RIALP
Aunque figura oficialmente el nombre de Rialp, el instituto d’Estudis Catalans y las publicaciones de carácter académico indican que según la grafía etimológica sería Rialb, según Joan Coromines, Josep Moran y Joan Antón lo declaran derivado del latín Riu Alb, río blanco. Pero la población ha querido por cuestiones subjetivas mantener la “p” final.
El municipio limita por el norte con los municipios de Espot y la Guingueta d’ÀNEU, al este con Llavorsí, al sureste y al sur con Soriguera y al oeste con Sort.
Reúne los pueblos en el valle del Noguera Pallaresa de Rialp, Surp y Rodés, también ocupa una parte del Valle de Àssua por el subsidiario valle de río Caregue, con los pueblos de Caregue y Escàs. Por la vertiente septentrional de la torreta de l’Orri se sitúan Beraní, Roní y las pistas de esquí de Port Ainé.
Las primeras noticias de la zona se ubican con el monasterio Benedictino de “Sant Vicenç d’Oveix” de origen carolingio, figura en el año 834 un documento del emperador Lotario I en el que se le concede inmunidad. Hablaremos en el post de Surp (Ruta 11-I-) del monasterio.
La capital, Rialp, está situada al sur de la mitad norte del municipio, cercana a Sort (capital de la comarca).
La “Vila closa” (villa cerrada) de Rialp tiene su origen en el castillo, siendo éste inicialmente una torre de avanzadilla del castillo de Surp, un dominio territorial delimitado por el Noguera y el rio Sant Antoni.
Un enclave perfecto para controlar el paso por el valle de Àssua y los valles del “Alt Pallars”, convirtiéndolo con el tiempo en la principal fortaleza de la zona y Rialp la capital de un extenso territorio.
La primera mención del pueblo se tiene por el legado de Ramon Adalbert al monasterio de Sant Serni de Tavèrnoles (1065), en el que se documenta el alodio «in castro Rialb» y la estructura defensiva de la amurallada villa.
Recordemos que el alodio era un sistema de propiedad de tierras e inmuebles con dominio total sobre ellos, tanto directo como de uso sin carga señorial. En la Edad Media el alodio se obtenía por herencia, afirmando el derecho a la tierra y su libre soberanía por la gracia de Dios y el sol.
El castillo sería en el medievo escenario de continuas confrontaciones territoriales, por lo que dejamos su azarosa historia para la nota final de este post.
En 1553 Rialp declara 2 fuegos eclesiásticos y 40 laicos, reuniendo alrededor de 210 habitantes.
Rialp sería priorato de la Orden de los Hospitalarios, dependiendo de Catamarca de Susterri (Pallars Jussà).
En 1787 alcanzaría los 843 habitantes. En 1857 se incorpora al municipio Beraní y Roní, con los que llegaría a su máximo poblacional agrupando 1273 almas.
Durante mucho tiempo fue la segunda ciudad de la comarca,, convertido en un pueblo de artesanos: silleros, sastres, lateros, músicos, carpinteros, alfarero… mantendría una importante cantidad de servicios.
La agricultura, la ganadería y la explotación de la madera serían sus principales recursos.
En 1900 se registran 890 censados, alcanzando los 1035 habitantes en 1920. Descendería la población considerablemente en la postguerra hasta la década de los 50, registrando 595 almas.
El proceso de despoblación en el siglo XX, sería mucho más duro e irreversible en el resto de los pueblos que componen el municipio, en su visita lo vamos valorando.
En 1970 al incorporarse el municipio de Surp y sus otros pueblos: Caregue, Escàs y Rodés, se alcanzarían los 665 vecinos, pero en 1981 registrarían su mínimo poblacional con 375 habitantes.
Se incorporaría al siglo XXI agrupando 517 vecinos, en 2022 convivirán 675 almas.
En la actualidad la actividad comercial se centra en la ganadería porcina y bovina. La agricultura es en gran medida familiar. Pero en otro sentido hoy amplios y ondulados campos, recordando los viñedos que antes de la filoxera (finales del siglo XIX/principios del siglo XX) inundaban la comarca, pretenden impulsar desde 2015 la recuperación de las variedades autóctonas perdidas en el Celler Cota 750, un balcón excepcional situado por encima de la serradora Sebastià. Degustar un buen vino en este entorno rodeado de viñedos, es toda una experiencia para los sentidos.
También en la actualidad la serradora Sebastià continúa la actividad maderera, además cuenta con la hidroeléctrica de Rialp y la embotelladora de agua del Pallars.
De todas formas la actividad principal del pueblo hoy es el turismo. En invierno con el esquí (Port Ainé), desde primavera a otoño con las actividades en el río (Rafting, barranquismo..) y todo el año en la montaña (senderismo, quads, hípica…).
Todo ésto ha comportado desde principio de este siglo una gran transformación de la Villa y el crecimiento de los servicios turísticos. Dada la amplitud de éstos los concentramos al final del post.
Festividades
Destaca el FESTIVAL DE MÚSICA Vila de Rialp
El festival se realiza desde mediados de julio hasta mediados de setiembre, en el que ofrece conciertos musicales, que en su principio fueron de música clásica, para derivar en la actualidad en una amplia muestra de variados estilos musicales.
En febrero es muy popular el Carnaval de Rialp y en Semana Santa la procesión de Viernes Santo.
Del 12 al 15 de Agosto se celebra la Fiesta Mayor.
El 26 de septiembre se realiza la fiesta patronal de S. Cosme y S. Damià.
El Castillo y La “Vila Closa” de Rialp
Después de comer nos dispusimos a pasear tranquilamente por el pueblo. Comenzamos por la Villa cerrada y su castillo.
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Mapa de la villa cerrada de Rialp. Web. ICGC. |
La visita la iniciamos siguiendo la carretera hacia el sur, giramos a la derecha, después de una moderna panadería, por la calle “la Vall”.
Es la calle exterior de lo que fue la villa cerrada, en la que a pocos metros encontraremos la torre de Virós, en la actualidad convertida en casa particular.
Llegamos a la plaza de las escuelas, en la que una escultura nos recordaba que fue tierra de alfareros.
En la comarca hubo dos importantes alfareros hasta mediados del siglo XX, uno en Gerri de la Sal y otro en Rialp. El primero cerró el horno definitivamente después de la guerra civil y el segundo lo hizo en 1962.
Durante el primer tercio del siglo XX en Rialp hubo dos alfareros, pero en 1948 solo quedaba Joan Alart.
Este reconocido artesano aprendió el oficio de su padre en la Cerdanya, de aquí su similitud, especialmente en las técnicas decorativas, con la producción cerámica de dicha comarca.
Después de elaborar todo el proceso, desde la selección de tierras y purga, torno y decoración, una vez horneadas las piezas, era él mismo que casa por casa las vendía.
En el Ecomuseo de las Valls d'Àneu se pueden adquirir reproducciones de sus obras: jarras, platos, soperas, bandejas, escurridoras, queseras, juguetes…
Después de entretenernos en observar las casas que rodean la plaza, continuamos ascendiendo hasta el Boteral de Rialp; en este espacio antiguamente se unían los distintos caudales de las acequias del pueblo, aportando la fuerza para mover el desaparecido molino de Bellera. En su abrevadero se reunían las cabezas de ganado.
Desde aquí sale el camino que conduce a los huertos de la zona norte del pueblo y el antiguo camino que lleva hasta la central de Rialp, la muela de Sall y los pueblos de Altron y Sorre, en el centro del valle de Àssua.
Ascendimos por los límites de la villa, encima de la Iglesia encontramos la senda que accede al castillo de Rialp.
El castillo, declarado Bien Cultural de interés Nacional, tiene una historia corta pero intensa, por lo que la hemos dejado para la nota final del post.
Desde las ruinas de la fortaleza se obtiene una vista general de la villa amurallada y de la totalidad del municipio. Desde aquí se inicia también la ruta por el antiguo camino que conduce al núcleo vecinal de Surp.
El castillo de planta rectangular está construido sobre la roca, se conservan dos paredes creando el ángulo noroeste. Unos 8 metros de altura por 9,5 de ancho una y 5 m. la otra. La muralla parte de un grosor en la base de 1’30 m, acabando en la altura con 30 cm.
En la planta baja una espillera en el muro norte y dos en el muro este todas con arco de medio punto. En el primer piso se pueden observar tres más.
La sillería es de pizarra pequeña y ligeramente desbastada unida con mortero de cal.
Bajamos del castillo por la calle de la Cuesta, hasta llegar a la plaza de la iglesia.
“Mare de Déu de Valldeflors”
En la actualidad el templo parroquial es la sede de un grupo numeroso de parroquias con capellán residente, dando servicios religiosos a las localidades del entorno: Aidí, Altron, Arestui, Baiasca, Bernui, Caregue, Escàs, Estaron, Llavorsí, Llessui, Monternatró, Rodés, Romadriu, Roní, Surí, Sorre, Sur, Tavèrnoles y las locales: Sant Cosme y Sant Damián, Santa Caterina (en la actualidad en ruina) y Sant Francesc de Paula, la que fue atendida durante dos siglos por los miembros de dicha comunidad religiosa.
La iglesia se levantó en el siglo XIV/XV, teniendo una importante ampliación en el siglo XVIII, periodo moderno de mayor desarrollo de Rialp (igual que toda la comarca), tendría varias reformas posteriores, la última documentada en la fachada se realizó en 1927.
El templo es de una amplia y única nave con la cabecera rectangular orientada a noroeste. Está cubierta por una bóveda de tambor con forma de almeja. La nave la cubre un tejado a dos aguas revestido de pizarra.
La puerta de estilo neoclásico con arco de medio punto está flanqueada por columnas y la corona un frontón triangular partido. Por encima se abre un amplio óculo bocinado y por debajo del vértice de la cumbrera se observa una bonita ventana con arco de medio punto y marco redondo.

También en poniente se encuentra la capilla del Santíssim, iluminada por una octogonal y amplia linterna central en la cúpula.
La nave está dividida por cuatros tramos cubiertos con bóveda de lunetas. A cada lado se encuentran las capillas con bóveda de aristas.
En su interior se conserva la talla del siglo XIV (gótica) de la Mare de Déu de Valldeflors, presidenta honorífica del Festival de Música de la Villa.
Descendimos por la inclinada calle de la iglesia, en la que se puede ver el contraste de la edificación moderna al otro lado de la villa cerrada y las que reverberan frente a ellas el pasado medieval.
Giramos a la derecha para remontar la calle del “mitg” (del medio), en la que aún se pueden apreciar, a pesar de las numerosas modificaciones que ha sufrido, la referencia de la antigua actividad comercial en sus casas porticadas. Ascendimos y volvimos a bajar, degustando del aroma de pueblo hasta salir a la carretera.
El Raval de Rialp
Ya fuera de la antigua villa cerrada, al otro lado de la carretera, se encuentra la calle del Raval de Rialp, sería la primera calle que se construyó extramuros.
Sant Cosme y Sant Damià de Rialp
Al principio de la calle del Raval, haciendo esquina con la carretera, se encuentra la iglesia dedicada a los martirizados médicos, recientemente restaurada.
Esta iglesia se utiliza en las celebraciones de los patrones de Rialp, para hacer algunas misas y plegarias.
No encontré referencia a su construcción bastante ecléctica. Es un templo de una sola nave con tejado a una vertiente, sobre que se alza el campanario con un arco de medio punto y cubierta a dos aguas. Destaca un saliente a modo de balcón, tapiado el lateral y presentando en el frontal una celosía de dos ventanas.
En el frontal, sobre la puerta con arco de medio punto y bajo el óculo, los dos dovelados, se sitúa un reloj de sol denunciando su fecha de construcción.
Un humilde interior muestra sobre el altar la figura de los dos Santos mártires venerados.
En el Raval se encuentran las casas más antiguas del pueblo; era el lugar donde se localizaban la mayor parte de los menestrales.
Calle abajo habríamos encontrado el hoy desaparecido horno del alfarero Joan Alart, último maestro ceramista del que ya hablamos.
Recorrimos la calle hasta el momento en el que se divide, continuaremos por la derecha. Cuando las edificaciones se acaban, aparecerá un camino también a la derecha que nos conduce hacia el río, al llegar continuaremos por la derecha paralelos al cauce hasta alcanzar el puente colgante de Santa Caterina.
La ancha planicie que nos separaba del pueblo, nos hacía pensar en haber sido antiguos campos de cultivo, hoy reducidos a una pequeña producción familiar detrás de las casas del Raval.
Puente colgante de Santa Caterina
En su origen el puente era de madera, pero las continuas riadas provocaban su derrumbe. En la república se decidió construir dos columnas de piedra a cada lado, para levantar el puente, pero la guerra interrumpió el proyecto. En 2007 aprovechando los pilares se construiría el actual puente colgante.

Desde el otro lado se abre a la derecha una senda que nos conduce paralelos al río por su vertiente izquierda a la “Font de la Carenilla” y el “Colomers d’en Martí”
Este palomar medieval se utilizó básicamente para la cria de palomas para comida. En el siglo XVI dejaría de utilizarse.
Cerca de la Fuente de la Canerilla podréis encontrar las ruinas de la antigua iglesia de Santa Caterina.
También podréis incorporaros por este camino a las zonas protegidas del Parc Natural de l’Alt Pirineu.
Si se continúa hasta la depuradora por la vertiente izquierda, en los límites sur del pueblo, podremos volver a cruzar el río.
Nosotros optamos por no cruzar el puente colgante y seguir en dirección sur paralelos al rio por su vertiente derecha.
Llegamos a un hondonada (lugar desde el que parten las actividades de Rafting) en la que nos dedicamos a disfrutar un buen rato de la paz refrescante del canto de sus aguas.
Más tarde ascendimos por la calle del “escorxador” (matadero). Dado el nombre buscamos el lugar en el que pudo estar dicha instalación. A la izquierda, un poco alejada de la calle y detrás del ayuntamiento, está la moderna escuela, por lo que pensamos que pudo estar en sus fundamentos, pero unos metros más arriba se encuentran las instalaciones de Aiguadicció dedicadas al Rafting y el barranquismo, era otra opción de haber podido contener el matadero, aunque nos pareció demasiado pequeño para tales menesteres.
Continuando ascendiendo, a la derecha podremos ver cerca los familiares campos de cultivo del barrio del raval, limitados por un canal de distribución de aguas.
En la esquina de la calle encontraremos la antigua serrería. A su lado se abre la amplia plaza Tornail, presidida por el ayuntamiento. Volvíamos a estar en el centro de Rialp.
Senderismo desde Rialp
Sin duda las rutas de senderismo desde Rialp son muchas y en todas las direcciones, podremos seguir los antiguos caminos hacia Altrón y la “Vall d’Àssua”, hacia Surp y el valle del río Caregue, hacia Beraní o hacia Llavorsí pasando por Tavérnoles.
Por ello os dejo la amplia selección de Wikiloc.
Pero por supuesto la que puede complementar la visita familiar de Rialp, es el circuito alrededor de la villa, a la que le añadiríamos la visita al Celler Cota 750, un final de camino espléndido, con un total de poco más de tres Km y de dificultad fácil.
Hemos elegido la siguiente propuesta de Wikiloc, en tres idiomas.
Servicios turísticos
La valoración media del usuario es de Google (2023)
Restaurantes
Esta amburgueseria, en la que junto con su plato estrella podréis comer un laing o su especial rape, cuenta con una valoración de 9 por los usuarios, que al ser numerosos acredita la puntuación.
Con un 8’6 en la valoración de los clientes, presenta un menú de comida casera Km.O. Destaca su cordero ecológico (raza xisqueta). Se valora el precio adecuado para el buen nivel gastronómico que ofertan.
Con una valoración de 8, sus pizzas, pastas y ensaladas tienen una alta reputación.
Restaurante brasería la Vall d’Assua.
Tiene un 7,2 en la valoración media de los usuarios, con una de cocina mediterránea se mezclan platos marroquís, italianos, locales… compite con la Indiscreta Burger en su Laing, pero tiene un precio medio para algunos un poco alto.
Los usuarios le otorgan un 7, especialmente se critica la lentitud del servicio y no todas las tapas tienen una gran valoración.
Hospedaje
El hotel de una estrella tiene una valoración de los usuarios de 9. Con desayuno incluido, se resalta su cálido ambiente familiar y sus cenas.
Del restaurante abierto al público no dispongo valoración específica, pero muestra un extenso menú de exquisitos platos caseros, aunque es el más caro del pueblo, parece que está adecuado al alto nivel gastronómico.
Hotel de los condes de Pallars.
De tres estrellas y un precio bajo, la dejadez de las instalaciones y habitaciones tiene bastantes críticas, de aquí que la valoración del usuario sea de un 7.
Apartamento dúplex con la capacidad para 6 personas. Tiene una valoración de los usuarios de excelente: 9’8.
Es un apartamento turístico dentro del casco antiguo (carrer del mitg) para un máximo de 8 personas, tres habitaciones, tres cuartos de baño… Tiene una valoración de 9.
Cuentan con 17 apartamentos modernos de 1,2,3 habitaciones. No dispongo de valoración.
En los límites municipales de Rialp con Sort, en la carretera comarcal, Por la misma carretera comarcal, a unos 500 metros en dirección a Rialp, a la izquierda se encuentra el “Alberg Les Estades”.
Con una capacidad para 172 personas, ofrecen habitaciones múltiples de 2 a 10 plazas, habitaciones de 6 múltiples con terraza comunicada con otras dos y compartiendo una gran terraza. Piscina. Servicio de medio y completa pensión. La valoración media es de 8,
A unos trescientos metros del cruce al Albergue, entre la carretera y el río Noguera se encuentra el Hotel Les Nous La valoración del hotel y restaurante van unidas, con un 9,2.
El restaurante abierto al transeúnte (importante reservar) , cuenta con un menú degustación a 25 € (2023), todos destacan la cualidad del producto y su alto nivel gastronómico, especialmente resaltan los arroces, pero no hay platos en el menú que no se ensalcen, sin olvidar los postres.
Servicios lúdico-deportivos
Rafting, barranquismo…Valoración 9,6
Quads Pallars. Valoración 9,6.
El grupo cuenta con la escuela de esquí Cims del Pallars, la tienda Floc de Neu para alquilar material de esquí y el Parque Cims Aventura.Valoración 9,2.
Hípica Rialp. Valoración de 9,6.
Entre la comarcal y el albergue Les Estades se encuentra el complejo deportivo del
Gimnàs PlaySports, contando con un amplio gimnasio dotado de maquinaria especializada, piscina climatizada, spa, sauna, pistas de pádel, un bar y actividades de Paintball-Quads. Valoración 7,4.
Al día siguiente iniciaríamos la RUTA 11, visitando el valle del río Caregue y la “Vall d’Àssua”. Dormiremos en Sort, siendo el lugar en el que pernoctaríamos tres noches.
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El castilllo de Rialp
El castillo, aún estando en los límites territoriales del Conde del Pallars no pertenecía a éstos, lo que provocaría continuos conflictos por las ambiciones condales.
El castillo de forma específica no sería documentado hasta 1263 en relación con los conflictos entre el señor de Bellera y el conde del Pallars.
En el último tercio del siglo XIIl, Arnau Roger I conde del Pallars, dirigiendo un ejército de nobles aragoneses y mercenarios de los Commenges arrasaron Rialp.
En 1281, después de la revuelta de la nobleza catalana contra la monarquía, el castillo era feudo de Ponç de Ribelles, que lo pone a disposición del rey, dado el juramento de Ramón Bellera al rey Pere el Gran (Pere III de Aragón y Pere II de Catalunya-Aragón) cediendo varios castillos del valle, entre ellos el de Rialp.
En 1352 la baronía de Bellera empeña la “Vall d'Àssua” y Rialb a los vizcondes de Castellbó, adquiriendo el castillo de Rialp la capitalidad de estas posesiones, por lo que parece Torena en Llesui y el castillo de Malavella (no ha sido encontrada su ubicación) lo habían ostentado hasta entonces.
En 1435 Jaume Bellera vende el valle de Àssua y la Baronía de Rialb a Arnau Roger del Pallars, este Obispo de Urgell y treceavo copríncipe de Andorra (no confundir con el conde Arnau Roger I) otorga la juridicción del territorio a Joan I, conde de Foix i vizconde de Castellbó. El procurador del conde sería enviado para recorrer el territorio para tomar posesión. Este procedimiento sin el beneplácito del Rey, provocaría la ocupación del territorio por el ejército realista.
A partir de entonces los conflictos serían continuos. Después de numerosos pleitos legales, en 1460 pasaría por reconocimiento de compra a los condes de Foix y vizcondes de Castellbò.
El cuartel de Rialp y Àssua ( comprendiendo también el valle de Baiasca) se convertiría en uno de los cinco en los que se dividía el vizcondado.
En 1492 enfeudaría a Joan Xiberri «Matxicot», por sus servicios a los Foix en Navarra y veguer del vizcondado de Castellbò, sería el encargado de reconstruir el castillo y las murallas.
El veguer era un magistrado que ejercía funciones gubernativas, judiciales y militares. El cargo sería abolido en el siglo XVIII.
La fortaleza tendría un papel importante en la guerra contra Joan II, en la que los condes de Foix colaboraron con el conde del Pallars Sobirà contra la “Generalitat”.
En 1512 Ferran el Catòlic confisca el vizcondado de Castellbò, Rialb i el valle d'Assua, un año más tarde pasarían todos los bienes a su esposa Germana de Foix, que en 1528 habiendo enviudado, hipoteca a carta de gracia (con derecho a retracto) los territorios a favor de Lluis Oliver de Boteller. En 1548 retornarían los territorios al vizcondado.
Al inicio del siglo XVII el castillo ya estaba en ruinas, pero hasta la desaparición de los señoríos en el siglo XIX continuaría perteneciendo al vizcondado de Castellbò. Así, aunque en 1718 Rialp figura perteneciente al rey, en la relació del 1831 de Galobardes, aún son posesiones de los vizcondes de Castellbò, igual que Roní y Beraní.
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