En el presente post visitaremos el pueblo de Borén, os documentaremos desde allí el ascenso al pueblo abandonado de Àrreu y sus iglesias románicas. Continuaremos el viaje hacia pintoresco pueblo de Sorpe, en el que descubriremos su interesante y transformado templo románico.
Descendiendo desde Isil por la carretera paralelos al Noguera Pallaresa, pocos metros antes de cruzar por el moderno puente el río, descubrimos a la derecha una calzada asfaltada. Se mostraba anulada al tránsito por una cadena, indicando una señal de tráfico el ser accesible solo para los vecinos o personal autorizado.
El trozo de carretera asfaltada era una ilusión de unos pocos metros, dado que después continúa siendo una pista rural pedregosa, adecuada tan solo para un 4x4.
No lo entendimos, dado que era el camino hacia Àrreu, un pueblo situado a 2 km. abandonado cuatro décadas antes, precisamente por la falta de una adecuada calzada que lo uniera con la carretera comarcal.
Dado que parecía no tener sentido el que ahora se hiciera, establecimos averiguaciones y supimos que una asociación formada por antiguos vecinos de Àrreu, no había dejado de luchar para que se habilitara su acceso, reivindicando con ello que podría volverse a poblar.
Conseguimos por la red un artículo que nos aclaraba un poco pasado y presente de la situación, incluso se descubre por boca de los antiguos vecinos, la parte de culpa que tuvo el propio pueblo para que no llegara la carretera y algunos intentos posteriores fallidos por repoblarlo.
Por lo que parece se habían conseguido iniciar las obras en 2020, apareciendo un joven vecino, pero según me indicaron, en 2023 sigue habiendo la misma cantidad de metros de asfalto y no tengo noticias de que de forma estable se haya encendido un hogar en Àrreu.
También averiguamos que el Obispado en 2020 mandó trasladar la pica bautismal y el sarcófago de los Santos óleos de la iglesia de Sant Serni d’Àrreu a la iglesia de Sant Martí de Borén, dado que si se tenía acceso en coche al lugar, especialmente si continuaba abandonado, estaban en evidente peligro las reliquias románicas.
Lo que también sería necesario es que aprovechen y restauren la iglesia Sant Serni, dado que su deterioro al caerse parte del techo, hace urgente la reparación, si se quiere conservar algo más que las picas.
Es posible que en años venideros podáis acceder en coche hasta el pueblo, me encantaría que sirviera para rehabilitar de nuevo la vida en él, pero es paradójico pensar que tan solo sea el turista perezoso el que disfrute de una calzada, que en su ausencia provocó el abandono del milenario pueblo.
Posiblemente para hacer andando todo el recorrido, dejando el coche antes de la cadena, es el camino más corto y llano, en poco más de una hora se puede visitar el pueblo y la ermita de Santa María de les Neus, pero la senda de vuelta será la misma, por ello os sigo recomendando recorrer el circuito oval desde Borén. Desde su plaza Mayor os explico el ascenso.
Traspasando el puente d’Àrreu nos habíamos incorporado a la Entidad Municipal Descentralizada de Sorpe.
La copiloto estuvo atenta en fotografiar el humilde puente románico sin muros laterales, dibujando un perfecto arco de medio punto dobelado en librería y apoyado sobre bases rocosas.
Faltaban pocos minutos para las 13 h., cuando dejando atrás el cruce hacia Sorpe, nos incorporamos al pueblo de Borén. Giramos a la derecha por la primera calle que encontramos, dirigiéndonos directamente a la plaza Mayor, a su iglesia, al puente y al único lugar en su interior en el que se puede aparcar.
Nuestro objetivo era estar a las 13:30 en las puertas de la iglesia románica de Sorpe, dado que las mantenían abiertas hasta las 14 h, por lo que el tiempo nos determinó pasear con prisas por el minúsculo pueblo de Borén, tan solo quince minutos le dedicamos.
BORÉN
El pueblo pertenece a la E.M.D. de Sorpe, está situado a una altitud de 1100 msnm. en la cola del pantano, a los pies del contrafuerte sudoeste del Tossal de la Llosa y a unos 5 km al norte de Esterri.
El nombre según Joan Coromines es de origen íberovasco: “buru”, significando: cabeza, extremo.
Un poco de historia
La mención más antigua de Borén se tiene por una operación de intercambio de propiedades entre el abad Godemir de Guerri y el conde Ramón I de Tolosa, figurando una propiedad en “Borahenne”.
En el recuento censal de 1553 convivían 35 habitantes, organizados en 5 fuegos laicos y 2 eclesiásticos, señalando la importancia religiosa del lugar.
A mediados del s. XIX eran 120 las almas. En tierras pedregosas, flojas y en general de poca cualidad rodeadas por altas montañas, se cultivaba centeno, cebada, patatas, hortalizas, heno y pasturas. En ellas se criaba todo tipo de ganado, predominando el vacuno y lanar. Disponían de buena caza de liebres y perdices.
Desde las Cortes de Cádiz hasta 1846 sería una parroquia independiente, incorporándose entonces a la de Sorpe, al decretarse que las municipalidades tenían que contar con más de 30 familias.
Se desarrollaría a finales del siglo XIX una industria textil de extracción lanar que alcanzó el cenit en las primeras décadas del siglo XX. Posiblemente reflejo de ese corto tiempo de bonanza económica, es que el único edificio anterior al siglo XX sea hoy la iglesia.
Desde la década de los 70 el éxodo será permanente, incorporándose a este siglo con 21 habitantes. Alcanzan el mínimo poblacional en 2019 agrupando 14 censados. En 2023 residían 15 almas.
Probablemente hoy las segundas residencias, con bonitas y respetuosas restauraciones, duplican la población censada. Igual que Isavarre y Sorpe, se beneficia de la proximidad de las pistas de esquí de Baqueira y de Esterri. Lo extraño era la falta de servicios turísticos, ya que el lugar es un encanto.
La Fiesta Mayor se celebra el tercer fin de semana de Agosto.
Presidiendo la plaza, cerca del puente de Borén, se encuentra la iglesia parroquial de “Sant Martí de Borén”.
En su origen (s.XII) era un templo de una sola nave con ábside semicircular y tejado a dos aguas cubierto de pizarra.
En el siglo XVIII se levantó el actual amplio templo barroco. Consta de una sola nave dividida en cuatro tramos con bóveda de arista, con cabecera rectangular orientada hacia el norte y capillas laterales.
En el ángulo sudeste de la nave se levanta la torre campanario de robusta base cuadrada, rectangular en el primer cuerpo y octogonal irregular en el superior. En 1988, la estilizada cubierta piramidal octogonal irregular de baja inflexión revestida de pizarra, se quemó por un rayo, reconstruyéndose al año siguiente.
Conserva de su origen románico (s.XI-XII) la espadaña, hoy sin campana y situada en el alero derecho del tejado, y el portalón luciendo dos arquivoltas con arcos ligeramente rebajados sin decoraciones, descansando sobre capiteles sin labrar y éstos en falsas columnas divididas, apoyadas sobre bases rectangulares de piedra. Las cubre un guardapolvo con figuras de la flor de la vida en bajo relieve.
Sobre el portalón hay una hornacina con tapiado arco y un rectángulo interior enrejado con la imagen de metal de Sant Martí sobre el caballo y a su lado el mendigo al que le dio la capa.
Por encima se abre un ojo de buey bocinado y una aspillera rectangular dintelada bajo el piñón del tejado, en el que se muestra una cruz.

En su interior se conserva una pica bautismal románica con decoraciones geométricas y una pica de agua bendita con rostros cincelados. También se guarda aquí la Virgen de Àrreu. Desde 2020 contiene también las dos picas de “Sant Serni d’Àrreu”.
Senderismo desde Borén
Probablemente es el pueblo menos interesante y pequeño del municipio de “l’Alt Àneu”, pero no así sus alrededores. Podéis disfrutar de los espacios dispuestos en el embalse para el paseo, el relax y el pic-nic, hacer senderismo por la Mata de Borén, recorrer los tres pueblos del municipio de Sorpe o ascender a Àrreu, pueblo abandonado que ya mencionamos y seguidamente lo documentamos.
Pero también de largas marchas por el parque Natural del Alto Pirineo, al “tuc de Marimanha”, Valle de Airoto, Lago del Rosari, etc…, para todo ello os dejo aquí el enlace con la amplia propuesta senderista de Wikiloc.
ÀRREU (pueblo abandonado)
No dispongo de noticias del medievo, pero su castillo del siglo XII señala su importancia estratégica, controlando el paso por el estrecho valle de Àrreu, “la Vall d’Isil” y por la izquierda el torrente de la Mata de Borén.
En 1803 el pueblo estaba situado a doscientos metros más hacia el norte, pero sufrió un alud en la noche de Navidad que destruyó diez casas y murieron 17 vecinos. La iglesia, ubicada entonces a más de 500 metros del pueblo, se situó en su extremo.
El nuevo pueblo fue un municipio independiente hasta el 1846, fecha en la que se unió a Isil hasta 1972.
En la década de los ochenta quedó abandonado, una norma que se produciría en todos aquellos pueblos que el asfalto nunca llegó.
Desde la Plaza Mayor de Borén, cruzando el río hay una senda que nos conduce en quince minutos por un sendero a la carretera de Sorpe.
Si queréis llegar hasta aquí motorizados, encontrareis en la segunda curva cerrada después del cruce de Borén dirección a Sorpe, un pequeño entrante en el que podéis dejar el coche (si no está ocupado). Si iniciáis la ascensión desde aquí, en una hora y veinte minutos podréis realizar todo el circuito oval.
Tengo que decir que probablemente es la forma más dura de acceder, pero fue la que hicimos en su día, al escoger la que en teoría era la más rápida. De todas formas, probablemente invirtiendo el circuito se hace más cómoda la ascensión, aunque es más larga la ascensión, se muestra menos pronunciada.
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E.M.L. Sorpe. Mapa de la Edit. Alpina. |
El sendero que se inicia por la derecha nos conduce al pueblo por la ladera de la montaña, pisando los escalones que conforman la llamada “escala d’Àrreu” (la escalera de Àrreu). Peldaños de piedra pulidos por los vecinos hasta el siglo pasado, en su habitual asistencia los domingos al mercado de Esterri (5 km. más abajo).
Antes de llegar al pueblo, hacia la derecha podremos acceder a los pocos restos del Castillo medieval.
Situado en un pequeño peñasco a la derecha del río Àrreu, adaptó la muralla a la planta rectangular irregular del promontorio, lo formaban muros de 1,20 m de grosor.
Desde el castillo se llega al pueblo de Àrreu por una estrecha senda. Encontraréis las ocho alineadas casas de principios del siglo XIX, con sus puertas y balcones orientados hacia la salida del sol. Con el embalse y Borén a sus pies, se disfruta de una espectaculares vistas.
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Àrreu en 1908. Wikipedia. |
Un extraño y nostálgico silencio recorre las construcciones, la mayor parte de tres plantas y conservando partes del encalado que cubría las fachadas frontales.
Las espaciosas casonas son de piedra oscura sin pulir, con tejados pronunciados y amplios balcones de madera, aunque por desgracia algunos dinteles y vigas se han quedado sin nada que sostener.
Fijaros en los amplios aleros frontales protegiendo los balcones, soportados por cincelados dinteles de madera en caballete, el mismo signo de distinción que observamos en la Casa Vigatà en Esterri d’Àneu (finales del siglo XVIII).
Sant Serni d’Àrreu
No hay referencias escritas medievales de la iglesia parroquial de Sant Serni o Sant Sadurní (San Saturnino en castellano). Sus cimientos señalan una primera edificación prerománica también dedicada a este “santo”, al que se le considera predicador por estas tierras en su camino a Pamplona a principios del siglo tercero, población en la que se cuenta bautizaría a los primeros cristianos vascuences, entre ellos al niño que llegaría a ser San Fermín.
El pequeño templo de planta rectangular y ábside cuadrada está muy deteriorado, mostrando techos y muros caídos.
Contaba con una cubierta de madera a dos aguas que se extendía hasta el ábside, sobre una bóveda de madera parecida a la que encontraremos en Santa Maria de les Neus d’Arreu y que tan solo descubriremos hoy en la comarca en la iglesia de Sant Pere de Tor.
En las pinturas interiores han desaparecido las imágenes y acabarán despareciendo el resto, dada la humedad que sufren desde la caída parcial del techo.
En su interior se encontraba una preciosa pica bautismal, otra beneitera y un sarcófago para los Santos óleos, de los que ya hablé de su traslado en 2020 a la iglesia de Sant Martí de Borén.
El aspecto original de la Iglesia fue modificado entre el siglo XIII-XIV abriendo los muros sur y norte para hacer las capillas, sus arcos apuntados lo atestiguan. El muro de poniente sostiene una espadaña de dos vanos.
Continuamos el paseo por el valle hacia sus límites occidentales, a unos 600 m. del pueblo se encuentra la ermita de Santa Maria de les Neus.
Ascenderemos durante diez minutos hasta las Bordas de Àrreu, desde allí ya podremos divisar la ermita. Continuaremos cercanos a la ribera del río saboreando una naturaleza prácticamente virgen, libre hace medio siglo de actividad humana, a la que se le aúna la espectacular belleza del lugar, todo está impregnado por una fragancia salvaje que hace muy especial el paseo.
Antes de llegar al santuario, después de cruzar el río por una pasarela, encontraremos las ruinas de la antigua serradora que mantuvo la actividad hasta mediados del siglo pasado.
Culminaremos en altura en el santuario. Disfrutando de espectaculares vistas, está situado 80 metros más alto que el pueblo, rodeado por la derecha por el río Àrreu y por la izquierda con el barranco del Pinetar.
Ermita de Santa María de les Neus d’Àrreu
No hay documentación del templo en el medievo, aunque su origen se presume del siglo XII, no se descarta la posibilidad de erigirse sobre un templo prerrománico anterior.
La titularidad la tendría la Virgen María por aquel entonces, dado que no sería hasta finales del siglo XIV que se se diversificarían las denominaciones marianas.
El templo de una sola nave, dispone, orientada hacia el norte, de una puerta con arco de medio punto dovelada con bloques de piedra pulida. Encima hay labrado en piedra un crismón trinitario. Según parece marcaba el límite territorial entre la corona Aragonesa y el soberano condado del Pallars.
Este modelo de crismón trinitario, en comparación con el visto en la estela de Sant Lliser de Alòs Isil, (mismo modelo que el de la catedral de Jaca), mantiene los seis brazos y en las líneas bajas de la X incluyen superpuestas la I y la V. El tridente invierte sus dos dientes laterales creando una punta de flecha, pero lo más sorprendente es que la S (espíritu santo) está invertida, y alfa y omega vuelven a disponerse en la disposición del crismón primitivo.
Se dice que pudo ser un error de ejecución invirtiendo la plantilla, pero siendo un error intencionado, una copia del error o la obra de un escultor disléxico, este mismo modelo luciría en muchas iglesias del Valle de Arán.
Dada la importancia y trascendencia simbólica de este anagrama, le dedico en relación con las pinturas románicas de Sorpe la nota final de este post.
Cuenta el templo con un ábside semicircular sin decorar y orientado hacia levante, con un vano central con arco de medio punto y doble derrame y otro prácticamente igual en la vertiente sur, dovelados todos con piedra pómez.
En el muro de poniente se alza una espadaña de un solo vano cubierta por un alero de pizarra a dos aguas.
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Santa María de les Neus d’Àrreu. Foto de Mariusmm. Wikipedia. |
Es curioso observar que el santuario muestra claramente tres formas constructivas, por una parte la nave está levantada con piedra pizarrosa irregular sin pulir y poco cuidada su disposición horizontal, mientras que en el ábside su tosca mampostería rectangular está bien ordenada y la negra pizarra crea cierta disposición decorativa. En el muro norte, alrededor de la puerta, la sillería es de fino corte y pulido.
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Sta.Mª de les Neus.Wiquipedia |
La importancia del santuario mereció una buena y respetuosa restauración en 2012, con reparaciones de muros y tejados utilizando piedra recuperada, conservando la estructura y reforzando las alturas.
La bóveda de madera del altar se derrocó, con una posterior reproducción fiel al original, se estucaron las paredes y se arregló el pavimento.
En la actualidad se sigue haciendo una “Aplec” (Romería) de tradición, según dicen medieval, aunque “Els Goigs” (Los gozos o plegarias) de Santa María de la Neu d’Àrreu, algunos indican que se comenzaron a cantar después del alud que sepultó el pueblo.
La talla gótica de la Virgen con el niño se sitúa en el siglo XIII. La tradición cuenta que unos pastores al observar brillar el interior de una placa de nieve, se acercaron y encontraron la imagen en su interior.
Se custodia la imagen durante todo el año en la iglesia de Sant Martí de Borén.
Por una descendente senda en unos veinte minutos regresaremos a la curva en la que dejamos el coche, o en media hora alcanzaremos la plaza Mayor de Borén.
Os dejo un blog con el recorrido circular desde Borén por el puente románico d’Àrreu, un poco más largo (1:30 h. más el tiempo que dispongáis en las visitas.) pero más descansado al evitar las “escalas d’Àrreu), es un blog con una excelente referencia fotográfica.
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Sorpe. Google Maps. |
SORPE
Continuando el circuito, salimos de Borén a las 13:20, quince minutos después estábamos en las puertas de la iglesia parroquial de Sant Pere de Sorpe.
Según Joan Coromines, igual que Sorre, proviene del iberovasco “çur o zur”, significando madera, con el sufijo locativo: -be, con transformaciones a -pe y posteriormente en -re, significando: bajo de. Es decir, bajo la madera (bosque).
En el fogaje de 1553 en Sorpe convivían 7 fuegos laicos y 2 eclesiásticos, agrupando a unos 45 habitantes.
En 1812, con la constitución de Cádiz consigue municipalidad propia. En 1846 se le unirán Isavarre y Borén, al no reunir estos pueblos el mínimo de 30 familias.
Así en el censo del 1857 se registran 219 habitantes, organizados en 48 casas. El municipio contaba entonces también con el “hostal de la Bonaigua”.
En Sorpe se reunen entorno a 20 familias, unos 174 habitantes.
Se criaba ganado vacuno, ovino y en menor medida caprino. Con una agricultura de autosuficiencia, cultivaban en una tierra de media calidad, pedregosa y floja: cebada, centeno, heno, patatas y pasturas. Contaban con abundante caza de liebres, perdices, rebecos y osos.
El pueblo tuvo ayuntamiento propio hasta 1970, al formarse el municipio de l’Alt Aneu. En 1971 se constituyó como entidad local menor hasta ser suprimida en 1992. Siete años después se creó la entidad municipal descentralizada de Sorpe.
El “isard o camussa” es el símbolo del pueblo en su escudo heráldico. El rebeco o gamuza (sarrio en aragón), es el animal salvaje más querido en los Pirineos catalanes. Su capacidad para ascender a los altos riscos y su espíritu libre que nunca dejó domesticar, es todo un símbolo. Posiblemente su pequeña ornamenta facilitó que la caza deportiva no acabara con ellos, tal hizo con la cabra pirenaica.
Según los estudiosos el rebeco de los Pirineos y Cantabria ( también en los Pirineos franceses y en el norte alpino italiano) corresponden a una especie propia, diferente del rebeco común.
La Fiesta Mayor se celebra el 15 de Agosto.
Llegamos al pueblo que nos recibe en una amplia plaza en la que aparcamos. En ella se ubica la municipalidad frente a la fuente, acompañado por un amplio abrevadero se mostraba el lavadero comunitario bajo un techo a dos aguas.
Nos adentramos con prisas (las visitaríamos con mayor tranquilidad a la vuelta) por la angosta calle mayor que recorre de punta a punta el alargado pueblo.
La mayor parte de las casas presumen bien conservadas haber sido levantadas en las primeras décadas del siglo XX, entre ellas aisladas se encuentran algunas levantadas un siglo después y alguna un siglo antes, el mayor número de éstas se concentran al final de la calle Mayor.
La limpieza del pueblo era impecable y aunque algunas casas parecían abandonadas, no se presentaban en ruinas.
Sin dejar la plaza Mayor, después de transitar amparado a la derecha por una larga fachada, giramos por su esquina hacia abajo, descubriendo que aquel inmenso edificio rectangular, construido con tosca sillería irregular y cubierto por amplio tejado a cuatro aguas de pizarra, era Casa Armengol.
Inventariada en el patrimonio arquitectónico de Cataluña, se cree que perteneció en su origen a un monasterio, dada la organización de sus dependencias. Reformada ampliamente en el siglo XVIII, se convirtió en casa de campo, conservando en su interior la capilla.
En la parte oriental de la casa hay un huerto ecológico.
Está ubicado delante del amplio porche, luciendo éste cuatro grandes arcos de medio punto dovelado en librería. En los pisos superiores se puede observar galerías con vigas de madera ricamente decoradas y balaustradas torneadas.
En 3010 la casa fue reformada y restaurado su noble mobiliario del siglo XIX a principio de este siglo.
En 2019 aún figuraba como casa rural, para un máximo de diez personas, con tres habitaciones dobles, 1 individual y otra triple, dos cuartos de baño, etc.Teníauna valoración media del usuario de 9,6.
Pero en 2023 ya no aparece como tal.También desconozco si se puede visitar.
Sant Pere de Sorpe
A pocos metros, siguiendo el huerto a mano izquierda, se encuentra la iglesia parroquial de Sant Pere de Sorpe, situada en el extremo nordeste del pueblo. Llegamos sudando a la taquilla dado el rápido tránsito, faltaban 25 minutos para las dos.
No os puedo señalar su horario de visita (iniciada en 2017 solo en verano), ya que hasta ahora no ha sido estable. Informaros en el Ecomuseo de Esterri.
El templo original románico era de planta basilical de tres naves, con tres ábsides semicirculares y un alto y robusto campanario de base cuadrada con puerta de acceso elevada. Las naves tenían cubierta de madera y estaban separadas por tres arcos.
El campanario tiene dos niveles de ventanas por encima del techo de la nave. En el nivel inferior sólo se conserva una ventana con arco de medio punto en el muro oeste, sobre la que se puede apreciar los restos de un friso de arquillos ciegos y lesenas en las esquinas, únicos restos de la decoración románica de sus muros.
En el nivel superior, encontramos un vano de medio punto en cada una de sus caras. El del lado oeste está cegado y el del lado este está ampliado para alojar la campana.
El campanario tiene actualmente una cubierta a dos aguas producto también de las reformas, por lo que se cree que la torre tenía al menos un tercer nivel.
Entre el siglo XVII y XVIII se realizó una amplia reforma, modificando la orientación del templo, derribando el ábside principal para abrir la actual puerta de entrada.
La puerta original del templo se encontraba en el muro sur, se pueden apreciar las dovelas del arco de medio punto que la rodeaban. A su lado se conserva una ventana de arco de medio punto con doble derrame.
El único ábside en pie, mantiene el friso decorado con dientes de sierra y doble fila de arquillos ciegos y lesenas.
El interior te sorprende la blancura, limpieza y las elegantes pinturas con aire renacentista que cubren el interior de los arcos laterales de la nave, otorgados por la moderna restauración, aunque para mi gusto maquilla demasiado su añeja solera, al dejar desnudas las paredes que en su día mantuvieron, a pesar de las grandes reformas estructurales, una de las representaciones más importantes de la pintura románica de los Pirineos, posterior al círculo de Pedret y con clara influencia del maestro de Taüll (La majestad).
En las pinturas románicas, datadas a mediado del siglo XII, trabajaron al menos tres pintores, tan solo a uno se le asigna por su dominio del pincel y el color la consideración de ser uno de los grandes, al que también se le atribuyen las pinturas de Esterri de Cardòs.
Pero en conjunto los tres supieron desarrollar la herencia de sus antecesores en el mensaje del Antiguo Testamento, especialmente innovadores se mostraron en las escenas del Nuevo Testamento, adquiriendo especial protagonismo la vida de Cristo, espectacular se muestra la Anunciación, Nacimiento y Muerte de Cristo que cubría las arcadas laterales.
Para admirar estas pinturas tendréis que ir al MNAC de BCN o al Museo Diocesà de la Seo d’Urgell. Visita que os aconsejo hacer antes de conocer la iglesia, pero si no podéis, no dejéis de hacerlo después.
Las figuras continúan con una mirada frontal y estática, pero la narración se crea en base de la expresión emocional de éstas, se imprimen fondos y se señalizan lugares. Utilizando una depurada técnica pictórica, con la que dominan el color y otorgan volumen. Plasmaron escenas del Nuevo Testamento con una clara influencia bizantina, importando la humanidad de sus personajes y la naturalidad de las escenas.
No os voy a comentar las pinturas de Sorpe, dado que esta guía no pretende hacer un recorrido por los museos que las conservan, al no estar presentes al menos una copia en los templos que visitamos; pero os dejo un blog que las describe con una excelente muestrario fotográfico y en la nota final hablaremos de ellas en su relación con el crismón trinitario.
En la actualidad, tras el altar mayor luce restaurado un interesante retablo renacentista, en el que podéis entreteneros con las escenas pictóricas laterales y observar en el centro una talla románica del s. XII de Sant Pere.
La iglesia contiene en sus muros interiores un detalle interesante y del que parece no haberse encontrado respuesta clara a su uso. Alrededor de los muros laterales, a media altura, se alineaban pequeñas celdas cuadradas de piedra.
El guía, admitiendo ser una simple hipótesis, dijo que eran lugares en los que los fieles disponían de un espacio individual para poder dejar los salmos, reliquias, velas... (En fin, una especie de taquilla sin puerta). No me acabó de convencer la idea.
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Guarda el templo una pica bautismal del siglo XII con esculpidos motivos vegetales y animales. La circular copa se apoya en un capitel cincelado con caras humanas muy erosionadas, descansando todo sobre un pie cilíndrico de base cuadricular, ligeramente flexionada su cara superior al unirse a la columna.
Fijaros también en la pared, en la podréis observar restos de las pinturas que en su día inundaron todos los muros del templo.
A su derecha hay otra curiosa pica, el guía nos comunicó que había controversia si era beneitera (agua bendita) o para los santos óleos. También es posible que adquiriera las dos funciones en épocas diferentes, asintió.
En la cara frontal de la pica está toscamente grabada la imagen de un león con rostro humano. La base es una pieza rectangular, parece corresponder a una estela funeraria reutilizada. Se puede distinguir en la parte frontal de la base una figura humana en actitud de rezo.
Estos aceites de olivo santificados por el Obispo en una solemne misa, tenían un valor sacramental muy alto.
Los “Santos óleos” (aún hoy se utilizan) adquirieron en el medievo muchos usos y se utilizaban en múltiples ceremonias, desde festivas como bautismos, casamientos, comuniones, etc., hasta aquellas unidas con la dimensión teológica de la muerte y la resurrección, es decir, la extremaunción, la preparación del enfermo a la muerte, invocando con la unción su sanación corporal o espiritual. También en la consagración de los nuevos clérigos al sacerdocio o en la coronación de condes y reyes.
A la derecha se encuentra un sarcófago visigodo con una gruesa tapa de piedra que tenía en el centro una portezuela con cerradura, indicando el alto valor de lo que allí un día se guardaba.
La decoración del cuerpo del sarcófago muestra cincelados dos leones en sobre relieve y unidos por la cola en el centro, teniendo al menos uno el rostro humano, el otro está destruido.
Saliendo del templo no dejéis de dar una vuelta por el perímetro noroeste del pueblo, al margen de encontrar el único conjunto de viviendas anteriores al siglo XX, disfrutar de las vistas sobre el barranco del Noguera Pallaresa, la Mata, el embalse de Borén, Isavarre...
Por el noreste limita Sorpe con el río de la Bonaigua, el que en inclinado descenso recorrerá el abetal de la Mata, reuniendo, desde El Valle de Gerber, la Mata de Sorpe y la Mata de València d’Àneu, el mayor abetal del sur de Europa.
Servicio turístico
Ya expliqué que el único servicio turístico que conocía era Casa Armengol, pero en 2023, aparece CASA TON.
Una casa rural de para seis personas, tres habitaciones, cuarto de baño, sala de estar y cocina totalmente equipada.
Hacia allí nos dirigimos, esperábamos poder almorzar franqueados por el rumor del río de la Bonaigua, visitaremos el Salt de Comials y recorreremos seguidamente el inclinado y alto valle que erosionan sus aguas desde su nacimiento -Ruta 2 (lV)-.
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Las pinturas de Sorpe y el crismón Trinitario
En el siglo XI el románico aragonés y Navarro se nutre de la herencia ortodoxa que desde Asturias (siglo VIII) va transformando el mensaje cristiano y por lo tanto su iconografía, acomodándola a los dogmas que desde Roma se establecen, pero en especial a las necesidades de otorgar a la lucha contra el Islam el título de guerra Santa; para ello necesitaban encabezarla con el propio Cristo, que en el caso de la península ibérica se concrentrarían con las continuas apariciones del apóstol Santiago (Sant Jaume en catalán). El pacífico peregrino pronto se convertiría en el azote del Islam con espada en mano sobre un caballo blanco.
Hasta el siglo V no se utilizaría la cruz como símbolo de la cristianidad, por lo que el sencillo crismón del siglo II continuaría siendo hasta el siglo XI el anagrama por excelencia de Jesucristo, considerando las letras griegas X y P las abreviaturas del nombre de Cristo en griego: Χριστός. Se desconocen las razones, pero alrededor del siglo VIII aparece bajo la P una S, la que figuraría inicialmente significando “Salvador” para más tarde significar “espíritu santo”.
Este símbolo de paz, amor y tolerancia, Salvador de la humanidad, se convierte en icono de guerra, dolor e intolerancia. La mejor expresión de esta transformación simbólica se muestra la cruz en el crismón trinitario.
El «crismón trinitario», nace en Jaca (Huesca) a finales del siglo XI, con el objetivo de subvertir el significado del primitivo modelo, representando algo bien distinto la X, integrando la cruz entre ella crea el dogma de la Santísima Trinidad y de la doble naturaleza de Cristo.
Elementos principales del conflicto teológico establecido entre cristianos y musulmanes, pero también en pugna centenaria con las múltiples doctrinas cristianas antitrinitarias que en el siglo X aún rivalizaban con la católica.
Entre el siglo XII y XIII serían todas perseguidas y exterminadas, en Occidente los cátaros serían martirizados, poco antes nacieron las cruzadas y la inquisición.
Juan Antonio Olañeta, en el mayor trabajo documental que se ha realizado sobre los crismones, ubica en el castillo de Loarre el primer crismón trinitario (1072). El texto que lo acompaña dice: “Padre, hijo y Espíritu Santo, principio y fin, Iglesia y Reyes, señores nuestros, impulsad nuestros ejércitos”
Reyes, condes e Iglesia adquirían el sagrado e incuestionable atributo de ser los elegidos de Dios y bajo las órdenes de su hijo y en su nombre, acometer la sagrada misión de erradicar las herejías de infieles y “paganos”, exhibiendo la plegaria del pueblo alentándolos a ello.
Os sugiero conocer este interesante blog sobre los misterios que rodean al crismón de Loarre.
Las pinturas en Sorpe muestran en el centro del arco triunfal, posiblemente una primera adaptación en el alto medievo del crismón primitivo, en el que aparece tan solo la cruz dividiendo la X.
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Pinturas del Arco triunfal de Sant Pere de Sorpe. MNAC. |
También en las pinturas de Sorpe podremos observar en el lateral del arco triunfal, bajo la representación de la Virgen y el niño, los apóstoles Andrés, Pedro y Juan realizando las labores de pesca dentro de una barca, después de haber lanzado las redes y bajo una bandera ondeando un crismón.
Si os fijáis, el crismón no tiene la S bajo la P, es decir, representa el anagrama más antiguo de todos. Nadie sabe si por copia de un añejo diseño bizantino o representa una actitud crítica frente a la oficialidad católica.
Situado Sorpe en los límites fronterizos aragoneses, ¿reivindicaba la obra pictórica el mensaje primigenio de Cristo? Recordemos los crismones trinitarios de Alòs de Isil y Àrreu.
Ni los condes del Pallars, ni la Seo de Urgell y ni Gerri de la Sal parecen compartir el anagrama trinitario en sus edificios, aunque a partir del siglo XII se imponga su cruel ortodoxia en gran parte del mundo cristiano Occidental.
Por último, si queréis ampliar la información os dejo este interesante trabajo sobre el desarrollo de los crismones en el románico pirenaico.