Salimos de Escàs hacia Surp, en 10 minutos recorreremos los casi 5 km que nos separaban del destino, abandonando la orientación hacia la carretera comarcal a mitad camino.
Pasando la calzada por encima del pueblo de Surp, observamos un buen lugar para aparcar. Un cartel nos orientaba hacia su interior a la quesería del Mateu, pero nuestro objetivo era conocer primero Rodés, por lo que continuamos en ruta tres kilómetros más.
Llegando a Rodés, a la derecha se abre un camino que conduce a su iglesia parroquial, decidimos continuar hasta el interior del pueblo y visitarla más tarde desde allí.
De todas maneras nos paramos unos minutos para observar la estampa del templo con el telón de fondo del valle.
RODÉS
Joan Coromines plantea tres posibilidades en el origen de su toponimia, observando la más plausible la proveniente del catalán antiguo: “rodees” (rueda y rodillo de molino).
Las otras, son un topónim de origen germánico: “Rothari” y de origen occitano: “rutenis”, éste último da nombre al pueblo francés de Rodez.
El pueblo se ubica a 1091 de altitud, alzado sobre la vertiente derecha del Noguera Pallaresa.
Corona el pueblo por el norte espesos bosques de pinos, en el que también proliferan en la parte baja las encinas.
Mantuvo desde finales de la alta y gran parte de la baja Edad Media el castillo de Rodés (hoy totalmente desaparecido).
Por debajo, cerca del cauce del Noguera Pallaresa, se encuentran las ruinas del Monasterio de Sant Vicenç d’Oveix, antigua abadía benedictina a la que dedicamos la nota final del post.
En el censo de 1553 se declaran 7 “hogares laicos” reuniendo 35 habitantes.
Tres siglos después, cultivando centeno, patatas, judías y heno, criando ganadería ovina, bovina y equina, y con una buena caza de liebres, conejos y perdices, eran 6 familias reuniendo 35 habitantes.
En la década de los 70 agruparía 23 vecinos, siendo la despoblación permanente hasta final de siglo, residiendo una década después tan solo 9 almas.
Entraría en este siglo reuniendo 6 personas, pero tan sólo en dos años alcanzarían los 20 censados. En 2024 conviven 14 habitantes.
En la actualidad se pueden apreciar pequeñas explotaciones ganaderas de ganado ovino y huertos familiares.
El turismo también puede encontrar hospedaje en el Refugio Casa Canelo. Con una valoración de 9,6 (Google, 2024) se presenta este Refugio modernamente habilitado, de tres habitaciones de 4, 6 y 10, con una capacidad para 18/20 personas, cocina comunitaria y dos lavabos.
Está situado al extremo sureste del pueblo, su moderno tejado de pizarra lo significa en relación con el resto de edificaciones.
La fiesta mayor se celebra el último domingo de agosto.
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Rodés. Mapa del ICGC |
Habíamos dejado el coche cerca del huerto de la Pepita, que en aquel momento ella misma lo estaba regando.
A nuestra izquierda, en dirección al barranco se aprecia la Casa Gep, una amplia y robusta casa muy bien conservada con una excelente y respetuosa restauración.
Nos internamos por el centro del pequeño y compacto núcleo de edificaciones, cruzado por la única y estrecha calle que lo divide.
Tengo que decir que en su interior descubrimos que muchas de las reparaciones modernas de las paredes el ladrillo remplazaba la piedra.
En la actualidad se mantiene la solera de seis familias : Casa Consolet situada en la vertiente norte, Casa del Sol y Casa Canelo ( Refugio rural) ubicadas en el extremo del pueblo orientado a levante, esta última besando el vertical acantilado.
En el lado sur encontraremos Casa Vicent y más arriba un conjunto de edificaciones de casa Agustinet. Por desgracia observamos que las obras realizadas en parte de los tejados, la pizarra había sido remplazada por la uralita.
No tardamos en llegar, bordeando el barranco y disfrutando del paisaje, otra vez a la casa Gep, pero esta vez la admiramos desde el otro lado, volviendo a valorar la excelente restauración de esta robusta edificación.
Habíamos llegado al punto inicial, ahora, dejando a la derecha el huerto de la pepita, ascendimos hasta los corrales de Cal Agustinet, en su interior el ganado ovino joven se mostraba activo comiendo, mientras que los adultos parecían estar en su momento de reposo.
Un poco más arriba, a la izquierda encontraremos la fuente y el abrevadero, limitados bajo un pequeño promontorio rocoso.
Al acceder por encima de la fuente, el espacio plano y dorado por la hierba seca, nos hizo pensar que posiblemente era el lugar en el que se estableció el pequeño castillo. Lo preguntamos a dos vecinos, recibiendo respuestas contradictorias.
Sant Andreu de Rodés
Es una pequeña iglesia con una nave de planta rectangular. La puerta con arco de medio punto se orienta a poniente y se accede por debajo de un pequeño atrio adosado. Por encima del atrio se abre un pequeño ojo de buey, única luz del templo.
La mampostería es de piedra mediana pizarrosa sin desbastar. Corona la nave una armadura de madera a dos aguas cubierta de pizarra.
En el ángulo sudoeste se levanta la torre campanario de base cuadrada de tres plantas que en su origen mantuvo función de torre vigía. En 1964 fue sustituida la deteriorada planta superior por una espadaña de dos vanos con arco de medio punto y tejadillo a dos aguas, luciendo las dos campanas.
La espadaña se irguió con ladrillo, está oculto tras un blanco rebozado que nos pareció cemento y dispuesto de manera chapucera, dado que su deterioro a pesar de la modernidad era manifiesto, especialmente desnuda se mostraba la parte trasera de la espadaña.
Volvimos a descender al pueblo, pero antes nos entretuvimos unos minutos en el placer contemplativo del paisaje.
Senderismo desde Rodés
Posiblemente la más popular es la circular al despoblado de Sant Roma de Tavérnoles, os dejo quí esta propuesta de Wikiloc de unas 4 horas, recorriendo 13 Km de dificultad técnica fácil.
La también muy practicada es la excursión de Rialp por el castillo. Alrededor de 4 km de recorrido, una hora y veinte de marcha y con un dificultad técnica fácil.
Os dejo también esta preciosa propuesta circular de Wikiloc, desde Rodés, de unos 20 km de marcha recorriendo la parte norte del valle “d’Àssua” (Surp, Caregue, Escàs…), el tiempo se plantea en tres horas y media, pero creo que se equivoca, andando creo que hay que añadirle al menos un par de horas más.
Salimos de Rodés transitando hacia Surp en pausada marcha, disfrutando del paisaje.
SURP
Según Joan Cormines, Surp (igual que Sorpe) provienen de “Surri”, con raíz iberovasca “çur” (zur) que significa: madera, con el sufijo significando abajo; es decir: bajo la madera o bajo el bosque.
Posiblemente hace referencia al denso bosque de pinos que invade la parte norte del pueblo.
El pueblo está situado en la vertiente meridional del “Serrat de Cortinos”, al noroeste y por encima de Rialp, a la derecha del Noguera Pallaresa y a la izquierda del torrente de Sant Antoni, gozando como el resto de los pueblos del Valle de una excelente panorámica.
Se tiene mención escrita de la villa por primera vez en 1102, cuando el abad Ponç de Gerri, cedía un viñedo a Isarn de Caregue a cambio de la mitad de la cosecha. Una década después la condesa Eslonça hace una donación de tierras de Surp al monasterio de Gerri.
El castillo, hoy totalmente desaparecido, se documenta por primera vez en 1126 siendo de dominio de los condes del Pallars Sobirà, teniendo de feudatarios a los Caregue.
Así, figuran de esta familia en 1126 Berenguer i Guillem y en 1170 Berenguer d’Aspha i Guillem. A finales del siglo XII son feudatarios los Torena, en 1181 a favor de Bernat y en 1195 de Ramón.
Al casarse Guillem de Bellera con Gueraua (hija de los condes del Pallars) todo el valle de “Àssua” pasa a manos de los Bellera en 1252.
En 1272 Guillem de Surp, antes de incorporarse a la orden de los hospitalarios (transformándose siglos después en la orden de malta), hace donación del castillo y de la villa de Surp a su sobrino Berenguer, hijo de Beatriu de Surp.
En 1378 el conde Hug Roger II del Pallars Sobirà enfeuda el castillo a Joan de Bellera.
En 1435 Jaume de Bellera vende la Vall d’Àssua y la baronía de Rialp al conde pallarés Arnau Roger. Pero los procuradores de Jaume de Bellera cedieron a Joan I, conde de Foix y vizconde de Castellbò la justícia de los pueblos del valle, no pudiendo tener posesión efectiva hasta 1460. Formando parte Surp del “quarter” de Rialb del vizcondado de Castellbò.
Los condes del Pallars conservarían la potestad del castillo hasta 1496, siendo entonces entregado a Bàrbara d’Eroles. En 1545 se debatían en el juzgado por su posesión los duques de Cardona (herederos del condado) y los “castlans” Alfons d’Aragó i Mariana d’Eroles.
Un “castlà, carlà o castellà” (castellano) era un vasallo del conde (caballero sin necesidad de ser noble) encargado de la guardia y custodia de un castillo y de su territorio (“castlania”). Normalmente contaba con varios caballeros a sus órdenes.
En 1351 se documenta que vivían unas 40 personas. Siendo lugar Real, tal lo era Tírvia o Rialp, en el fogaje de 1553 en el pueblo residía 1 hogar eclesiástico y 14 laicos, conviviendo alrededor de 75 personas.
En 1857 Surp, siendo cabeza del municipio homónimo, tenía 27 cabezas de familia, conviviendo 132 habitantes, agrupaba entonces los pueblos de Rodés ( 81 hab.), Escàs ( 91 hab.) y Caregue (209 hab).
No he conseguido información del desarrollo poblacional en el siglo XX, supongo que sigue el mismo proceso que los pueblos de la comarca después de la guerra y especialmente la despoblación de la década de los 70.
Si nos fijamos en las casas del pueblo, 2/3 partes son anteriores al siglo XX y el tercio restante del primer tercio del siglo XX, denotando un crecimiento productivo que no se refleja en el resto de los pueblos del municipio.
A partir de 1970 se incorporó todo el municipio al ayuntamiento de Rialp.
En el año 2000 convivían 17 almas. En 2012 eran 34 los habitantes y en 2023 se contabilizan 25 censados.
La fiesta mayor del pueblo se celebra el tercer domingo de septiembre.
El 17 de noviembre celebran la festividad de los santos patronos, con una misa solemne y el Canto “goixos”.
El turismo rural también cuenta con una buena oferta de alojamiento en el pueblo, el Paller del Coc, ofrece tres apartamentos rurales, dos para un máximo de 4 y otro para un máximo de 5. Con una valoración media de los usuarios de 9,6 por el alojamiento y de un 9 por la singular oferta: gastronómica dirigida por el chef Mariano Gonzalvo, en el que se realizan talleres interactivos de gastronomía con productos de cualidad de Km 0 y el espacio de bienestar, en el que se ofertan masajes y terapias corporales efectuadas por las expertas manos de Silvia ayudada por productos naturales.
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Surp. Mapa del ICGC |
Viniendo de Rodes dejamos la carretera para desviarnos hacia la izquierda, divisando a unos cincuenta metros las primeras casas en la parte baja del pueblo.
Tengo que decir que tuvimos la posibilidad de aparcar, pero acompañados por la suerte. Creemos, tal observamos antes dirigiéndonos hacia Rodés, que se puede aparcar bien en la parte alta, en la que podéis acceder a la quesería y desde allí visitar el pueblo.
Nosotros estábamos al lado de un precioso establo arqueado del siglo XVIII, con una pequeña hornacina en la fachada frontal a la entrada.
Nos dirigimos a la plaza del pueblo en la que se ubica la fuente, ascendiendo por la calle del mitg (del medio), major (mayor) o “del Castell” (del castillo).
Surp está situado en la falda de la montaña con las casas escalonadas y con estrecha separación entre ellas formando tres calles que bajando desde las alturas, en el que se situó el castillo, mantiene la esencia formal de la “Vila closa” (Villa cerrada) que un día fue.
En su interior aún se respira un aire medieval y, como en tantos pueblos que hemos evocado de la comarca, el tiempo parece haberse detenido en el siglo XIX.
Ascendimos por rincones estrechos y pasos por debajo de las casas, orientando los pasos hacia el noroeste del pueblo. Llegando al extremo de la calle, descubrimos una zona en la que se concentraba, posiblemente, la mayor parte de casas de principios del siglo XX.
Frente a una fuerte pendiente encontraremos la Casa Bertrán, casa solariega del siglo XVII, que según dicen la familia tiene un pasado milenario, aún hoy son dueños de muchas tierras, pajares, establos y bordas en el pueblo y fuera de él.
En su fachada frontal se sitúa la mayor parte de ventanas y balcones. Se descubren sobre la planta baja cuatro pisos, los dos primeros con balcones de gruesos marcos blancos con arcos rebajados y puertas rectangulares. En el cuarto piso se abre una ventana también con marco de arco rebajado y ventana cuadrada. En el último piso (golfas) en el que estaba el palomar se abrían dos ventanas más pequeñas.
La puerta de entrada es de arco de medio punto con un óculo bocinado por encima. Por la forma nos podía indicar que tras ella estaba el oratorio particular de la casa, pero por otra parte parecía la única puerta de entrada a la vivienda.
Internándonos por su derecha encontraremos el último pasaje cubierto antes de alcanzar el límite superior del pueblo. Ascendimos por las escaleras pasando bajo un alto y estrecho portalón de piedra con arco de medio punto dovelado en hojas de libro.
Bajamos por la parte occidental del pueblo limitada por el barranco.
Hasta llegar al sureste en el que se encontraba aislada la iglesia románica.
Sant Iscle y Santa Victòria
Según parece se erigió el templo entre finales del siglo XI y principios del XII. Está dedicado a los hermanos cordobeses mártires: Sant Iscle (San Acisclo) y Santa Victòria. La Santa no aparece asociada a su hermano, ni es mencionado su martirio hasta el siglo VIII en un documento de dudosa fiabilidad, sería reconocida patrona de Córdoba en el siglo XI.
Su influencia nace bajo la liturgia visigoda que se mantendría en algunos lugares del norte de la península (Cantabria, Álava…) hasta el siglo XII, mientras que en Occitania se la acoge bajo la liturgia oficial romana un siglo antes.
Está documentado el templo por vez primera el año 1314 en la visita de los delegados del arzobispo de Tarragona formando parte de las iglesias del decanato de Montenartró, nombrándola: “ecclesiam Sancti Asiscli de Surp “ (no se menciona a Santa Victoria).
En 1575 pasaría a formar parte del oficialado de Sort. En la actualidad depende de la parroquia de Rialp.
Muestra el templo románico una trabajada sillería de piedra pizarrosa bien desbastada dispuesta en hileras regulares.
En un principio era de una sola nave con tejado de madera, un arco presbiterial que la unía hacia levante con el semicircular ábside lombarda con doble arcuaciones entre lesenas, utilizando la misma piedra pómez con la que adovelan la ventana de doble derrame en el centro y la otra de un solo derrame en el lateral.
La nave está cubierta por una armadura de madera poligonal revestida de pizarra.
En tiempos posteriores se le añadiría la pequeña capilla en la fachada norte y la sacristía al sur cercada por el cementerio.
La puerta orientada a poniente es de gran sencillez, con arco rebajado rodeado por un marco de piedra blanca que continúa en columna en el lado derecho.
La protege de la lluvia un tejadillo de única vertiente cubierto de pizarra. Por encima de éste se sitúa un ojo de buey bocinado.
En la fachada orientada a noroeste, sobresaliendo por delante de la nave, se alza el alto campanario de base cuadrada de dos plantas. La inferior sin oberturas.
El color de la piedra puede señalar un tiempo de construcción distintos. Es curioso observar que son diferentes cada cara de la torre en la segunda planta.
Aunque mantiene en todas las caras amplias lesenas en las esquinas, en la fachada orientada a levante los dos pisos están separados por arcuaciones en el centro, muestra arriba un amplio vano con arco de medio punto sin lucir campana y por debajo una bella ventana geminada adovelada.
En el reverso, fachada frontal de la torre, y en su lateral sur, está remplazada la ventana geminada por un humilde aspillera. El vano superior del frontal contiene la única campana del templo. En la cara norte está tapiada la aspillera
El acceso al campanario se hace por un acceso interno moderna, se puede apreciar fuera la original puerta con arco de medio punto tapiada.
El templo contaba a principios del siglo XX con un conjunto bastante degradado de pinturas murales del siglo XII, atribuidas al “Mestre del Judici Final”.
Este maestro itinerante con un estilo arcaico, basado en las miniaturas del siglo XI, con un estilo rústico, pocos recursos técnicos y alejado de las formas Ítalo-bizantinas, tan solo utiliza tres colores: blanco y negro y sus mezclas con tierras, produciendo sienas, marrones y rojizos.
Sin conocerse su nombre, se le llama así por las pinturas de la nave de la Iglesia de Santa Maria de Taüll y del ábside lateral de Sant Climent de Taüll.
No confundir con el “Mestre de Taüll”, considerado el mayor maestro del románico catalán y uno de los más grandes de Europa en el siglo XII. Su obra es de influencia bizantina, utiliza una mayor gama de colores y recursos técnicos y su organización del espacio es perfecta. Lo curioso es que coincidieran con estilos tan diferentes en las dos Iglesias de Taull.
En la actualidad las deterioradas pinturas se conservan repartides entre el Museu Diocesà d'Urgell, guardando el mayor fragmento del ábside, en el MNAC con un fragmento del apóstol Juan y en el Toledo Museum of Art a Ohio se expone el fragmento de los apóstoles Santiago y Felipe.
Las pinturas murales fueron sustituídas por un retablo barroco en el ábside, cediendo protagonismo en 2003 al colgarse en su lugar reproducciones en papelgel de los
fragmentos de las pinturas originales.
No pudimos acceder a su interior, por lo que nuestra opinión es desde una fotografía y por lo tanto poco válida por falta de vivencia, pero
Que las copias de las pinturas tapen en plano la curva del ábside y en un caballete se muestren tal retablo frente al altar, no me pareció la mejor manera de mostrar con orgullo las pinturas, ni ofrecernos su sentido histórico.
En su interior se conservan en esculpida piedra dos pilas de agua bendita y una bautismal, que parecen ser de la época de construcción del edificio.
Del templo dependen el oratorio de Sant Joaquim i Santa Anna de Casa Bertran (s. XVII) y la capilla de Sant Quiri de Surp.
Sant Quiri de Surp
Sant Quiri, está situada aproximadamente a unos 700 m de la Iglesia, el camino que por debajo de ella pasa en quince minutos nos acercará a esta ermita rodeada de campos de siembra, hoy utilizada como almacén agrícola.
Es una pequeña ermita prerrománica de una sola nave rectangular y un ábside semicircular orientado a levante. Cuenta en el centro con una pequeña ventana con arco de medio punto y carece de decoración. Está unido a la nave por un diminuto presbiterio mediante un arco de herradura y cubierto por una bóveda de tambor.
Al templo lo cubre una armadura de madera a dos aguas revestida de pizarra.
En los costados de los muros laterales interiores se pueden apreciar dos bancos de piedra. El altar está constituido por una forma cúbica de pedestal sobre el que se dispone una losa plana.
La funcionalidad agrícola comportó en este siglo enderrocar la fachada orientada a poniente, para guardar el tractor.
Ascendimos hasta acercarnos
a la quesería Casa Mateu, sus quesos y yogures de oveja y cabra son de reputada fama. Sabíamos que estaba cerrada, ya que su horari matinal era de 10 a 14 h. (de miércoles a domingo).
Aprovechamos después de ver la fachada de la quesería ascender un poco más y tener una visión desde arriba del pueblo, antes de volver a descender hasta el lugar en el que aparcamos.
Senderismo desde Surp
Surp está a poco más de 2 km de Rialp por la antigua senda que unía sus castillos. En los alrededores al norte el espeso bosque de pinos, con una amplia población salvaje: ciervos, zorros, jabalíes, quebranta huesos, buitres, etc.. y en la parte baja grandes bosques de encinas y la espectacular sierra de Cortinos.
Y por supuesto no hace falta repetir todos los antiguos caminos que desde los diferentes pueblos del valle de Àssua hemos anunciado, por ello os dejo el amplio compendio de posibilidades que Wikiloc nos ofrece.
La ruta acabaría en Sort, capital de la comarca. Ruta 12 (I).
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Sant Vicenç d’Oveix y los benedictinos.
Los pocos restos del monasterio de Sant Vicenç d’Oveix se encuentran saliendo de Rialp dirección Llavorsí, después del cruce a Surp dejaremos a mano derecha el grupo residencial “els notaris” (los notarios), para encontrar al otro lado un desvío de tierra a la derecha (antes de cruzar la carretera el Noguera Pallaresa). Aparcando antes del puente tendremos delante nuestro ascendiendo unos metros los pocos restos del monasterio.
Sobre el santo advocado no tengo claro si se refieren a San Vicente de Huesca, el llamado Sant Vicenç mártir (s.IV), el de León (s. VI) o el de Liser (s.V), por correspondencia con la congregación sería el segundo, pero por la procedencia Occitana de la abadía podría referirse al tercero. No encontré lugar que me lo aclarara. Recuerdo que Ferrer será el Sant Vicenç más popular en Cataluña, pero a partir del siglo XV.
Había doce fundaciones benedictinas dependiendo de Montecassino a mediados del siglo VI, habiendo muerto ya San Benito, pero no se expandió la orden hasta dos siglos después, siendo el Papa Gregorio el Grande y más tarde el imperio carolingio sus grandes impulsores.
Desde Occitania se extenderían por los Pirineos con la conquista carolingia, ocupando o remodelando antiguos cenobios visigodos, o construyendo nuevas celdas en territorios cedidos por los señores feudales.
La abadía de Sant Vicenç d’Oveix fue fundada posiblemente en tiempo de Lluis el Piadós (Ludovico I, hijo de Carlonmagno).
El lugar era conocido inicialmente con el nombre de Sant Vicenç de Insitil y figura por primera vez en el año 834 en un documento de Lotario I (hijo primogénito de Ludovico I), en el que se le concede inmunidad a la congregación.
Aunque la intervención del emperador en los asuntos del monasterio denota su gran importancia, en el 868 aparece unido al monasterio de Sant Pere de les Maleses (monasterio ubicado en el desfiladero de Collegats). A finales del siglo X volvía a figurar como abadía independiente.
En el año 910, Guillermo duque de Aquitania funda en una de sus granjas de Borgoña el monasterio de Cluny. Guillermo estableció que los monjes cluniacenses gozaran de total autonomía con respecto al poder real y secular, lo consiguió oficialmente en el año 988 cuando el sumo pontífice se lo concedió.
Falsos documentos del Monasterio de Gerri señalan que a finales del siglo XI le pertenecía el monasterio de Oveix, no sería hasta el año 1100 cuando el conde Artau II de Pallars Sobirà, de acuerdo con su hermano el obispo Ot de Urgell, concedió la potestad del monasterio a Sta. María de Gerri.
Pero por lo que parece la concesión tendría problemas, ya que 15 años después figura nuevamente bajo la influencia del obispado de Urgell, con una comunidad reducida al mínimo en la que tan solo figura el abad Berenguer Ramón.
Serán los principales agentes impulsando la influencia del arte bizantino en la obra románica europea (siglos XI/XII), pero también se convertirán en el mejor aliado de la curia romana en la imposición de la ortodoxia católica, siendo perseguidas por la intolerancia las disidencias, produciéndose a finales del siglo XII el genocidio cátaro.
Desde principios del siglo XII los monasterios cluniacenses se extendieron por toda Europa, igual que lo haría la nueva reforma impulsada por San Bernardo y los monjes blancos de Cîteaux que, entre otras consecuencias ideológicas, alentarían la aparición de los monjes-caballeros y las cruzadas.
Los principios espirituales originales: pobreza, castidad, igualdad y amor al prójimo se transformarán en argumentos de los evangelizados, pero serán ignorados por las instancias superiores eclesiásticas, imponiéndose la división de la sociedad en estamentos, algunos privilegiados y otros perjudicados por la gracia de Dios, determinando designio divino la sumisión de los humildes, legitimando la autoridad eclesiástica y el poder superior de la monarquía, la nobleza y los señores feudales.
Convirtiéndose en una ignorante, misógina y supersticiosa sociedad de evangelizados parroquianos, temerosos y culpabilizados siervos libres conviviendo bajo la esclavitud feudal.
Alcanzará el estamento eclesiástico desde principios del siglo XII un enorme poder económico y un radio de influencia sin atender fronteras, superior al de los propios nobles adscritos a ellas. Recordemos las continuas pugnas entre condes y feudatarios con la iglesia por la actividad recaudatoria de las grandes abadías benedictinas: La Seo de Urgell y Gerri de la Sal, grandes productores de falsos documentos para acreditar tierras, castillos, herencias, etc. que no siempre aceptarán los señores feudales.
En el caso de Sant Vicenç d’Oveix, desde finales del siglo XIII la falta de monjes y una deficiente rentabilidad, provocaron que se mantuviera tan solo un abad, conservando funciones recaudatorias.
En la visita a Sant Vicenç d’Oveix de los delegados del arzobispado de Tarragona en 1315, se hace constar que pertenece al decanato de Montenartró. Aunque se mantenía como abadía, conservando el título de abad, el lugar sería secularizado a finales del siglo XIV.
En 1718 el lugar es mencionado aún como iglesia, con un rector. En la visita pastoral de 1758 está incluida en el oficialado de Sort. A partir de entonces no hay más noticias, siendo abandonado definitivamente el edificio a finales del siglo XVIII.
XIV y extinguido como tal a principio del siglo XVI.
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