de tierra hacia el camping, encontraremos una zona de picnic al lado del río, a unos cincuenta metros a la derecha se sitúa la fuente de la Ventosa.



Formando parte de los límites fronterizos entre el municipio de Vall de Cardós con los del Municipio de Lladorre, en este lado se encuentra la “medicinal” fuente de azufre, pero no la supimos encontrar.


Continuamos la marcha por carretera cuando el reloj señalaba las 9:25 h. Quinientos metros después, una vez nos incorporamos al municipio de Lladorre, encontraremos a la derecha la entrada, cruzando el río, del camping Can Serra

El pequeño y florido camping, con una valoración de los usuarios de 9,4, dispone de bungalows y caravanas. También oferta una casa rural en la antigua casa de Can Serra y un apartamento en sus proximidades.


Nos incorporamos por dentro del parquing, orientándonos hacia la izquierda paralelos al río llegamos a los límites del camping, recibiéndonos una señal que indicaba el estar incorporándonos a una propiedad privada.

 

Sin pretender aparcar dentro del conjunto de edificaciones que componen Can Serra, lo hicimos a unos doscientos metros de la ermita.


Un motorista del camping nos había seguido y amablemente nos inquirió sobre nuestro destino, ya que estábamos en territorio particular.

Le manifestamos el interés por conocer la ermita y anunciamos pronta la partida una vez visitada. Con ello se sintió satisfecho, nos señaló el camino correcto de acceso y nos deseó un buen día.



Santa Eulalia de Can Serra


Se cree que en su origen fue una casa visigoda, convertida a partir del siglo XI en la masía de Can Serra.


Un siglo después se haría la reforma sobre un primer templo de origen prerrománico, añadiéndole el ábside y la portada. Pasando a partir de entonces a ser la iglesia particular de esta casa, con el correspondiente y exclusivo cementerio familiar.


El lugar de Can Serra, igual que la mayor parte de los pueblos de la Vall de Cardós, figura con entidad propia en el acta de consagració en 1146 de l'església de Sant Martí de Cardós o del Pui, con la consecuente participación en la contribución anual de grano.



En 1314 Santa Eulalia tenía categoría parroquial, pero en la relación de iglesias y ermitas del Decanato de Cardós no consta. En 1738 aparece dependiente de Lleret. En el plan parroquial de 1904, la capilla se integraría a Sant Martí de Lladorre.


El templo consta de una sola nave, cubierta por una estructura de envigado de madera con techo a dos aguas cubierto de pizarra, está ampliado a levante por un ábside semicircular con bóveda de cuarto de esfera, precedido por un arco presbiterial.



La sillería dispuesta de forma horizontal es de oscura y ligeramente desbastada piedra pizarrosa, intercalando en algunas zonas grandes cantos de río; en el muro de poniente, siendo excepción, hay dos hiladas de grandes cantos de río en la base.


La fachada noroeste la culmina una gran espadaña con un amplio arco de medio punto ligeramente apuntado y dovelado, luciendo con dintel de madera en “T” dos campanas.


A medio cuerpo de esta fachada podréis observar una franja de “opus spicatum”, dada la situación en la que se ubica y aunque algunos le adjudican una función meramente decorativa, recordamos que en el prerrománico se utilizan para dar fuerza al muro, en este caso soportando la robusta espadaña.


La puerta se dispone en la fachada sur. Está formada por un arco de medio punto ligeramente rebajado, adovelado y rodeado por un guardapolvo apoyado en impostas. Todo está realizado con corte fino sobre una pulida y blanca piedra granítica, lo que hace que destaque de la fachada 



En la fachada sur hay una aspillera y en el ábside dos amplios vanos con arcos de medio punto dovelados, en la actualidad cegados. Lo que me hizo intuir que la luz natural que ilumina el templo hoy debe ser mínima.


Según supimos, en el interior se conservan pequeños vestigios de pintura mural en las jambas del arco presbilateral.

Sobre el altar, hay un pequeño retablo renacentista de Santa Eulalia (siglo XVII) de madera policromada.


En 1959, el párroco Josep Freixa hizo firmar a la familia un documento, por el que cedían el retablo para su restauración. Lo devolvieron, pero no sería el original, ni estaría completo.

El Museo de Arte Nacional de Cataluña (MNAC) conserva el altar completo, formado por cuatro tablas.


Durante años se han celebrado fiestas familiares: bautizos, comuniones, bodas … Pero también desde hace varios veranos, se celebra el llamado Aplec de Santa Eulalia, una fiesta familiar con un amplio programa de actos para pequeños y mayores.


Retomamos la marcha por carretera, pronto avistaríamos el campanario de la iglesia de Sant Martí de Lladorre, bajo sus pies circularíamos una vez cruzado el río en dirección al pueblo más alto de la Vall de Cardós: Boldís Sobirà a 1480 msnm.




Los dos milenarios pueblos de Boldís


Joan Coromines considera que el nombre “Buslis” procede de raíz iberovasca y su significado, sin poderlo precisar, hace referencia a un elemento hidrográfico. 


Los dos pueblos (Sobirà y Jussà) están documentados conjuntamente por primera vez en l'acta de consagració de Santa Maria de la Seu d'Urgell, con el nombre de "Buslis superiore atque subteriore".


En 1121 vuelven a ser citados juntos en el juramento de filedidad “dels Homes de Cardós” que hicieron con Sant Ot, obispo de Urgell. En 1136 aparecerían en el testamento de Arnau de Prenyanosa y una década después en la consagración de Sant Martí de Cardós o de Pui.


En la visita pastoral de 1314, la parroquia de Boldis Sobirà se mantenía como parroquia independente. En el siglo XV pasaría a depender de Sant Pere de Boldís Jussà.


Hasta finales del siglo XV, siendo parte de la “Vall de Cardós”, estaría gobernada por los condes del Pallars Sobirà, al perder la soberanía condal pasaría a manos del marquesado de los Cardona y después a su heredera Casa Medinaceli.


En 1553 los dos Boldís declaran conjuntamente 5 fuegos laicos y 1 eclesiástico, reuniendo  alrededor de 40 habitantes. 


Tres siglos después, conjuntamente agrupan 30 fuegos agrupando 154 habitantes. En tierras montañosas, pedregosas y de baja calidad, rodeadas de altas montañas desprovistas de bosques desde sus faldas, se producía centeno, cebada, patatas y hortalizas, frutas, heno y pasturas. Se criaba ganado vacuno y ovino. Había caza de perdices blancas y rojas, conejos, liebres y rebecos.


La despoblación en el siglo XX seguiría la misma tónica que todo el municipio de Lladorre, nos explayaremos de ello en el siguiente post de esta ruta.



Las prácticas milenarias de estos pueblos, igual que el resto del municipio de Lladorre, fue la ganadería extensiva de vacas, yeguas y ovejas. En la actualidad continúa siendo la actividad agropecuaria la principal fuentes económica.


La zona de Boldissos, está considerada una de las mejores planicies ganaderas de la comarca.

Durante la segunda quincena de mayo se iniciaba el pastoreo vacuno y caballar, así, desde las Bordas de Folguero el ganado ascendía hasta los 2000 m.


De mediados de junio hasta mediados de julio, subían a los 2200 m del “Pla de Monterenyo”. Después ascenderían a la collada de Boldís, límite con el término d’Àreu de la Vall Ferrera.


A principio de agosto se entraba en territorio de Selves y a mediados de setiembre se iniciaba el viaje a la inversa, regresando a finales de octubre al pueblo, con el ganado preparado para ser trasladado a las ferias.



A dos kilómetros de Boldís Sobirà, continuando por la calzada por la que se accede, se encuentran las Bordas de Folguero, un ejemplo de esos conjuntos de Bordas que durante meses podían formar una aldea, aunque careciesen de iglesia.


Dedicaremos la nota final del próximo post, a la importancia de las Bordas en el desarrollo económico de los pueblos del alto Pirineo.


Bordes de Folguero. mapa topográfico del ICGC 

También hay que decir que si el asfalto y la electricidad llegaron tarde a la Vall de Cardós, más tarde lo hizo en el municipio de Lladorre, siendo Boldís Sobirà y Jussà los últimos en beneficiarse. Al menos hasta 2022 el wifi no había llegado al pueblo (desconozco la situación actual).


Quiero decir que su aislamiento histórico, hace que estemos hablando de los pocos lugares que   aún perdura la tradición, no tan solo en la ganadería transhumante, sino en un modo de vida, conservador de sus tradiciones, incluso de sus supersticiones. Quizás por todo ha posibilitado preservar sus retablos barrocos (prácticamente hoy desnudas las paredes de la mayoría de las iglesias de la comarca), sus sendas, oratorios, ermitas, bordas…


En su respeto, dedicamos la nota final de este post a una leyenda dedicada al orgullo pallarés: su honestidad, y otra que nos recuerda la universalidad de muchos cuentos. El escritor Pep Coll ha recogido varias de estas leyendas.



BOLDÍS  SOBIRÀ


El pueblo, situado en la cabecera del valle del río Sant Miquel y en el ancestral camino ganadero que unía el valle de Cardós con la “Vall Ferrera”, forma parte en la actualidad de la senda transpirenaica GR11.


Aparcamos al final del pueblo, en la parte baja, observando sobre el coche varios cerezos salvajes. 



La carretera continúa, aunque en peor condiciones, en dirección a las Bordas de Folguero, de las que antes hablamos. 


En dirección contraria, una escalera de piedra nos invita a ascender, por la que se diría que es la calle central que divide el pequeño poblado.


Boldis Sobirà se incorpora al siglo XXI con los mismos habitantes y proporción de género: 9 hombres y 7 mujeres que mantiene en 2023.


La Fiesta Mayor la celebran el cuarto fin de semana de septiembre.

La Fiesta patronal “Sant Fruitòs es el 21 de Enero.











Alojamiento rural


Nada más ascender, pasando las primeras construcciones, encontraremos a la derecha la única edificación posterior al siglo XIX: La Perxada de Ticó.

Fue construida en 2012 sobre un antiguo pajar, ubicándose en su interior dos apartamentos (para 4 personas cada uno) de turismo rural. Tiene una valoración alta de 9,6.


Aunque evidentemente destaca del resto de casas del pueblo, tiene el valor de haber guardado las formas con la arquitectura tradicional, utilizando la piedra de la zona para las fachadas exteriores y una cálida decoración interior de madera, uniendo modernidad y tradición.

Los dueños son ganaderos de la raza autóctona de caballo pirinaico catalán. Podréis disfrutar de la compañía de estos animales desde mediados de otoño a mediados de primavera, en el resto del año tendréis que acceder a los altos prados, si los queréis ver.


Si hay una cosa que todos los usuarios destacan es la belleza y paz del entorno, en el que andar sin wifi puede ser más una bendición que una carencia.



Llegamos a un espacio a modo de plaza, el bonito empedrado con grandes y pulidas losas de piedra pizarrosa, luce en el centro una estrella blanca de seis puntas; a la derecha se alza la parroquia del pueblo.

Sant Fruitós o Fructuós de Boldís Sobirà.


San Fructuoso de Tarragona, santificado obispo quemado en el anfiteatro de Tarragona en el año 259 d.C. junto a sus diáconos Eulogio y Augurio. Son los primeros mártires españoles documentados por un testimonio presente. Fue muy extendida por toda Cataluña su advocación en el bajo medievo.


Sobre un templo (se cree románico) se levantó en 1817 este edificio barroco con un guiño austero al neoclásico en el campanario, singularidad que veréis repetirse en el resto de iglesias parroquiales del valle.


Consta de una sola nave con capillas laterales, cabecera rectangular y tejado a tres aguas.


El campanario es de planta cuadrada en la parte inferior y ochavado irregular en la superior. 

En la parte superior de la segunda planta, muestra cuatro grandes vanos rectangulares. La circundan tres molduras en la segunda planta y bajo el alero del tejado del campanario y de la nave, hay un friso compacto de molduras en escalada degradación. Aún mantiene el campanario los dos pisos interiores y las escaleras de madera para su acceso.


Cubre el campanario una pirámide octogonal con inflexión baja hacia la base, recubierta con pulidas y rectangulares losas de pizarra. Lo corona una bonita cruz de metal.


La sencilla puerta rectangular de entrada, con un marco blanco, tiene encima un óculo también con marco blanco, en este caso circular.


 Los muros aún soportan en gran parte el enlucido de un suave rosa en su origen, ahora tiende  al siena.



Su interior muestra las bóvedas de lunetas sobre tres arcos torales de medio punto azules celestes, descansando en columnas azul marino.


Guarda dos retablos de madera prolicromados de antiguas Casas particulares de Borís Sobirà, uno es de 1703 y el otro de 1711.


El espacio central está una gran imagen de Sant Fruitós o Fructuós, lo franquean dos ángeles tocando la guitarra y dos más por encima mostrando los brazos abiertos; arriba en el centro otro querubín anuncia la fecha de ejecución del retablo:1711. 


En hornacinas más pequeñas y separadas por columnas salomónicas se muestran las imágenes de Sant Miquel i de Sant Sebastià.



En la capilla lateral izquierda se conserva el otro retablo, con seis hornacinas, presidido por un crucifijo cercano a Sant Fruitós en la parte superior. El inferior lo preside la Mare de Déu del Roser con el niño en los brazos, la flanquean Sant Isidre a la derecha y Sant Roc a la izquierda.


En la primera capilla lateral derecha se puede observar  otro pequeño retablo de la imagen de la Mare de Déu dels Dolors.


Al lado derecho de la entrada hay una pica beneitera de piedra, en un armario cercano se guarda la pica bautismal.



Continuamos el paseo hacia la parte alta. Apreciar los pocos caserones en relación con la cantidad de pajares, porches, establos y cobertizos… la mayor parte en apariencia abandonados y unos pocos señalando ruina.


La sensación es de estar en un pueblo humildemente cuidado, con la tradicional funcionalidad, pero sin ser ajenos al mundo moderno, aunque carezcan de wifi por ahora.

De todas formas, aunque parece haber menguado la dureza de los inviernos, la vida debe continuar siendo bastante ruda y aislada durante meses.



Senderismo desde Boldís


Boldís (los dos pueblos) están en el camino de la GR11 de Tavascan a Àreu. 17 Km, de dificultad técnica moderada pero con un desnivel positivo de 1128 m.


Sus propuestas de senderismo son múltiples, aquí os anuncio las más populares y os remito a algunas propuestas de Wikiloc.


La ruta de senderismo más próxima, fácil, familiar y de solo 4 Km. entre ir y volver necesitaremos hora y media de marcha, son las Bordes de Folguero, de las que ya hablamos antes.


Uno de las espectaculares ascensiones es al mirador del Bosc, unos seis kilómetros, con un desnivel de 80 m, su grado de dificultad técnica es moderada. Necesitaremos un par de horas para ir y volver. Impresionante sus panorámicas.

La ascensión al Montarenyo (2600 m) por el lago de Estanilles, recorreremos 17 Km, con dificultad técnica moderada y un desnivel acumulado de 1147 m., necesitaremos unas siete horas para hacer esta hermosa ruta circular.

La dura ascensión al Montarenyo,Con 1900 m de desnivel positivo y 24 km. Necesitaremos 13 horas para hacer esta ruta circular.

La ascensión al pico de Tudela (2373 m) tiene también diferentes rutas, la más corta en recorrido lineal, con unos 15 Km. de dificultad técnica moderada, un desnivel acumulado de 845 m. y necesitando unas cinco horas entre ir y volver.

Otra propuesta para ascender al Tudela, un poco más larga, circular, pasando por  Roc Bataller y regresando por la Pleta del coll de Ceps, unos 17 Km, con un desnivel positivo de 1.223, de dificultad técnica moderada y poco más de seis horas de marcha.



Regresamos al aparcamiento, faltaban cinco minutos para las nueve y media de la mañana. A poco menos de un kilómetro y medio, en cinco minutos, llegamos a Boldís Jussà por la zizagueante carretera, aparcamos en la parte baja de la villa.


BOLDÍS  JUSSÀ


El pueblo está situado a 1334 msnm, entre el río Sant Miquel y el río de la Vall. 


Comenzó este siglo reuniendo 22 habitantes. En 2023 se agrupan 19 almas, con la curiosidad de que 14 son mujeres y 5 hombres. Recordemos el contraste con la paridad casi absoluta de sexos en Boldís Sobirà, predominando los hombres: 9 sobre 7.

La Fiesta Mayor la celebran el cuarto fin de semana de junio

La fiesta patronal “Sant Cristófol es el 16 de Enero.




Ascendimos por la calle central, manteniendo casas a cada lado. Por encima hay una segunda calle que corresponde al antiguo camino hacia Boldís Sobirá.


Sorprende encontrar una casa del siglo XVII, llena de transformaciones visibles en la desnuda piedra, pero manteniendo los muros posiblemente más antiguos del pueblo.

























Igual que Boldís Sobirà, las calles planas disfrutan de un bonito y pulido empedrado, mientras que las calles inclinadas tan solo se sitúa la piedra en el centro, teniendo a los lados un cimentado con marcadas hendiduras horizontales. Recordar que la nieve cubre la villa durante un largo periodo del año. Aunque también es verdad que en los últimos años tan solo se reduce a algunas semanas.


Llegamos a Casa Pep, a su lado está el antiguo edificio de la rectoría. Frente a ella y a su derecha podremos contemplar la iglesia parroquial de Sant Pere de Boldís Jussà.



Sant Pere de Boldís Jussà


Considerada Bien Cultural de interés Local,  está agrupada en la actualidad a Santa María de Ribera de Cardós.


Se nombra de forma específica en 1314 en la visita de los delegados del arzobispo de Tarragona a la iglesia de "Sancti Christophori de Buldis d'Avall" perteneciente al decanato de Cardós.


En 1516, la parroquia (se suponen los dos Boldís juntos) pagaba al obispado de la “Seu d’Urgell” la cantidad de tres libras y tres sueldos.

A mediados de ese mismo siglo, siendo declarada Boldís Sobirà sufragánea de Boldís Jussá, su valoración sería de cuatro libras. 

En la visita pastoral de 1758 el titular de l'església de Boldís Jussà es “Sant Pere” apóstol, aunque se conserva “Sant Cristòfol” como patrón, tradición que continúa hasta la actualidad.

(Recuerdo la polémica sobre este inexistente santo en Àreu )



En el muro del campanario se encuentra una “mil.lèsima” con la fecha del 26/04/1664 con el nombre del maestro de las obras: Castre Bernat Sabater.


Unas obras de restauración realizadas en la década de los 90 del siglo XX, encontraron bajo el campanario parte de un muro mucho más antiguo.


Antes de podernos incorporar al interior del templo, a la izquierda encontraréis la puerta que da acceso al cementerio. Sin duda disfruta este campo santo de unas vistas maravillosas, garantizando la paz del alma.



El templo es de una sola nave con capillas laterales y cubierta de bóveda de cañón. En la fachada principal, bajo el piñón del tejado a dos aguas, se abre la puerta con arco ligeramente rebajado y dovelado con losas irregulares de piedra pómez. Tiene encima una “mil.lèsima” con la fecha de 1885, se supone la datación de otra importante reforma.


Se levanta un estilizado y elegante campanario, con un primer cuerpo de base cuadrada por encima del tejado y un segundo cuerpo más corto octogonal. En la parte superior del segundo cuerpo se abren cuatro vanos con arco rebajado adovelado luciendo las campanas. 



Bajo la cornisa de doble imposta se puede apreciar un friso de arcos ciegos sobre una moldura superior. Lo culmina una estilizada cubierta piramidal octogonal con baja inflexión hacia la base, cubierta con pulidas y rectangulares losas de pizarra. 



En el interior, en el frontal del altar se encuentra un retablo barroco de 1703 en madera policromadadividido en tres registros horizontales, en el centro luce la imagen San Cristóbal con el niño a sus espaldas, a la izquierda San Pedro y a la derecha San Pablo.

Encima aparecen Sant Antoni Abat”, San Miguel luchando contra el demonio y el niño Jesús.


En el lateral izquierdo de la nave, hay dos capillas, en la próxima al presbiterio hay un retablo  del siglo XIX dedicado a la “Mare de Déu del Roser” y en la otra un retablo del siglo XVIII del Sant Crist i la Mare de Déu dels Dolors.


En el lateral derecho hay una capilla con otro retablo barroco del siglo XVIII dedicado a Sant Antoni de Pàdua.


Por lo que parece se muestra muy interesante su interior, pero no averiguamos cómo hacerlo.


Sant Pere “vell” de Boldís Jussà


No se dispone de documentación que permita averiguar si la antigua capilla de Sant Pere, situada en ruinoso estado a poco más de 200 m del pueblo, corresponde a la antigua iglesia parroquial de San Cristobal, o si la iglesia actual tiene un origen prerrománico, produciéndose el cambio de titularidad antes de la visita pastoral de 1758.


Aunque está considerado Bien Cultural de interés local, durante casi un par de siglos le ampara el abandono.


Se trata de un templo de una sola nave, se supone de principios del siglo XII, con la puerta de entrada situada en la fachada sur.

A levante se levanta un ábside semicircular presidido por un arco presbiterial. Cuenta con dos vanos con arco de medio punto y doble derrame.


La sillería es de vasta piedra pizarrosa dispuesta horizontalmente con argamasa de arcilla. Los parámetros laterales y el ábside están enlucidos con cal.


Continuamos la visita al pueblo ascendiendo a la parte alta, una moderna fuente de piedra la limitaba.


Un bosque arbustivo nos animaba a incorporarnos a él por una estrecha senda. Supusimos, ya que no había indicadores, que aquella senda formaba parte del antiguo camino antes mencionado que corona la villa.


A poco más de trescientos metros nos podíamos encontrar con Sant Pere “vell” y posiblemente, antes de llegar, tomando dirección noroeste nos dirigiremos al oratorio de “Sant Cristòfol”. 


Pero las dudas orientativas estaban presentes y el tiempo previsto de visita se agotaba, por lo que tan solo recorrimos poco más de cien metros, los suficientes para disfrutar unos minutos de la gran belleza salvaje de su espeso bosque.



Regresamos al pueblo transitando por la calle superior en la que volveremos a encontrar limitando el pueblo un conjunto de unidas edificaciones, era Casa Peret, por lo que observamos nos pareció que era la más grande del pueblo.


Aunque hoy prácticamente tienen los mismos censados los dos Boldís,  pero se sentía el Jussà más completo, posiblemente por un mayor número de casas de segunda residencia. Aunque tampoco nos cruzamos con nadie, habían más casas luciendo modernas rehabilitaciones y el elemento floral estaba mucho más extendido.




Según Google Maps, el pueblo tiene una empresa de estufas de Pellet, pero no la encontramos, ni pudimos saber si tenía relación la empresa con el alto censo de mujeres en relación a los hombres.


Nos despedimos del único ser vivo que nos cruzamos, incluso nos acompañó gran parte del recorrido, supongo que también él buscaba pasear acompañado.






















Senderismo histórico/religioso desde Boldís Jussà


Otra característica, testimonio de supersticiones, fe y tradición, son las capillas que se esparcen por los añejos caminos que pasan por Borís Jussà. 


Por el antiguo camino de Boldís Jussà a Lladròs y Ginestarre, encontraremos la capilla de Sant Antoni de Pàdua.


“La Mare de Déu del Roser”se sitúa por el antiguo camino a Lladorre. 

Las dos se encuentran a unos quince minutos caminando desde Borís Jussà.


La que no podía faltar era la dedicada al gran santo de los viajeros: San Cristóbal. En este caso el oratorio está aislado y elevado a 1330 m. en las cumbres de la sierra de Serralleto.


Unos veinte minutos necesitaréis por la senda de la “Font del Pou”, para encontraros con este oratorio de una sola nave de planta rectangular, construido con piedra pizarrosa y argamasa de cal.


El tejado es a dos aguas cubierto de vasta plancha de pizarra. Tiene una gran hornacina en la que luce una imagen de madera y yeso de San Cristóbal cargando con el niño Jesús. La imagen original fue quemada durante la Guerra civil española.

Al lado izquierdo de la hornacina hay un pequeño espacio hueco, lugar en el que los fieles dejaban las ofrendas al santo.







Reniciamos la marcha en coche, llegando a Lladorre a las 10:40, no disponíamos de tiempo para hacer ahora la parada, por lo que continuamos la marcha hacia nuestro destino matinal: El Refugio de la Pleta del Prat y el mirador de Corbiu. Ruta 8 -II-.


El ascenso por el valle de Tavascan será lento, identificando los espectaculares accidentes geográficos y entornos naturales a los que podemos ascender



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Leyendas de BOLDÍS


Una de las leyendas registradas por Pep Coll nos habla de la orgullosa honestidad Pallaresa.


En casa Gaspa de Boldis Sobirà, residía un matrimonio mayor sin hijos con mozo y criada.

Sintiendo olor a quemado vieron aparecer una línea de fuego que parecía atravesar el muro, fueron a mirar al otro lado del muro, observando quela forma persistía también al otro lado, así, cuando se desplazaban por la casa la línea ígnea cambiaba de lugar.


De pronto sintieron en el piso de arriaba unos pasos, abrirse una puerta y entrar en una de las habitaciones. Escucharon quitarse los zapatos y el mullir del colchón al recostarse.

Los cuatro subieron cautos y temerosos, pero no encontraron a nadie en la habitación. El mozo renegó de los capellanes, haciéndoles protagonistas de la magia.


Dijo el viejo: “No es cosa de magia ni de monjes, más bien es de un pobre difunto que nos quiere bien”.


Explicando seguidamente que hacía días que había vendido a un conocido forastero unas mulas, dejándoselas a deber ya que a los pocos días murió de forma súbita. El conocido se había quedado a cenar y dormir otras veces, precisamente en esa habitación. Acabó afirmando que seguro que era su alma preocupada por la deuda.


Al día siguiente, la hija del difunto acudió a su casa y le dijo que tenía presente lo de las mulas y que poco a poco se lo irían pagando.



La nena de BOLDÍS (la caperucita pallaresa)


La nena de la casa Jaume de Boldís Jussà, bajó a la calle de noche a pesar de que su madre se lo había prohibido. Un lobo se la llevó atrapada en su boca tal fuera una de sus crías. Al advertirlo sus padres comenzaron a gritar: ¿Por dónde pasas, nena? y ella respondía : “Estamos en el prado de Canerilla”.


Una vez que llegaron al prado tan solo encontraron huellas sobre la nieve, volviendo a gritar: Ya venimos. ¿Te encuentras bien?

Sintiendo la voz lejana de la niña decir: Subimos por ….


Cada vez que los padres alcanzaban el lugar anunciado, lobo y niña se había trasladado a otro sitio.

Los padres gritaban y la hija respondía; así, padres y vecinos recorrieron todos los lugares del término de Boldís, sin poderla nunca encontrar.



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