20 septiembre 2021

RUTA 4 (II) . ESPOT. Puente de la capella. Santa Llogaia. Torre del Moro. Llac Negre. Estación de Esquí Espot. Sta. María.



ESPOT


Según Joan Coromines es un topónimo de origen iberovasco, plantea una primera hipótesis con el significado de: bajo la roca, haciendo referencia a la situación del núcleo vecinal más antiguo situado en “l’obaga” (vertiente sombría) del valle.


La segunda hipótesis, derivándose de: ez (no) y potus (juntos), es decir: no juntos, haciendo referencia a la característica de estar formado por dos núcleos de población separados por el río.


Historia


La primera mención del pueblo figura en la Consagración de la Catedral de la Seu d’Urgell. A finales del siglo XI se identifica junto a Santa María de Espot (ermita en ruinas que visitaremos saliendo de Espot), como parroquia de dos aldeas situadas a cada lado del río. En el siglo XVI aún se mencionan estos núcleos como Solau y Obac.


Obac o obaga en catalán hace referencia a la vertiente húmeda y sombría del valle, en la que las horas de sol son menores, a diferencia de la Solana (Solau), es decir, la vertiente más seca de la montaña encarada al sureste, siendo la que recibe la primera luz del día.


En una crónica del siglo XVIII de Francisco de Zamora señala que en el valle de Espot hubo al menos cinco aldeas: Santa Maria, Sant Esteve, Sant Pere, Sant Maurici y Sant Just. Por lo que se deduce que posiblemente Solau y Obac podrían corresponder a una primera unión de estos núcleos vecinales a cada lado del río, ¿más alejado Estaís?…


En el siglo XV, formando parte de los duques de Cardona, se inicia un periodo de lento crecimiento, llegando a mediados del siglo XVI a convivir un centenar de vecinos. 


Será a partir de finales del siglo XVII cuando se inicia un importante desarrollo económico en el Valle, con un aumento del comercio agropecuario y la industria de la madera. Se haría notorio desde mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIXalcanzando junto a Estaís el medio millar de habitantes. En el pueblo de Espot residían 376 habitantes, en Estaís 120.


En una tierra pedregosa y de baja calidad, con una agricultura de autosuficiencia familiar, se cultivaba trigo, cebada, centeno, patatas, hortalizas y legumbres… Rodeados de altas cumbres y frondosos bosques de abetos, pinos, encinas, abedules y robles… junto a grandes, altas y desforestadas planicies que alimentaban ganadería de todo tipo. Contaban con buena caza de conejos, liebres, perdices, urogallos, rebecos y osos (acabaron con éstos igual que con los lobos), también era abundante la pesca de truchas y anguilas.


Sin conocer las razones específicas de Espot y Estaís, pero supongo que las mismas o parecidas a las producidas en la comarca: desamortización, malas cosechas, filoxera, epidemias… la población del municipio descendió considerablemente, incorporándose con 310 habitantes al siglo XX.


Mantuvo la población estable hasta la década de los 50, en la que construirían en el valle del río Escrita las primeras presas y centrales eléctricas del Pallars Sobirà: Espot (1952) Lladres (1953) San Maurici (1954) Torrassa (1955)…, duplicándose en dos años la población, llegaron a sobrepasar los 600 residentes.


En la nota final de este post haremos mención a la tardía electrificación del Pallars Sobirà, comportando un largo periodo de retraso y pobreza de esta comarca hasta entonces aislada.



A mediados de la década de los sesenta, una vez acabadas las obrasvolvería a reducirse la población de Espot a 380, pero continuaría el éxodo durante las dos décadas siguientes, alcanzando el mínimo poblacional en 1981 con 212 habitantes.


A partir de aquí, de forma muy lenta pero continúa no ha dejado de crecer, oscilando en función del desarrollo de las pistas de esquí que, aunque amplió considerablemente el turismo de invierno, no dejó de superar muchos contratiemposEntrarán en el presente siglo 298 habitantes, en 2010 figuran censadas 360 almas y en 2023 serán 386.


Los ganaderos de la villa, tradicionalmente productores de todo tipo de ganado: bovino, equino, ovino…, a finales de siglo XX decidieron desarrollar plantas lecheras, especializándose en el pastoreo de vacas y terneros. Su ejemplo se extendió por gran parte de la comarca.



De todas maneras, está claro que desde el último cuarto del siglo XX la principal fuente de riqueza del municipio es el turismo. Pero desde un siglo antes, Espot ya era destino de pudientes familias en veraniegas estadas, amantes de la naturaleza o por salud, cazadores o intrépidos senderistas… Por lo que ya entonces el hotel Royal y el hotel Saurat, éste situado entonces en otro lugar, ofrecían alojamiento y comida.


Posiblemente es la población del Pallars Sobirà que cuenta con más plazas turísticas, especialmente de alojamiento. Seis campings circundan Espot, ocho hoteles, más de una docena de apartamentos turísticos, casas rurales, albergue y un alto número de segundas residencias. 


Relegamos al final del post una breve reseña de éstos.


La Fiesta Mayor en honor a Sant Maurici se celebra el último fin de semana de septiembre.



Regresando a Espot, con la retina impregnada aún de la naturaleza compartida, gozoso cansancio y abierto apetito, nos volvimos a encontrar pasando por el lado del puente románico “de la capella”.



Descendimos paralelos al río, pasando por el lado del restaurante la Llupia, recordando el lugar en el que comimos en nuestra anterior visita en 2017, dejándonos muy grato recuerdo.


En esta ocasión quisimos probar el restaurante Juquim, su principal competencia gastronómica y de la que nos habían dado entusiastas referencias. Pero tenía un inconveniente, no admitía reservas.


Después de cruzar el río teníamos nuestro objetivo delante. Aparcamos en las proximidades, cerca de la Iglesia de Santa Leocadia.



Eran las 13:40 cuando nos sorprendió su popularidad, la dimensión de la cola pronosticaba alrededor de una hora de espera, ya que casi ninguna de las mesas ocupadas tenía la comida sobre la mesa. 


Mi compañera se acercó en la proximidad al restaurante Avet de Sant Maurici (forma parte del Hotel Saurat). Al observar que mantenía mesas vacías en una preciosa terraza al lado del río y ofrecía un amplio menú a un precio bastante correcto, decidimos almorzar aquí.


Resultó muy relajante el comer acompañado con el sonoro descender del río y un atento servicio. Diez minutos después estaba completamente lleno. Evidentemente jugaba en otra liga gastronómica en relación con los dos anteriores, pero en relación precio/calidad resultó correcto.



Después del almuerzo, nos dispusimos a recorrer los tres barrios que componen la villa. 


Comenzamos por el llamadoeixemple de Llevant”, en el que se sitúan dependencias  municipales, servicios turísticos, La peña Barcelonista, el Ayuntamiento, estación de taxis 4x4, modernos núcleos residenciales..,  tan sólo conserva un edificio anterior al siglo XX: La iglesia barroca de “Santa Llogaia”






Santa Llogaia (Santa Leocadia) de Espot


Dedicada a esta mártir toledana del siglo IV d.C., la iglesia románica está documentada en el siglo XII, de ella tan solo resta hoy un muro lateral. La actual sobria y robusta construcción barroca se realizó en 1777.


 Se trata de un amplio edificio de una sola planta, con un ábside rectangular prácticamente integrado al cuerpo de la nave.


La fachada principal, bajo un tejado a dos aguas cubierto de pizarra, cuenta con su correspondiente óculo bocinado y un sobrio portalón de líneas neoclásicas, con la imagen de la santa dentro de una hornacina coronando la puerta con arco de medio punto adovelado.



Destaca la alta torre del campanario de base cuadrada con un primer tramo rectangular y octogonal irregular por rebaje de aristas en el segundo cuerpo. Cuenta éste con cuatro vanos con doble arco de medio punto, en las que se aprecian tres campanas. Por debajo y en el muro frontal se dispone un reloj, en la parte superior de la primera planta se abre una aspillera rectangular


La cubre una estilizada cubierta piramidal de alta inflexión a la base revestida de pizarra. Muestra un pequeño alero decorado con tres planos en degradación.


Su interior, cubierto por bóveda de lunetas, hace gala de sobriedad, tan solo un retablo del siglo XVIII con recargadas columnas, contrasta con la desnuda blancura de sus paredes.



Lo Solau


Continuamos ascendiendo hacia el llamado “Lo Solau”, es decir, el núcleo de población que se organizó en la vertiente soleada (solana) del valle, es decir, en la vertiente izquierda del río.


Es curioso observar que el barrio sigue manteniendo una clara distancia con “la Obaga”, a pesar de que ser el testimonio residencial del crecimiento turístico, mantiene la estructura de aldea independiente, con sus estrechas calles, la pequeña plaza…


En su interior podremos encontrar algunas edificaciones que vieron nacer el siglo XX, la mayoría mostrando restauradas fachadas, balaustradas y dinteles barnizados bajo tejados con renovada pizarra.

Pocas acumulan el polvo de su historia, pero comparten pajares y establos en los que predomina la pizarra oxidada coloreando sus tejados, las edificaciones con grandes claros en sus muros parecen mantenerse activas, aunque probablemente hayan modificado sus funciones.



Sin entretenernos demasiado nos dirigimos al puente románico de “la capella”

Este hermoso puente que según parece une desde el siglo XI, con múltiples restauraciones, las dos partes del pueblo, está formado por un solo ojo con arco de medio punto rebajado y dovelado en librería con piedra regular ligeramente desbastada. Tiene a dos vertientes las  rampas de acceso de suave inclinación. Su altura es de 13 m.

Observándolo, relacionamos la ubicación de la Iglesia, al otro lado del río, con el nombre del puente: “La capella” (capilla en castellano).

Dado que tan solo por él se podía acceder a la iglesia de Santa Leocadia desde “l’Obaga”, deducimos que probablemente tan solo fue la iglesia una capilla o ermita en su inicio.
Pero también supe que a un par de kilómetros del pueblo y bajo el Serrat de Sant Jaume, está la capilla homónima, por lo que también podría hacer referencia a ella.

Descendimos por la carretera hacia el apiñado núcleo poblacional, al que se le asigna el título de originario.
L’Obac

En la vertiente derecha del río, con algunas edificaciones anteriores al siglo XX, presenta bastante desvirtuada su imagen rural al concentrar en sus bajos: restaurantes, bares y hoteles, junto con modernas construcciones que, aunque con falsa piedra vista y cubierta de pizarra, las modernas líneas y dimensiones transgreden la armonía del conjunto.

Es curiosa la gran roca a pie de carretera, depositada por el glaciar que ocupaba estas tierras hace 15000 años, a la que se le unió una de las casas más antiguas que se conservan en la villa.


Nos adentramos por su interior, descubriendo que eran pocas las casas del siglo XX, el resto intentan desempolvar los siglos y continuar manteniendo erguidas las bicentenarias edificaciones. Volvían a aparecer los floridos geranios entre modernos y torneados balcones de madera, ventanas con encajes, tejados y portalones, junto a limpias, desnudas y restauradas fachadas de piedra.


Entre ascendentes calles y apiñadas construcciones, es la zona en la que aún se respira la herencia medieval. 

Encima del barrio, alzado sobre una pequeña loma bajo la montaña (la gran roca), se puede apreciar “la Torre dels Moros”.


Es una torre medieval de vigía de tres pisos, de planta circular de 13,5 m y con puerta adovelada de acceso dispuesto a 5,5 m de altura. Se presume que fue construida entre los siglos XII-XIIISe la considera una de las más sólidas construcciones de defensa de este periodo en la comarca.


Imaginaros la altuna de la escalera de madera dispuesta para acceder, el que quedaba dentro tenía difícil dejar el puesto de vigilancia.



Su nombre no puede deberse a las luchas contra los moros, aunque podría haberse erguido con tal previsión, por lo que se sabe en la práctica el lugar tan solo fue escenario de confrontaciones condales.


En un artículo que hablaba de esta regia construcción, señalando inclinaciones y soportes en la base para asegurar su solidez, técnica propia de los árabes, pensé que también podría ser la razón de su nombre.


Recuerdo que aunque la construcción circular de los torreones se fue remplazando por torres rectangulares a partir de finales del siglo XI, en el Pallars Sobirá continuarían con las formas tradicionales hasta principios del siglo XIV.


Regresamos al núcleo poblacional, volviendo a disfrutar de postales paralizadas en el tiempo, en el que se repetía la pequeña hormigonera, recordándonos el continuo hacer restaurador de sus vecinos. El turismo ha provocado el mantener en pie con una buena restauración, lo que en otros pueblos de la comarca, sin esa suerte, hoy son edificios en ruinas.



Por desgracia también hay algunos testimonios de que no siempre fue de forma acertada. En la década de los 60, si no había para un techo de pizarra se sustituyó por uno de uralita, hoy prohibida, pero como hemos visto y veremos en otros lugares, representó desde mediados del siglo pasado y durante décadas una solución barata, por desgracia también tóxica, al margen de transgredir la bella estampa rural de la negra pizarra.


Nos volvimos a situar sobre el río. Desde el puente de cemento, observando descender sus aguas, descubrimos un robusto árbol formando parte del pequeño muro del cauce anexo a una casa. Curiosa convivencia, pensamos.


 

Una señal indicaba el acceso a las instalaciones de Esquí en dirección al puente románico. Nos dirigimos hacia el coche y desde allí seguimos motorizados la indicación. 


Pocos metros después de pasar el puente románico, un cruce a la izquierda nos orienta, en dirección contraria al parque de Sant Maurici, hacia la afamada estación de esquí.


Observaremos por encima la torre de los Moros, antes de que la calzada inicie el recorrido paralelo al barranco de Peguera. En la proximidad a las puertas del camping “la torre”, un giro a la izquierda nos permitirá cruzar el cauce hacia las pistas.


Si continuáramos rectos, paralelos al río, un kilómetro después podremos beber las calurosas aguas sulfurosas de la “font del sofre”.


Este camino paralelo al río nos conduce a otro de los objetivos naturales más concurrido desde Espot: el lago “Negre” (no confundir con el Lago Negro, también en el parque Nacional pero perteneciente al valle de Boí en “l’Alt Ribagorça”) y el Refugio de Josep María Blanc


El lago “Negre” y el refugio de Josep María Blanc


Tan solo se puede llegar motorizados con taxis 4x4 desde Espotrecordar que está prohibido circular en vehículo particular por todo el parque Nacional.


El ascenso es constante, por lo que aunque es relativamente corto (7 km), salva un desnivel de casi un kilómetro. Dicen que desde el Parquing de Sant Maurici es un poco más corto y sin tanto desnivel en el recorrido.


Necesitaremos desde aquí caminando unas tres horas para llegar al lago, veinte minutos antes se encuentra en un entorno idílico el refugio, besando las aguas del lago “tort de Peguera”.


Con una capacidad de 60 personas es uno de lo refugios mejor valorados de las rutas de Carros de Fuego, siendo un enclave perfecto para ascender desde aquí a las altas cumbres que le rodean.


Os dejo este enlace de la web del Refugio de Josep María Blanc , en la que al margen de presentarse, nos orienta el acceso andando desde Espot o desde el parquing del Prat de Buiró.




Estación de Esquí Súper Espot 


Desde el cruce y en continua ascensión llegaremos a la estación de esquí en cinco minutos.

Reconocida la estación por la calidad y garantía de su nieve, contando con nieve artificial en más del 60% de los 20 km esquiables.


Su oferta va dirigida tanto a profesionales, funcionando para ellos tres pistas homologadas para competiciones internacionales. Dispone para debutantes de una amplia zona a 2000 m. junto a un equipado parque lúdico-infantil.


Os dejo este reportaje sobre la historia de esta estación de esquí, pionera en el Pallars Sobirà.



La estación dispone también con infraestructura hotelera y restaurante. El semicircular hotel “L’or Blanctiene una valoración media del usuario de 7,2. Tan solo destacan su privilegiada situación y se ponen de acuerdo en tachar de mediocre el restaurante


Con una valoración de 8,8 se presenta el Albergue Les Daines. Ofertan habitaciones de 2 (camas individuales) o de 4 (literas) con baño compartido o privado.



El paisaje está marcado por las onduladas planicies rodeadas por picos de 3000 metros y faldas de bosques de pino negro y abetos, en las que, cosa rara, no encontramos caballos.


Los senderos y circuitos por el Bosque de la Mata, frondoso y amplio bosque de pino negro, son muchos. Con el coche, se puede circular en verano por varios caminos rurales, aunque la mayor parte tan solo se recomienda hacerlo en 4x4. Recordar el verificar cada temporada la posibilidad de tránsito con utilitario.


Hay un pista forestal, por la que pasa la BTT 11, que recorre hacia el este el barranco del forcall, hasta alcanzar el bosque de Finestrelles, regresando a Espot por el norte paralelos al río Escrita. Desconozco la posibilidad de poderlo recorrer en utilitario.


Uno de los más interesantes circuitos en 4x4 se orienta hacia el sur. Por una pista de montaña pasaremos por “el forcall”, el barranco “dels estranyers”, el “clot de la Bassa” , el Lago de Espot bajo las montañas del Estranyers y desde allí podremos alcanzar el refugio de Quatrepins, situado a 2175 msnm. La pista de montaña continúa hasta Llessui.



Nosotros decidimos acercarnos por calzada asfaltada a Berrader, un antiguo pueblo abandonado al lado del barranco homónimo. En la actualidad es una moderna urbanización de Súper Espot. Sus empadronados son tres (2021).


Cerca hay un camping de reputada fama veraniega. Espectacular se expresa el paisaje que circunda el lugar.


Eran las 16:40 cuando iniciamos el regreso hacia Espot. Nos cruzamos nuevamente con vacas pardas y con el puente de la “capella”. 



Sin parar en Espot continuamos hacia la salida oriental del pueblo. A un Kilómetro, sin indicadores que la señalicen y en las puertas del camping “Sol i Neu”, se abre un camino a la derecha por el que se cruza el río y nos acerca en poco menos de cien metros a los restos del posible primer santuario del Valle.


La Ermita de Santa María de Espot


Poco queda de este templo románico del siglo XI, que según parece podría ser la primera iglesia parroquial de Espot y de sus dos núcleos poblacionales (Solau y Obac) de los que ya hablé. 


En la actualidad tan solo una pared alcanza su altura, pudiéndose observar una sillería ordenada y lineal de piedra granítica pulida por el río. El resto de las paredes están cubiertas de arbustos y algún árbol abriéndose paso entre los muros, la vegetación herbácea cubre todos sus fundamentos.


Nada queda del techo de madera que un día la cubrió. De la ábside solo se aprecia una parte, la que nos puedo dar la idea de su pequeño perímetro, pero ya no podemos apreciar su ornamentación.


La verdad es que da pena su abandono, creo que su reconstrucción no sería cuantiosa pero me parece que nadie tiene interés en recuperar este trozo de historia, por otra parte muy poco conocido.










 








Servicios turísticos en Espot


La valoración media de los servicios es de Google (2023).

Restaurantes

la Llupia, En la actualidad (2022) su carta, está considerada por algunos la mejor de Espot, le otorgan los usuarios una valoración media de 9,4. Se le unen a la excelente cocina casera mediterránea el toque especial de su chef, un producto de calidad de km 0 y un antiguo pajar excelentemente acondicionado guardando en su interior la atmósfera rural. La reserva es imprescindible. El precio puede oscilar entre 25/35 €.

restaurante Juquim, Según los comensales su carta en relación calidad/precio es de 9, sus platos de comida internacional y mediterránea son abundantes, con una extraordinaria cocina casera de cuidada presentación y un servicio atento (aunque si está muy lleno suele transformarse en lento). Tiene otra característica que en verano lo hace interesante, el poder comer en una terraza bajo parasoles. El precio puede oscilar entre 25/35 € (2022).

Avet de Sant Maurici (forma parte del Hotel Saurat) Presenta un menú en 2022 a 17€,  la bebida aparte y algunos platos con suplemento. Su cocina mediterránea se presenta con discordantes valoraciones y es que bajo mi experiencia la cocina también lo es, con platos excelentes, pero capaces de ofrecerte un cordero seco y recalentado. De todas maneras,  aunque la valoración de los usuarios es de 7,6, nosotros mejoraríamos la nota.

En 2021 delante del Avet de Sant Maurici y al otro lado del río, se abrió al público el restaurante de la pensión Palmira, con un menú al mismo precio que el Avet, de cocina tradicional y mediterránea, en dos años su valoración adquirió mejor puntuación que la del hostal, otorgándole de media los usuarios un 9,2.

Si os gustan las hamburguesaslas del restaurante Burgerplatz están consideradas por algunos las mejores de la Vall d’Àneu. También cuenta con una excelente valoración de sus postres caseros. El restaurante está en la entrada del pueblo, al lado de la estación de taxis 4x4 de Espot.

Muy cerca y a pie de carretera se encuentra La Mossada (el mordisco en castellano) Bar de reputadas tapas caseras, de las que los veganos podrán también disfrutar con su excelente cocina. La Valoración media es de 8,2.

Si queréis ir de tapas a la hora del almuerzo, el Café & Bristol e Bo  con una valoración de 8,8, tiene gran popularidad, la prueba es que siempre está lleno. Destacan su tabla de embutidos, tortilla de patatas, hamburguesas y croquetas, etc

Detrás de la pensión Casa Palmira, los entusiastas de la comida italiana pueden encontrar la Pizzería Al Dente, con una valoración de 8,8.


Sapastre Pub. Un lugar perfecto para tomarse en refresco por la tarde, jugar una partida de billar escuchando buena música y disfrutar del alegre ambiente que imprime el servicio. Por ello suele estar bastante concurrido. Tiene una valoración de 9,8.



CAMPINGS

Camping la Mola. Precioso camping con todo tipo de servicios, ofrecen parcelas, bungalows y gaials (pequeños y funcionales aparátame tos de dos plantas) Tiene una valoración de 9,4.

Camping Riu Gelat. Amplio camping con 80 parcelas. También ofrece un refugio y un apartamento en Espot. Tiene una alta valoración el bello entorno en el que se sitúa. Su valoración media es de 9,2.

Camping Voraparc. El camping más próximo al parque y más alejado de Espot es este camping con piscina, que junto con parcelas os ofrecen pequeñas cabañas totalmente equipadas para 2, 3 y 4 personas. También cuentan con dos apartamentos rurales para 8/12 personas y otro para 2 adultos +2 niños. Tiene una valoración de 9,2.

Camping La Torre. Bajo la torre del Moro se sitúa este camping con 69 plazas, 4 bungalows (4/5 plazas) y 1 cabaña (4/6 plazas), piscina, bar…Tiene una valoración media de 9,2. 

Camping Solau. Pequeño y familiar con 20 plazas. Tiene una valoración media de 9.

Camping Sol i Neu cuenta con piscina, zona de juegos… tiene una valoración 9.


Hoteles

El hotel más recomendado es Roca Blanca, de tres estrellas tiene una valoración media de 9,6. Todos valoran muy alto las amplias habitaciones, la atención de la anfitriona y el desayuno.

Hotel Saurat. Este amplio y ajardinado hotel, de un apellido dedicado a la hostelería en Espot desde hace más de un siglo, cuenta con 39 habitaciones con balcón o abuhardilladas. Unido al hotel está el restaurante Avet de Sant Maurici, destacando los huéspedes su cocina en la media pensión. Tiene una valoración de 9,2.

Hotel Roya. Un hotel de 2 estrellas, también con la herencia de más de un siglo de actividad hotelera, tiene una valoración de 8,4, destacan las amplias habitaciones, la atención del servicio, la media pensión y el desayuno.

Hotel Els Encantats

Hotel de tres estrellas, Cafetería con bonito jardín, habitaciones espaciosas, zona de Spa y un muy bien valorado desayuno, tiene una valoración de 8,4.


Hostal Can Palmira. Tiene una valoración de 8,8. Se destacan sus habitaciones, el completo desayuno y la excelente cocina de su restaurante.


Albergue l’Orri del Pallars. Asociado al camping Sol i Neu, los usuarios pueden utilizar sus servicios de piscina, espacios de juegos, etc…El albergue ofrece habitaciones económicas con cuarto de baño privado, 16 para 4 personas (literas) y 6 con capacidad entre 5/8 pers. Servicio de comedor de cocina tradicional. Cuenta con una alta valoración de 9,6.


Casas rurales

Casa Colom. Casa rural con categoría de hotel de una estrella. Ofrece habitaciones de 1 y 2 personas. Destacan el buen precio y desayuno. Valoración  es de 8,4.

Casa Franch. Amplia casa rural asociada al camping Solau, para un máximo de 11 personas. 1 hab. cuádruple, 1 triple, 2 dobles. Los dueños se dedican a la cría de caballos, por lo que podréis disfrutar del contacto con estos animales. La valoración es de 8,6.

Casa Felip. Casa rural con categoría de hotel de dos estrellas con 2 habitaciones dobles y tres triples. La valoración es de 9,2. Se destaca también el desayuno.

Casa rural Alba d’Esteve. Hotel de dos estrellas, oferta  un apartamento para dos personas (+ 2 niños) y otro para un grupo entre 8/12 personas. Tiene una valoración de 9. Todos destacan el jacuzzi.


Apartamentos 

Apartamentos Picardes. Siete estancias totalmente equipados, 2 para 2 personas, 3 para 4, 1 para 3. La Valoración entusiasta es de 9,6.

Apartamentos Pont Romànic Casa rural con dos estancias para 4/5 personas. La valoración también es de 9,6.

Apartaments l’Arrels. Ofrecen 5 estancias para 3 p. y 1. para 5 personas. Valoración 9.

Apartamentos Boliera. Estancias modernas con ascensor y parking, con capacidad de 4 a 9 personas. La valoración de 9,8 es de muy pocos pero entusiasta.

Apartamentos Espot 1300. Apartamentos funcionales para 4/5 personas. La Valoración de 6,6 también es de pocos usuarios, pero en este caso poco entusiasta.


El corral de Baró. Casa de 4 grandes habitaciones ( se puede alquilar por habitaciones), compartiendo sala de estar, jardín, barbacoa y cocina totalmente equipada. Tan solo cuenta con tres valoraciones, por lo que no es significativa.

Ca la Lili. Apartamento para 4 personas. No tengo valoración.



Se anunciaron las cinco de la tarde cuando comenzamos a ascender hacia el norte, con el objetivo de conocer los pueblos occidentales del embalse de la Torrassa -Ruta 4 (III).

Visitaremos tres pueblos que hoy dependen de un término municipal distinto: Estaís pertenece a Espot, Jou a la Guingueta d’Àneu y Son a L’Alt Àneu.



                      *      *      *      *      *


La electrificación del Pallars Sobirà


En Barcelona se instaló la primera industria eléctrica el año 1881, los generadores trabajaban con combustión de carbón, lo que encarecía mucho el kilowatio. Por lo que pronto se dispuso la mirada financiera en la energía hidráulica de las enérgicas aguas del Noguera Pallaresa. 


A comienzos del siglo XX se resolvió el problema de la conducción a larga distancia de la energía eléctrica, lo que representaría la segunda revolución industrial y en concreto en Cataluña el crecimiento de un productivo y amplio tejido industrial.


La inversión tenía que ser cuantiosa, por lo que necesitaron capital extranjero, siendo un consorcio financiero con base en Toronto (Canadá) el que financiaría la construcción de los grandes embalses y centrales del Noguera Pallaresa a partir de Pobla de Segur y un consorcio franco-suizo emprendería las obras en la Vall Fosca.


Una vez asegurados los derechos sobre las aguas, no siempre de forma clara, el proceso fue muy rápido, dada la expropiación forzosa al declararse “de utilidad pública” la Barcelona Traction and Power Company, conocida popularmente por la canadiense.


Recuerdo la importancia histórica de la huelga de la canadiense (1919), iniciada en Barcelona y que durante 44 días y duros enfrentamientos, colapsó la capital catalana dejándola sin luz y paralizó el 70% de la industria catalana. Se consiguió implantar la jornada de ocho horas, readmitir a todos los despedidos y represaliados, y gran parte de las mejoras laborales exigidas. La CNT, organización sindical anarquista, sería su principal impulsora, convirtiéndose en una de las fuerzas sindicales más importante de España hasta la guerra civil.


Los pueblos del Pallars Sobirà, tradicionalmente aislados e ignorados por los gobiernos centrales de turno, continuaron trabajando en la autosuficiencia y el ingenio con pequeñas turbinas y modestos generadores aprovechando molinos de cereales y aserraderos hasta inicios del último tercio del siglo XX.


Los pueblos sin salto de agua en sus proximidades tuvieron que acordar pagos con los productores de energía más cercanos, para poder encender una bombilla. La iniciativa privada o municipal nunca llegó a garantizar un servicio estable, ni abarcó todos los pueblos de la comarca, ni consiguieron una potencia que permitiera el crecimiento industrial.


Todo ello comportó un desarrollo económico muy diferente de las poblaciones por encima o por debajo del  desfiladero de “collegats”.


En la segunda década del siglo XX, La Pobla de Segur o en Tremp ( Pallars Jussà) contaba con alumbrado público, fuerza motriz, alcantarillado y agua corriente, creció la industria y los talleres, las casas se calentaban con estufas y se utilizaban electrodomésticos… A cuarenta kilómetros, en Sort y Rialp tan sólo se encendían unas cuantas bombillas por la noche. Tardarían medio siglo en conectarse a la red de alta tensión.


Desde de 1910 a 1930 el Pallars Jussà aumentó su población un 16,6%, mientras que el Pallars Sobirà perdía el 12% de sus habitantes.


Central hidroeléctrica de la Torrassa.

Una modificación de las tarifas eléctricas acordada en 1951, sirvió de estímulo para  

una nueva inversión privada en el ahora monopolio estatal de la dictadura, paralizada su actividad desde la guerra civil. 


La primera empresa en invertir en el Pallars Sobirà fue la Hidrohelectica de Cataluña: Espot (1951), Lladres (1953) Sant Maurici (1954), Torrassa (1955) y Esterri (1958).


Los proyectos de FECSA inicialmente se concretaron en el valle de Arán, no siendo hasta una década después que lo harían en el Pallars Sobirà: Llavorsí (1966) y Tavascán (1970).


Estación Hidroeléctrica de Llavorsí


Sort se conectaría a la red de alta tensión en 1968. En la comarca muchos pueblos tardarían una década más en conseguirlo, algunos se despoblaron antes de ver una luz, agua corriente o una carretera llegar a sus casas.


Cuando el resto de Catalunya se alumbraba con la enegía que producían las aguas del Noguera Pallaresa, el Pallars Sobirà permaneció aislado en las tinieblas casi medio siglo, viendo pasar la principal fuente del crecimiento económico de Barcelona y sus alrededores por delante de sus casas. Tuvieron que dejar de trasladar los troncos por el río.


Algunas pequeñas centrales privadas y municipales continuaron funcionando, pero por las buenas o no tan buenas, se impuso el monopolio eléctrico y a finales de la década de los 70 dejarían de funcionar todas, menos la de Sort, que aún hoy está activa. Despué de varias paradas y modernas mejoras, la energía que producen  (2022) la venden directamente a FECSA, en la visita a la capital hablaremos de ella y de la rentabilidad o mejor dicho ahorro, que en la actualidad aporta a este municipio.


Casi medio siglo después, la industria eléctrica ha multiplicado por decenas el coste del kilovatio, obteniendo el monopolio en continua alza grandes beneficios.


Su alto precio ha promovido desde 2019 en Rialp y en 2020 en el municipio de Esterri de Cardós, comenzar a dar pasos para reabrir su antigua centralita, el problema es la inversión necesaria para su modernización. En 2022 se han iniciado estudios de su viabilidad en los municipios de L’Alt Àneu y Alins


Es innegable, aunque fuese tarde, que la electrificación aportó la modernización de los pueblos saliendo de su aislamiento milenario y se promocionó el desarrollo del turismo, siendo hoy el sector más importante de su economía, pero tendría un alto precio desde la década de los 60 hasta finales de siglo, en el que los sectores tradicionales de su economía, especialmente los comunales que en el siglo XIX muchos ya se habían privatizado, entraron en una irreversible crisis. Así se serían grandes monopolios madereros los que explotarían sus bosques una vez que pudieron acceder los camiones y la ganadería extensiva no podría competir con las macrogranjas, mientras tanto el tractor supliría las mulas en el campo y los camiones el traslado…


Se le debe a la comarca un reconocimiento histórico y una demanda de perdón por el abandono institucional que sufrió, ganándose con creces el derecho de volver a ser los dueños y beneficiarios de sus recursos naturales, con los que han batallado solos durante más de un milenio. 


La mayor parte de los datos están extraídos del estudio de Luis Urteaga (Prof. Universidad de Barcelona) del que os dejo su enlace, por si queréis conocer con mayor profundidad el proceso de electrificación de Cataluña



*      *      *      *      *

No hay comentarios: