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22 diciembre 2022

RUTA 11 (III) . CAREGUE. Sant Martí. Mare de Déu de la Muntanya. ESCÀS. Sta. Coloma.


Salimos de Llessuí pasadas las tres y media de la tarde, haríamos el trayecto en pausado tránsito, primero por la propia calzada que, una vez dejamos la carretera hacia Sorre en dirección a Caregue, se transforma en una estrecha pista de montaña bordeando un sinuoso barranco; segundo por el impresionante paisaje por el que transitábamos y por último, el soponcio de la digestión del contundente almuerzo.


A pie de carretera encontraremos a unos 5 Km de Llessuí la ermita de Santa Anna. Un rincón espectacular en el que vale la pena detenerse varios minutos.


 


A menos de un  kilómetro, a la derecha y pasado el puente de Berasti, se alza a unos cinco minutos caminando la ermita de Santa María.


Era importante en el tránsito por estos caminos de humanos y animales, el poder tener consuelo y ayuda espiritual por el camino, aunque seguro que se agradecía mucho el disponer de protección frente a las inclemencias ambientales. 


A poco menos de 2 km se encuentra la milenaria villa de Caregue.


CAREGUE    


El pueblo está situado a 1165 m. de altitud, en una falda rocosa a la derecha del río Caregue y en el contrafuerte del “Serrat d’Arguer”.


Explica Joan Coromines que su toponimia proviene de  Caresgue “, en su origen “Karisue”, con el componente “Ker” (Roca) y el sufijo -sue que se transformará en -gue, pero del que no da definición, al menos en la wikipedia.


No he conseguido datos de su historia de forma específica, ni el saber si hubo un castillo, ni del papel de la villa en el medievo, por lo que parece su historia se mezcla con la ya comentada del valle de Àssua, sin adquirir ningún protagonismo hasta el siglo XV.


Uno de los elementos base de su economía ha sido tradicionalmente la cría de ganado ovino y bovino, contando con una magnífica montaña de buenos pastos que otorgó fama a sus carnes.


En el “fogatge” de 1553Caregue declara 1 fuego eclesiástico y 11 fuegos laicos, reuniendo 60 habitantes.


Durante parte de los siglos XVIII y XIX parece, sin datos que lo corroboren, estar más poblado que Surp, capital entonces del municipio.


Se cultivaba centeno, patatas, judías y heno. Se criaba ganado ovino y bovino. La caza de conejos, liebres y perdices era abundante.


En 1857 convivían 209 almas, pero el duro final de siglo provocó que en 1900 se redujera a 140 vecinos. En 1920 hay un cierto aumento, regristrando 195 habitantes

La guerra provocaría que en1940 se redujera a 115 almasEn 1959 registran 90 censados iniciándose una continua despoblación que provocaría una década después convivir 39 vecinos. En 1981 alcanzarían el mínimo histórico reuniendo 11 habitantes.


Se incorporaron a este siglo 20 censados, en 2009 alcanzarán convivir 31 almas, pero el goteo de despoblación continúa, así en 2023 tan solo conviven 13 habitantes.


El ganado ovino y equino forman parte en la actualidad de la actividad productiva, aunque la supusimos fuera del casco antiguo, ya que no encontramos animales en corrales dentro de la villa.


Las casas levantadas y restauradas en el siglo XX, siendo la mayoría del primer tercio, componen poco más de un tercio de los edificios del pueblo, el resto son anteriores al siglo XX.


Observamos bastantes edificios reformados que intuimos eran segundas residencias. Mantiene una buena oferta de apartamentos rurales y un pequeño restaurante. Por lo que también presumimos que el turismo es hoy parte importante de su economía.


La Fiesta Mayor es el 15 i 16 de agosto.


En la Mare de Déu de la Muntanya (patrona de la vall d'Àssua), se celebra un “aplec” el lunes de Pascua.


Servicios Turísticos 


Casa Bellera. En una casa del siglo XVII (en su publicidad se anuncia la construcción originaria del siglo XV) habitada por dicha familia hasta hoy, se dispone esta Casa rural, con 2 habitaciones dobles y 1 cuádruple. Todas con baño interior. Cuenta con un restaurante de comida casera. Le otorgan una valoración media de 9,6.

El Restaurante está abierto al transeúnte pero siempre con reserva, ya que tiene una capacidad máxima de 15 personas. Cocina tradicional, carne a la brasa, estofados, etc… con productes Km 0. También ofrecen cocina para celiacos y vegetarianos. No tengo valoración específica, pero los huéspedes valoran alto el nivel gastronómico de su cocina, aunque también el precio.

Casa Roset

Oferta dos apartamentos rurales totalmente equipados para cuatro personas, con cocina, dos WC cada uno, calefacción…La Valoración de los usuarios es de 9,8.


Ático. El Paller de Llau.

Un precioso apartamento rural totalmente equipado para cinco personas que tiene una valoración media de 9.



Caregue. Mapa topográfico del ICGC


Habíamos dejado el coche a la entrada sur del pueblo. Ascendimos por su interior en el que tuvimos la impresión de encontrar más vecinos que los censados. Incluso sería el único lugar del Valle de Àssua que veríamos jugar niños en la calle.


 


Recalamos pronto en la plaza Mayor, la actividad vecinal parecía concentrase allí, bajo la sombra de los edificios en un día que había sido muy caluroso.


Presidiendo la plaza se levanta la iglesia parroquial. A su lado se pueden apreciar unidas una casa anterior al siglo XX, con una de principios de éste y otra de finales, incluso prácticamente frente a ellas una levantada este siglo, convertido el ático en apartamento rural sobre los fundamentos de un añejo pajar.


















Sant Martí de Caregue


La iglesia neoclásica se levantó en 1785. Es de una sola nave rectangular de tres tramos cubiertos por bóvedas de lunetas y dos capillas a cada lado.


En la fachada orientada hacia el este se encuentra el portalón con arco de medio punto y por encima un óculo bocinado. Los dos están enmarcados en blanco, en el caso de la puerta ocultando el adovelado de fina sillería que lo cubre. Encima, bajo el piñón del tejado se abre una ventana cuadrada.



En el lado meridional de esta fachada se alza la alta y austera torre campanario de base cuadrada, que se convierte a la altura del piñón del tejado en ochavada irregular por rebaje de aristas.


Presenta tres molduras metálicas rodeando la torre y enmarcando los dos espacios superiores. En cada cara se abre un vano con arco de medio punto ligeramente rebajado, en los que observamos dos campanas.


Está coronada por un capitel octogonal irregular de pizarra con alta inflexión a la baseAl este se abre una pequeña lucerna.



Se dice que la fecha acuñada a la fachada de 1947, es el año en el que se rebozó de un beige claro la fachada frontal, si es así, hay que reconocer que está en muy buen estado después de siete décadas.


El coro, con balaustradas de madera, se prolonga en dos tribunas a cada lado de la nave sobre las capillas laterales.Tanto el coro como las bóvedas están reforzadas por una estructura metálica.


En su interior contiene un elegante retablo neoclásico semicircular en el ábside, presidido por una gran imagen de Sant Martí.


Altar de Sant Martí de Caregue. Inv.Arquit.Gen.cat. Fotog. Fortià Arquitectes.


Depende de este templo la iglesia de Sta. Coloma de Escàs y de la Mare de Déu de la Muntanya (patrona de la vall d'Àssua).


Ascendimos por el lado izquierdo del templo al segundo nivel del pueblo. Observamos que las calles trasversales son amplias, mientras que las ascendentes son estrechas y escalonadas.



Llegamos a un irregular tercer nivel. Es innegable que la restauración de las casas en general ha estado muy atenta en continuar la esencia de la arquitectura tradicional, incorporando preciosos tejados con buhardillas.



Continuamos ascendiendo posiblemente por la zona que en su conjunto mantiene mejor el recuerdo de su origen medieval.


 


Llegaremos, situada en los límites norte del pueblo, a Casa Bellera. Es una casa del siglo XVII (en su publicidad se anuncia la construcción originaria del siglo XV) habitada por dicha familia hasta hoy.

Parte de ella es Casa rural, disponen de 2 habitaciones dobles y 1 cuádruple. Todas con baño interior. Cuenta con un restaurante de comida casera. Aunque tiene muchas valoraciones negativas por el alto precio en relación a los servicios, cuenta con una valoración media de 9,6. Todos valoran alto el nivel gastronómico de su cocina.




Esta familia noble de herencia milenaria, igual que su castillo del siglo VIII en el Pallars Jussà, no hemos dejado de mencionarla varias veces unida al desarrollo y gobierno medieval en el Pallars Sobirà, especialmente del Valle de Ássua, tanto en el impulso de la trashumancia ovina y caprina, como en su administración, recuerdo que la baronía de Bellera gobernaría el valle de Ássua y Rialp entre el siglo XIV y XV. También le dedicamos a esta familia la nota final del post del torrente de la Glorieta.


Según parece, con documentos que lo acreditan, un miembro de la familia, Pere Joan de Bellera, se estableció en Caregue en el siglo XV. Adquiriendo con propiedades, tierras y animales, se convirtiría en la principal casa de Caregue y una de las más importantes del valle de Àssua hasta finales del siglo XIX.


La casa muestra testimonios aislados de su origen medieval: aspilleras defensivas, los gruesos muros perimetrales que cercan la casa, las arcadas de acceso a la casa principal o un carnero (insignia heráldica de la familia) labrado en piedra granítica sobre una chimenea exterior, haciendo hoy función de barbacoa.



La actividad principal de la casa hasta finales del siglo XX fue la ganadería ovina y caprina, las grandes dimensiones de sus cuadras y pajares señalan la gran cantidad de ganado que dispusieron. Durante varios siglos la actividad prestamista también distinguió la casa.


Si decidís dormir aquí, aprovechar para poder descubrir con ayuda de los anfitriones muchos más detalles fuera y dentro de la casa, reflejo de los diferentes momentos históricos que vivió, con la que podéis acercaros a conocer las transformaciones económicas y sociales sufridas en el valle de Àssua desde entonces.


Desde la casa Bellera se accede a la parte más alta de la villa, desde allí, al margen del contraste de los rehabilitados techos de pizarra con el hermoso verde del valle, se puede apreciar la inclinada disposición del pueblo.


 


Descendimos por el margen occidental hasta encontrar en su extremo sur los antiguos lavaderos, el abrevadero y la fuente bajo una arcada.

Por encima de la arcada se inicia el “camí del Serrat” hacia la Borda de Toni.



Senderismo desde Caregue


Posiblemente una de las más practicada por el turismo familiar, circular, de corta distancia (4,5 km), de poco más de una hora, con dificultad técnica moderada y de gran belleza paisajísticaes la de la borda de Toni. Sobre la fuente surge el camino.


Una propuesta circular bastante más atrevida pero de gran espectacularidad, es la que nos conduce a las Bordes de Llessuí, 12 km que necesitaremos casi seis horas, con dificultad técnica difícil.


Sin duda la más concurrida es la de Caregue a la Mare de Déu de la Muntanya. Santuario situado a 3 km por la pista de montaña, El acceso se puede realizar por una pista forestal accesible solo en 4 x4, aunque algunos atrevidos en utilitario alto lo han conseguidopero si lo hacéis andando os recomiendo este circuito circular de poco más de 7 Km que en menos de dos horas podemos recorrer con una dificultad técnica moderada, ascendiendo por el camino “de l’arenal” -Bordas de Bellera y regresando por les Compartes-Ermita de S. Josep-Serrat de Bellera-


De Caregue a la Mare de Déu de la Muntanya. Web: ICGC


Salimos de Carengue recién pasadas las 4:30 de la tarde, nuestro próximo destino era el pequeño pueblo de Escàs.


Pintoresca es su ubicación, apiñada la vecindad sobre la pendiente de una roca limitada por el barranco, con la superposición de las casas salvando el inclinado desnivel. 



Dejamos el coche a la entrada norte del pueblo, lugar en el que la calzada se divide, una bordeaba el límite norte del pueblo y la otra el límite sur, las dos confluían saliendo del pueblo unos trescientos metros después.


ESCÀS


El pueblo se sitúa elevado sobre la roca a 1.003 de altitud a la izquierda del río Caregue, que confluyendo con el torrente de Rialbo formará el río de Sall.


Joan Coromines dice que lo más plausible es que la raíz sea iberovasca: “aska” (valle, foso) con el sufijo -asse (parage, lugar). Desestimando la creencia de ser un adjetivo románico de “Escás” : avaro, mezquino.


Según parece, indicando la presencia humana en el lugar durante el neolítico, se encontró una hacha de piedra pulida, expuesta hoy en la colección de la Sala Molas de Vic.


La primera mención del pueblo la tiene su castillo en 1069. El pueblo sería documentado en 1124. Gelura, viuda de Bernat Caregue hace donación al conde Bernat de sus bienes en Escàs.

En 1164 aparece con el nombre de “Sescas” en la confirmación de bienes dispensada por el papa Alexandre a favor del monasterio de Guerri de la Sal.


En el censo de 1553 declara 8 fuegos laicos, reuniendo unos 40 habitantes.


Basándose su economía en la cría de ganado vacuno y ovino, dando caza a conejos, liebres y truchas y cultivando patatas, judías, centeno y heno, a principios del siglo XIX contaba tan solo con 7 famílias conviviendo 43 habitantes. 


Se incorporarían a este siglo siendo 19, en 2009 llegarían a convivir 30, pero en 2022 vuelven a ser 21 los censados.


No hay duda que el turismo forma parte importante en la economía del pueblo. Mantiene una docena de casas apiñadas ahondando en su solera, algunas convertidas en segundas residencias, pero todas parecen haber mantenido las formas tradicionales.



Aunque la cría lanar continúa siendo importante, el turismo rural también tiene protagonismo, contando con dos ofertas de hospedaje.


Cal Coix 

Está situado en la entrada noroeste del pueblo, este antiguo pajar lo convirtieron en dos apartamentos rurales completamente equipados para cuatro personas cada uno.

Tiene una valoración del 9,7 por parte de los usuarios y un 10 para su anfitriona Judith. Hay posibilidades con ella de participar en las labores cotidianas de los animales: ovejas (xisquetas), cabras, patos, gallinas, conejos, caballos y huerto ecológico, del que os ofrecerá una cesta de bienvenida.

Cal Julian

Casa rural totalmente equipada para un máximo de 9 personas en tres habitaciones. Está situada en el interior del núcleo vecinal y también con una alta valoración de la anfitriona también llamada Judit (me planteé si no eran la misma persona) Con pocas valoraciones le otorgan los usuarios un 9,5 de media.


La Fiesta Mayor se celebra el segundo fin de semana de agosto.

La fiesta patronal dedicada a Sta. Coloma, se festeja el primer día del año.



Habíamos dejado el coche a la entrada del pueblo, cerca de Cal Coix, cuando vimos un grupo de gente iniciando un paseo familiar.


Nos internamos en dirección contraria por la vertiente occidental del pueblo, bordeando el barranco se mostraba la imponente belleza del Montseny del Pallars.



Una docena de edificaciones se organizan entre estrechas calles, con continuos pasos bajo las viviendas aprovechando la roca de muro o levantando sobre ellas los fundamentos inclinados de los edificios.



El pueblo parece poco afectado por la modernidad, pero mucho por aprovechar bien el espacio en el que se apiña, calles prácticamente protegidas de la lluvia dada la proximidad de las cornisas de los tejados, puentes y pasadizos subterráneos…


 


En su extremo sur occidental, se divisan los pequeños huertos limitando el barranco.


Ascendimos por la calle central, llamada cada Mayor (aunque no lo es por su anchura), hasta toparnos en lo alto con la iglesia parroquial de Santa Coloma.



Santa Coloma d’Escàs

La actual iglesia, incluida en el inventario del Patrimoni Arquitectònic de Catalunya, según supimos se levantó hacia el año 1800 probablemente sobre un templo románico.


Sin documentación que lo acredite, la primera mención del templo se hace en el siglo XVI, en la que señala que desde el siglo XIV era sufragáneade Sant Martí de Caregue y por lo tanto perteneciente al decanato de Montenartró, pasando en el siglo XVII al oficialado de Sort. En la actualidad depende de la Mare de Déu de Valldeflors de Rialp.


La pequeña iglesia, con dificultades para poderla fotografiar en su conjunto dada la estrechez de las calles colindantes, es de una sola nave de planta rectangular cubierta con tejado a dos aguas de pizarra, la cabecera se orienta hacia el norte en la que destaca su amplia cornisa frontal.


La mampostería es de piedra pizarrosa irregular y ligeramente desbastada. En el sureste se sitúa la puerta de entrada con arco de medio punto, por encima un óculo bocinado da luz al templo. Los enmarca un enlucido desgastado y amarillento. En el caso de la puerta se puede apreciar el primitivo dovelado en hojas de libro de piedra pizarrosa.



Situada al lado derecho de la nave en la fachada principal, se alza la torre campanario de base cuadrada que se transforma sobre el piñón del tejado en octogonal irregular.


Cuenta con una pequeña ventana rectangular en la fachada frontal y sobre ella un vano con arco de medio punto en cada uno de los cuatro amplios lados. La corona un capitel piramidal octogonal irregular de pizarra. 



En su interior, a un lado de la puerta de entrada, se puede apreciar una pica beneitera sin decoración que se supone prerrománica.


Continuamos ascendiendo unos pocos metros hasta alcanzar la carretera del límite superior.



Delante de Cal Coix se encuentra la fuente y sobre ella un pequeño promontorio amurallando  la calle.



Sabiendo que probablemente hubo un pequeño castillo, aunque ande oculto el testimonio de ello, nos lo imaginamos emplazado en ese lugar, en el que se observaban en lo alto algunas paredes de una casa en ruinas. 


Trasladándonos hacia abajo en busca del coche, observamos en la parte baja que la roca  presentaba hiladas de piedra, configurando muros de contención. Probablemente -pensamos-podríamos obtener desde arriba una buena panorámica del pueblo y de su iglesia, por lo que decidimos ascender.


La sorpresa devino al llegar, observando que el interior de los derruidos muros de la casa sin techo estaba lleno de cajas y maderas abandonadas, entre ellos vimos asomar tímidamente el morro de un joven zorro. Unos segundos bastaron para volverse a esconder.


Nos dirigimos con sigilo a la parte trasera, descubriéndolo con la misma sorpresa con la que él nos miraba. Los dos mantuvimos la parálisis de nuestro cuerpo, parecía reconocer la presencia humana sin perder una mirada de desconfianza.


Con respeto y evitando el asustarlo, observamos que nada lo ataba al lugar. Sin palabras y después de varios minutos de contemplación mutua, decidimos otorgarle tranquilidad con nuestra distancia. 


Otra vez dispuestos al otro lado de las maderas, vimos asomar de nuevo su morro cuando nuestros pasos habían iniciado el descenso.


¿Qué hacía allí? Era un interrogante con muchas respuestas imaginativas, pero en todo caso para nosotros lo importante había sido la emoción del encuentro.


Descendimos hacía el aparcamiento sin acordarnos que el objetivo era obtener desde arriba una fotografía de la villa y de su iglesia.



Senderismo desde Escàs


No encontré rutas específicas desde Escàs, pero seguro que desde el pueblo os indicarán pequeñas rutas familiares por los entornos que os fascinarán. Averiguamos tarde que hay cerca una preciosa hondonada llamada de las brujas, pero no supimos situar su ubicación.


Recordar las propuestas circulares anunciadas desde Caregue, Surp o Altron haciendo escala en Escàs. 


Posiblemente un poco más larga pero familiar y espectacular, sigue siendo la ruta por el Valle de Àssua desde Rialp, recuerdo que podemos adaptar su inicio desde varios pueblos, en este caso: Surp, Escàs y Sorre. La propuesta circular de Wikiloc es de 10 Km, unas 4:30 de marcha con dificultad técnica moderada.


A partir de aquí el listado de posibilidades de recorrer el Valle, del que dejé varias propuestas en el capítulo primero de esta ruta, son muchas y más largas, pero todas adaptables desde Escàs.



Eran las 17:35 cuando nos despedimos de Escàs, para transitar hacia los últimos destinos de la ruta 11 (IV) : Rodés y Surp.


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“Mare de Déu de la Muntanya”


El milagroso descubrimiento de la imagen de la Virgen de la Montaña, vuelve a repetir todos los elementos hasta ahora descubiertos por la comarca en las apariciones marianas.


Un pastor observa que un macho bovino (símbolo mítico de fuerza divina) se quedaba quieto en un lugar y de golpe se ponía a escarbar con insistencia el suelo.


Mare de Déu de la Muntanya. Wikipedia.

El pastor se acerca y al observar varias veces la acción, decide continuar la labor del animal. Escarbando el suelo apareció bajo tierra la talla de la Virgen. 


Decide trasladarla a pueblo de Caregue, del que es vecino, pero una fuerza inesperada no le permite descender con ella y comprende que la imagen le está indicando el lugar en el que quiere quedarse, un alto llano rodeado de Montañas (simbólico entorno mariano por excelencia)


Su historia oral se hizo muy popular, tanto que el valle de Àssua la convertiría en su patrona. Se edificó en el lugar una humilde ermita (siglo XIII) que llegaría a ser un importante lugar de peregrinación y devoción.


En época moderna, se cree que a finales del s. XVI o principios del XVII, un granjero hizo la promesa a la Virgen de levantar un nuevo santuario si, frente a la gran tormenta que descargaba sobre el lugar, protegía su ganado. Una vez realizada la promesa con las rodillas clavadas en el suelo y los brazos alzados al cielo, observó que todo el ganado se agrupaba alrededor de la ermita.


Salvándose todo el ganado, cumplió con la promesa levantando el actual templo, complementó el ábside con un bello retablo barroco presidido por la talla.


Durante tres siglos se ubicarían varios ermitaños por sus alrededores, los que irían levantando primero y restaurando después algunas pequeñas edificaciones. El último la abandonaría a mitad del siglo XIX.


Es un templo de una sola nave de planta rectangular, con bóvedas soportando la armadura de madera del tejado a dos aguas cubierto de pizarra. Está coronado por un campanario de espadaña de dos ojos con cubierta en semicírculo.


La mampostería es piedra pizarrosa ligeramente desbastada, unidas con barro y embellecidas exteriormente con mortero de cal.


La fachada principal orientada a poniente cuenta con una puerta con arco de medio punto, franqueada por dos alargados vanos también con arcos de medio punto. Por encima de la puerta se abre el óculo bocinado. Todos están enmarcados por un grueso relieve encalado en blanco.


Dentro se encuentra el precioso retablo barroco presidido por la copia de la “milagrosa” talla.

También es interesante el suelo, en general de amplia y plana piedra pizarrosa, pero con un dibujo en el pasillo central a modo de alfombra compuesto por pequeños cantos de río.


Mare de Déu de la Muntanya. Inv. Arquit.Gent.Cat. Foto. Artià Arquitectes


Hay dos edificaciones adosadas que no forman parte del templo, pero están integradas en el conjunto.


Después de la guerra civil, en la que se mantuvo el templo ajeno a ella, se realiza una importante reforma por iniciativa popular.


La despoblación durante las décadas de los 70 y 80 propició que el Museo Diocesano de la “Seu d’Urgell” trasladara la talla gótica de la “Mare de Déu de la Muntanya” a sus dependencias, con la excusa de salvaguardar su conservación. 


En un principio sería remplazada por la Mare de Déu de Bernui (s.XII), de la que hablamos desde dicho pueblo en el post anterior.


Una fuerte demanda vecinal del valle, determinaría que en 1986 se realizara una copia de la talla original por el artista pallarés Josep Calvet (el “terrisses”), devolviendo también en reclamo popular la talla románica original a Bernui.


“ L'aplec” (romería) de la Mare de Déu se celebra en la segunda Pascua y paticipan vecinos de la Vall d’Àssua y Rialp. En su solemne misa cantarán “els goigsde la Mare de Déu de la Muntanya.

También se realiza una romería el 16 d'agost desde Caregue, coincidiendo con la celebración de su fiesta Mayor.



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