La ruta 15 (III) Parte de Peramea después de un excelente almuerzo, para llegar en 25 minutos a Peracalç. Comentaremos el acceso a los sepulcros megalíticos de la Sierra de Peracalç y conoceremos los picos de la “Geganta Adormida”, “lo tossal de Sant Aventi”, Montsor, etc… exploraremos el dolmen de Perauba y el de Fontanelles, finalizamos el post visitando el pueblo de Mentui.
Eran las 15:20 h. cuando pasamos por delante del lago de Montcortés con su peculiar geología cársica, Dejamos su visita para el regreso, siendo nuestro objetivo inmediato: Peracalç, pueblo situado a 1200 m. de altitud en la sierra homónima, marcando el límite sudoeste del municipio del Baix Pallars y de la comarca.
La sierra de Peracalç
El Pla de Corts está situado sobre un conjunto de macizos mesozoicos, formados por rocas calcáreas cretáceas ligeramente inclinadas hacia el norte. La Sierra de Peracalç es uno de los anticlinales más importantes del prepirineo, es decir, pliegues sedimentarios cóncavos que guardan en su interior las rocas más recientes y en su exterior las más antiguas.
Según los estudios publicados en 2013 en la revista Lithosphere de la Societat Geològica Americana, firmado por un conjunto de especialistas de varias universidades españolas e italianas, la sierra de Peracalç está formada por un conjunto de rocas rígidas de unos 259 m. de espesor y unos 4,5 Km2 de amplitud por encima de rocas más plásticas, provocando el desplazamiento de la sierra entre 1 y 3 mm. anuales desde hace 45.000 años.
Su manifestación más significativa se aprecia en la parte alta de la sierra (1.400 m.), en la que se observan amplias grietas (algunas de centenares de metros), fosas llamadas aquí “grabens”.
La sierra de Peracalç, llamada así, igual que el pueblo homónimo, por su formación calcárea, muestra una etimología de clara procedencia románica: “pedra/pera” (piedra) y “calç” (cal).
Ya comentamos la abundante erosión de la roca ejercida por el agua (tanto interior como exterior) y el viento, propiciando un paisaje de páramos y cuevas.
Los vestigios arqueológicos encontrados en sus interiores, evidencian un asentamiento más o menos continuo del homo sapiens en la zona desde hace cinco mil años.
Nos situamos en el cruce de cuatro direcciones, dejamos Cabestany y Mentui para el regreso, transitando hacia el sur por la “Obaga” de la sierra del Codó. Fijaros a la derecha la tierra roja de los bosques de “les llaus Roies”.
El contraste de las tierras rojizas (especialmente visible cuando los campos se preparan para siembra) y el blanco calcáreo rocoso sobresaliendo acompañado tímidamente por el verde arbustivo, identifican de forma especial el paisaje de la Sierra de Peracalç.
El panorama comenzará a perder el verdor arbustivo por la blanca aridez de la piedra. La inclinada sierra de Peracalç nos hará zizaguear en su escalonado descenso entre campos dorados por el barbecho.
Observaremos llegando al pueblo la blanca espina dorsal pétrea que en inclinado descenso lo protege.
PERACALÇ
El pueblo se cobija por el nordeste por una colina rocosa blanco ceniza, salpicada por arbustos y dorada hierba seca, luce en su desnudez el origen calcáreo que como dijimos da nombre a la sierra y al pueblo.
No descubrí si hubo explotación minera, aunque tan solo fuera para uso comunal, ni encontré referencias de ningún horno de cal próximo.
La primera noticia que se documenta de Peracalç se sitúa entre 1057 y 1059, en el que el conde de Pallars Sobirà Artau I y su esposa Lucía entregan al monasterio de Santa María de Gerri la parroquia de “Petracalce” con su iglesia y los alodios de Miró Borrell y Ramon Miró.
Pero en 1071 los albaceas de Ramon Miró otorgan a Santa María de la Seu, entre otras propiedades y alodios, la iglesia de San Lorenzo de Peracalç, con sus décimas, primicias y oblaciones, con la excepción de las prevendas otorgadas a favor de Santa María de Hortoneda.
Parece que en una fecha sin determinar vuelve a estar en manos de la Abadía de Gerri, ya que en el año 1118 se documenta en poder de Girbert Amat de Pesonada, que en su testamento la restituye a Santa Maria de la Seu d’Urgell.
No sé cuando la parroquia dejó de ser de la Seo o de Gerri, para pasar a figurar propiedad, hasta la desaparición de los señoríos (siglo XIX), de la comunidad de monjes de la colegiata de Santa María de Valldeflors de Tremp.
En el fogaje de 1553 se registran 10 fuegos laicos y uno eclesiástico, reuniendo alrededor de 55 habitantes.
A mediados del siglo XIX figuran 112 almas, reunidas entorno a 14 cabezas de familia. Se cultivaba centeno, cebada, trigo, patatas, legumbres, fruta y hortalizas. Se criaban ovejas y vacas, contando con buena caza de liebres, conejos y perdices.
Siguiendo la tónica de despoblación de la comarca, en 1970 se reducirán a 12 habitantes. Se incorporará en el presente siglo agrupando 7 habitantes. A partir de 2004 hay un pequeño crecimiento llegando en 2010 a reunir 11 almas, pero en 2023 vuelven a registrar 7 censados.
Aparcamos en el sector sur del alargado e inclinado pueblo, desde allí ascendimos por su única calle.
En realidad el paseo está más inundado por las ruinas, triplicando las edificaciones habilitadas o mínimamente bien conservadas. La sequedad y dejadez del entorno es manifiesta, reinando más el dorado que el verde.
En el centro al oeste se puede encontrar la iglesia parroquial de San Lorenzo.
Sant Llorenç de Peracalç
Templo dedicado a este santo aragonés (Huesca), patrón de los bibliotecarios y martirizado en la parrilla, muy popular entre los visigodos.
Es un austero templo barroco, con una amplia nave y un ábside integrado en ella.
En la fachada frontal orientada hacia el sur se abre un portalón con arco de medio punto y por encima se alza un pequeño óculo al que se le acopló modernamente un reloj de agujas. Todo está dispuesto y centrado bajo el deteriorado piñón del tejado a dos vertientes cubierto de teja árabe.
En el ángulo sudeste del edificio se alza la torre-campanario de base cuadrada, con un segundo cuerpo ochavado por rebaje de ángulos, del que ya tan solo queda un mínimo recuerdo.
No sé si aún se oficia culto en su interior, pero por su exterior parece quererse mantener viva, aunque sea con una especie de tortuga ninja a modo de peregrino adherido a la fachada o el busto con aire romano asentado sobre el muro lindante a la cimentada calle lateral.
Adlátere a la Iglesia se encuentra el conjunto de edificios mejor conservados del pueblo (al menos por el exterior), por lo que parece sus fundamentos son del siglo XVIII pero sus reformas son de bien entrado el siglo XX y finales del mismo.
También mantuvo el pueblo una capilla románica dedicada a la Virgen del “Roser” (Rosario), pero aún sabiendo el colapso de su tejado y de alguna pared, no la supimos identificar dentro del amplio campo de ruinas que nos rodeaba.
Al sur del pueblo, ya en el límite con el Pallars Jussà, se sitúa la llamada Masía de Peracalç, con una capilla dedicada a Sant Feliu l’Africà o de Girona (San Félix el Africano).
Quiero significar junto con Sant Aventí, del que más tarde hablaré, la tipología de todos estos santos de clara advocación visigoda, especialmente aragonesa, un indicador que nos diferencia con las zonas altas de la comarca, en el que sus advocaciones son de clara referencia carolingia.
Senderismo en Peracalç
La Masía de Peracalç, por lo que sé aún está activa a pesar de su aislamiento, dado que por ella pasan rutas a caballo que publicitan el pernoctar allí, aunque tampoco tengo constancia de que sea un apartamento rural.
Os dejo esta sugerente propuesta desde Montcortés a caballo, recorriendo 30 Km en dos días y haciendo noche en la Masía de Peracalç.
Es curioso observar desde Peracalç su aparente proximidad, pero que el acceso en 4x4 se tiene que hacer por el dolmen de Perauba, recorrer la antigua pista de Montcortés a Monfort y desde allí acceder a la Masía de Peracalç.
Os sugiero esta propuesta de Wikiloc, para recorrer los 20 Km que separan Peramea de la Pobla de Segur pasando por Peracalç, Cortscastell y Pujol. Un camino histórico de dificultad técnica difícil, con un desnivel positivo de 807 m. que en menos de 7 h. podréis recorrer.
Este paseo corresponde también al 1er tramo del circuito del Cinqué Llac (quinto lago) .
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Collado de l’Escala de Perecalç. Mapa del ICGC. |
También os dejo esta propuesta circular de Wikiloc, desde el lago de Montcortés por la Geganta adormida (Pic de l’àliga) y Peracalç, 11km, de dificultad técnica fácil que podréis recorrer en poco menos de 4 horas.
La Cabana de Castellars d’en Pei
Es un dolmen de una sola cámara, excavado en 1922 por la Universidad de Barcelona, no se encontró nada en su interior, por lo que es difícil de acotar su fecha de construcción, se sugiere entre el neolítico final y el Calcolítico (2500 y 1800 a.n.e.)
Tiene una longitud de 2.40 metros, una anchura de uno 40 cm y una alzada de un metro, lo cubre una impresionante losa con un grosor medio cercano a los 60 cm.
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Sierra de Peracalç. Mapa del ICGC. |
Después de tomar la primera curva hacia la izquierda y en el inicio de hacerlo hacia la derecha, observaréis otra pista de tierra orientada hacia el sur. Normalmente transitada por tractores, por ella se alcanza a unos 400 m. a la izquierda el dudoso dolmen de Fontanelles.
Si por el contrario continuamos por la pista por la que veníamos, encontraremos a menos de cien metros, en el límite que divide dos amplios campos de siembra, el dolmen de Perauba, posiblemente el sepulcro megalítico más interesante de la zona, dado su buen estado de conservación.
Decidimos visitar los dos megalitos, para ello dejamos el coche cerca del cruce y nos dispusimos a conocer primero el más cercano.
Dolmen de Perauba
En muy buen estado de conservación se encuentra este sepulcro megalítico, al que tan solo le falta la losa de la puerta de entrada, curiosamente documentada en el primer estudio realizado en 1894. Igual que las posteriores prospecciones realizadas en 1922 y 1950, se dictaminó el haber estado alterado su interior a consecuencia de un total expolio de los restos y el uso moderno del lugar por pastores.
Evidentemente presenta una importante alteración de la superficie, al haber sido durante siglos el depósito de las piedras que los agricultores desestimaban en las faenas de acondicionamiento de los campos de cultivo que lo rodean.
No será hasta 1990 que Albert Roig desentierra un trozo de vaso con asa, lo que motiva una intervención profunda en 1992, comportando el encontrar 14 fragmentos cerámicos con decoración, mostrando una relativa homogeneidad temporal y situándolos en el bronce medio.
También se encontró una pieza de cristal de cuarzo, cuentas de collares de roca calcárea, una punta de aguja de hueso, una anilla de bronce de sección plana, etc.
Con un total de 501 piezas, 81 dentarias, se han descubierto 11 individuos, 7 adultos y 4 niños, situándose entre el 2200 y el 1800 a.n.e. Fue un espacio de inhumación múltiple, sin observarse un acceso o colocación diferenciado por sexo, edad, etc.
La estructura megalítica la formaba un túmulo de 14 m. de diámetro que se conserva parcialmente completo. Las piedras son rocas calcáreas propias de la zona.
La cámara se encuentra muy bien conservada, sobresaliendo en el centro del túmulo. La forman dos grandes losas laterales y una posterior. La cubre una amplia losa semicircular (190 x 225 cms), mostrando una fuerte inclinación en la parte posterior de la cámara y con un grosor medio de 45 cm.
El interior de la cámara es de planta rectangular, de unos 90 x 140 cms. y de altura 120 cm.
El acceso a la cámara está rebajado suavemente a modo de rampa hasta el nivel de la losa de la entrada de unos 45 cm de altura x 75 cm de ancho.
El terreno de la base del túmulo parece haber sido preparada con la disposición de pequeñas piedras calcáreas.
El yacimiento sería explorado por primera vez en 1984 por el centro de espeleología de Badalona, en este enlace os dejo la exposición de sus valiosos descubrimientos y conclusiones.
Se tiene que entrar a la cueva con experiencia espeleológica, dado que están bloqueadas los presumibles accesos primitivos
Junto a los últimos descubrimientos en las cuevas del Pirineo aragonés, han modificado la idea de que en los Pirineos la población humana en el Neolítico había sido residual y transitoria, asociada tan solo a una trashumancia ganadera estival.
Los restos generados en el interior de la cueva muestran una acumulación de estratos en algunas partes de más de un metro de espesor, mostrando bastantes siglos de ocupación continuada y su uso durante diferentes épocas posteriores.
La gruta está compuesta por una cavidad de grandes dimensiones, albergando varias salas y niveles, en los que se han encontrado salas de trabajo (producción alimentaria y artesana), espacios acondicionados a modo de silos para guardar los cereales y otras zonas dedicadas a la estabulación del ganado desde el Neolítico (2.500 a.n.e), pasando por la edad de bronce (entre 1430-1280 a.n.e), la ocupación romana (s.I a.n.e.) y la alta edad media (s.VIII/IX).
Lo que demuestra que desde inicios del neolítico el homo sapiens pirenaico poseía ya una agricultura consolidada de cereales (trigo y cebada), junto con la presencia de herramientas de piedra vinculadas a su procesamiento: dientes de hoz, molinos… y que en la época de bronce compondrían prácticamente el muestrario de usos y herramientas agropecuarias que ha llegado hasta nuestros días.
También se verificaba la existencia de una ganadería mixta de ovicapridos, bóvidos, suidos y equinos, desechando la idea que se tenía de estar reducidos a tan solo los primeros, posiblemente por la imagen que a finales del alto medievo nos ofrece su trashumancia ganadera.
Se ha comprobado en cuevas del alto Aragón que las ovejas neolíticas tenían una alimentación más controlada que la de los animales salvajes que vivían en el mismo entorno, con una aportación extraordinaria de forraje. También se descubrió que ya provocaban la alteración de los ritmos estacionales de reproducción del ganado, posibilitando la obtención de carne y leche durante todo el año.
La cueva volvería a ser ocupada según el testimonio, entre otros, de unas monedas y unos trozos de cerámica de época romana, situándose en el primer siglo antes de nuestra era, también hay restos de su utilización a principios del alto medievo.
Dolmen de Foleda
La exploración del dolmen de Foleda se hizo después de un prolongado saqueo, por suerte se han podido encontrar algunos restos humanos y unos collares de piedra que el C14 los remonta al siglo XV a.n.e., algunos estudiosos sitúan el dolmen mucho antes.
La cámara, huérfana de la losa protectora de la entrada y la de la cabecera, formaba parte de un túmulo de piedra y tierra de unos 8 m de diámetro.
Observar el lugar privilegiado en el que alza, descubriendo, en este caso hacia levante, el bello lago de Montcortés.
Mientras tanto os dejo la referencia de lo que podemos encontrar desde el Dolmen de Perauba a Montsor.
A un par de Km. hacia el sudoeste del dolmen, por la pista de tierra y piedra encontraremos un sendero a la izquierda que asciende (se puede llegar en 4x4) a la cima del Roc de Sant Aventí, con 1480 m. es la mayor altura de la zona, aunque no lo parezca al ser la cumbre de una alargada y suavemente ondulada colina, a la que se puede ascender casi a la cima en 4x4.
En ella se encuentran las ruinas de Sant Aventí de Montsor.
Ermita románica del siglo XI que ya aparece anunciada en abandono en 1790.
Advocada a San Aventino de Labort, curioso santo del siglo VIII/IX, sería de los pocos francos asesinados por fe por los islamistas y muy poco conocido fuera de los Pirineos aragoneses y el Valle de Arán, con los que hace frontera su lugar de nacimiento y muerte: el valle de Larbost (Alto Garona).
Nacido en el pueblo de Bagnères-de-Luchon, está unido a los clásicos símbolos medievales del oso al que ayuda y el toro que descubre su tumba, pero su capacidad de volar o de caminar con la cabeza separada del cuerpo, le otorga quizás una exagerada fabulación a su milagrosa vida que la hace poco creíble.
Más abajo se encuentra un punto geoposicional, un vértice geodésico indicando una posición geográfica exacta, formando parte de una red triangular con otros dos vértices, lo que posibilita elaborar con precisión los mapas topográficos.
En este caso es un conjunto de hormigón formado por un poliedro rectangular con escalera vertical, sobre el que se alza en el centro una columna circular.
No sé si compensa el poder descubrir la espectacular panorámica dos metros más alto, ya que no hay ninguna altitud arbórea que circunde el lugar.
No sé si es posible, pero podríamos darle un aire artístico integrador con el medio al punto geodésico y no levantar una estructura de líneas rectas con un disonante gris al descubierto en medio de la naturaleza.
Continuando por la pista de tierra hacia el sur, encontraremos a un par de kilómetros otra cumbre a la que ascender, también en la lista de los 100 picos de la FEEC, con una altitud de 1411 m. es Lo Tossalet
Los dos últimos kilómetros nos conduciràn al despoblado fronterizo del Pallars Jussà.
MONTSOR
Después de 14 km desde Peracalç llegaremos a Montsor. Se tiene que decir que el acceso en coche al pueblo tan solo se puede hacer por el Baix Pallars, aunque pertenece al Pallars Jussà. Recordemos que solo podréis llegar a Pobla de Segur caminando por el antiguo sendero que unía las dos comarcas por el sur, antes de que se abriera el paso por el desfiladero de Collegats (s. XVII).
Sería despoblado en la década de los 70 del siglo pasado, aunque a finales de ese mismo siglo lo repueblan dos habitantes, incluso en 2008 figuraron 6 censados, pero desde 2019 a 2023 vuelve a ser un pueblo fantasma.
A pesar de no ser hoy poco más que un cúmulo de muros en proceso de caída, guardan su organización de Villa cerrada y en su puerta se sitúa la parroquia de Santa Maria de Montsort.
Es un templo del siglo XI/XII que aunque haya padecido largos abandonos mantiene la cubierta y en pie sus muros (2022).
Cerca de Montsor en dirección Pobla de Segur se encuentra el dolmen la “cabana de Llossana o de Montsor”, en este caso está en bastante mal estado, dada la gran dispersión de la piedra.
Propuestas senderistas
Sugerente es la ruta circular desde Pobla de Segur hasta la sima de Sant Aventí, pasando por Montsor. 19 Km, con una dificultad técnica moderada y 1040 m de desnivel positivo, necesitaremos alrededor de 5 h para recorrerlo.
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Mapa del ICGC |
No encontré una ruta desde el lago de Montcortés que recorriera la mayor parte de los dólmenes, pero no tiene que ser demasiado complicado.
Os dejo estas dos propuestas hacia Sant Aventí, una familiar y corta, junto con otra más larga pero espectacular.
Desde el lago de Montcortés, una ruta familiar de 7 Km (ida y vuelta) a la cima de Sant Aventí, que en dificultad técnica fácil y que en menos de dos horas podéis hacer.
Circular desde Montcortès, pasando por el Dolmen de Perauba - Sant Aventi - Montsor y Peracalç. Unos 20 km, de dificultad técnica difícil, 700 m de desnivel positivo, unas espectaculares siete horas de paseo.
Recuerdo que nosotros nos habíamos quedado en Perauba, desde allí iniciamos el camino de regreso hacia el lago de Montcortés, volviendo a ver el ganado en la amplia llanura de pastos y las modernas instalaciones agropecuarias.
Regresamos hacia el cruce de la carretera, recuerdo que antes de llegar, encontraréis ahora a la izquierda, el desvío por pista de tierra (apropiada para un 4x4) hacia el bosque de la Foleda, lugar que después de aparcar y caminar unos diez minutos podréis ascender a visitar su dolmen.
Volvíamos a situarnos cerca del Lago, antes, a 1 km en dirección contraria y a dos kilómetros se encuentra Mentui. Quince minutos dedicamos a este minúsculo pueblo.
MENTUI
Hasta 1969 perteneció al antiguo municipio de Montcortés de Pallars. Está situado en el sector occidental del Baix Pallars, haciendo frontera con la Vall Fosca.
La primera y única referencia de Mentui es del año 1035, por una donación al Monasterio de Gerri de la condesa Estefanía y su hijo, el conde Bernat, en la que se menciona la parroquia de Mentui.
Por lo que parece nunca fue más que una pequeña aldea alrededor de la iglesia de Sant Antoni Abad.
Sant Antoni Abad de Mentui
El lugar y su parroquia debieron pertenecer a la jurisdicción de Gerri, ya que no aparecen mencionados en las visitas pastorales del obispado de Urgel. Hasta 1904 figura sufragánea de la parroquia de Peracalç, dependiendo a partir de entonces de la parroquia de Montcortés.
Es una Iglesia barroca del siglo XVII, modificada a lo largo de los siglos. El templo consta de una nave con capillas laterales, cubierta con bóveda de cañón sobre dos arcos torales de medio punto y en la cabecera se presenta sin ventanas un ábside semicircular.
En la fachada frontal se abre un portal con arco de medio punto, alzado sobre dos peldaños semi circulares. Encima luce un óculo trompeteado, centrado por debajo al piñón de la cornisa de la cubierta a dos aguas revestida de teja árabe.
La torre campanario es de planta cuadrada en el primera planta, situada a nivel del ojo de buey, con una alta segunda planta ochavada regular, dividida en dos partes por sencillas impostas, en la parte superior se abren cuatro vanos con arco de medio punto luciendo las campanas. Está ligeramente inclinada la torre hacia el este.
La corona, con amplia y sencilla cornisa, una aguja piramidal ochavada regular con inflexión a la base, cubierta por finas losas de pizarra.
Mantiene en su interior un humilde retablo barroco y un repintado frontal del altar del siglo XIX.
La Casa Rei
Delante de la Iglesia, dando la bienvenida al pueblo está la Casona Rei. La gran casona gótica la conforma una planta baja y dos altos pisos, sus fundamentos figuran del siglo XIV/XV, produciéndose una amplia remodelación barroca entre el siglo XVII/XVIII.
La casa perteneció a una insigne familia pallaresa desde el medievo, siendo desde el siglo XVII al XIX una de las casas más importantes del Pla de Corts. Se tiene constancia escrita en 1831 de ostentar la casa la baronía del señorío de Mentui.
El edificio está incluido en el inventario del patrimonio arquitectónico de Cataluña.
El edificio es de planta rectangular bastante alargada, dominando su fachada principal un amplio espacio a modo de plaza delante de la iglesia. En la planta baja se abren dos arcadas, con un pasillo cubierto que comunica un lado y otro de la casa.
En el primer piso se abren dos grandes ventanas protegidos por rejas y sobre ellas se abren tres balcones con reja metálica, dos en estado deplorable. También se presentan en ruina muchas tejas árabes de la amplia cubierta a tres aguas.
Se le añade en el extremo un amplio cuerpo con una soleada galería en un primer piso, en la que abren altas arcadas de medio punto, dispuesta la terraza sobre un gran arco también de medio punto aposentado sobre la roca.
El portalón principal con arco de medio punto está revestido por grandes dovelas bien cortadas, en la llave se puede descubrir cincelado la fecha de 1690, debajo se aprecia una inscripción de difícil lectura.
Según parece en esta casa nació Joaquim Rei i Esteve en 1775. Abogado, rector, diputado y senador.
Este rector y más tarde presidente de la universidad de Barcelona, ejercería su cátedra durante 25 años. Aliado de los moderados sería elegido diputado de las cortes de Cádiz en 1813, 1820 y 1837-1839 (vicepresidente del Congreso). Sería senador por Barcelona en 1840, y en 1839 y 1842 por las islas Baleares. Presidió la Academia de Jurisprudencia de Cataluña (1840-1841)...
Senderismo desde Mentui
Desde Montcortés enunciaremos algunos circuitos pasando por Mentui, pero desde aquí quizás la más interesante, aunque gran parte se realice por la Vall Fosca (el Pallars Jussá ), es una apreciada y circular propuesta de Wikiloc, recorriendo Senterada, la Pobleta de Bellvei, Mentui, Cabestany, lago de Montcortés, 15 km. de dificultad técnica fácil, 508 m de desnivel positivo que en unas cuatro horas podéis recorrer.
Nos dirigimos hacia el lago
de Montcortés, antes visitaríamos Cabestany y después, situado al otro lado, Montcortés, Ruta 15 (IV).
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Del neolítico a la era del hierro. El culto a los muertos.
Cada vez se van encontrando más testimonios de que desde finales del paleolítico, el homo sapiens establece una estrecha relación entre la vida y la muerte.
El neolítico europeo se sitúa entre el VI y el IV milenio a.n.e. (según la cultura) durando hasta el III milenio a.n.e. Será el período caracterizado por el pulido de la piedra (nueva/piedra) en el que pasando de ser cazadores/recolectores a pastores/recolectores y seguidamente a agricultores/ganaderos. naciendo los primeros poblados y comunidades estables que dejando de ser nómadas desarrollarán el pastoreo, la metalurgia, la cerámica, el telar, los fermentados, el carro…
El modelo de asentamiento cada vez más estable comportará los primeros entierros en cuevas o bajo las primeras viviendas, en posición fetal o extendida, con la cabeza dispuesta en una determinada orientación y acompañados con ajuares funerarios según la época: puñales, anillos, broches, ámbar, collares de conchas o pizarra, espejos de obsidiana, recipientes de cerámica utilizados en vida, etc… Ofrendas que acompañaban al difunto en su viaje hacia el más allá.
Las estructuras megalíticas funerarias europeas más antiguas que se conocen, se levantaron en el sudoeste de la península ibérica hacia el 4800 a.n.e. (dolmen de Alberite, Cádiz), se cree asociada a una primitiva agricultura, pero en Irlanda se descubre un dolmen del 3700 a.n.e. sin ningún vestigio de actividad agrícola en la región y relacionado con tribus cazadores recolectores con sacrificios rituales, canibalismo y cremación. El megalitismo durará en Europa occidental hasta el siglo XIII a.n.e.
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Mapa de los testimonios megalíticos en Europa Occidental. Google Maps. |
También en el Neolítico, pretendiéndose asociado a la primitiva agricultura, surge el culto a la diosa madre o a la señora de los animales, que podríamos identificar como la "señora de la naturaleza" “la Madre Tierra” o la “Pacha Mama” americana, que protegía al ganado, las cosechas y fertilizaba las tierras.
Esta divinidad se solía representar popularmente mediante estatuillas femeninas de arcilla, adquiriendo variantes en cada zona. La piedra y más tarde los metales serán materiales para los privilegiados: sacerdotes, caciques, guerreros… La figura más común será la de una bella joven, una madre embarazada o la de una parturienta.
Se han encontrado también las primeras divinidades masculinas, asociadas a determinados animales, como en el caso de Europa sería muy común la del toro.
Con los dólmenes se inician los entierros colectivos, utilizándolos varias generaciones. Un nuevo modelo de sociedad en el que aparece un sentimiento territorial de pertenencia grupal, más amplio que el del clan familiar. No se aprecia en un principio en los entierros ni un trato ni una disposición diferenciada por edad, sexo o estatus en las inhumaciones.
Ya hablamos en el anterior post de los tipos de monumentos líticos funerarios encontrados en la comarca: menhires, dólmenes simples o cabañas líticas y los sepulcros de corredor, compuestos por pasillo y cámara.
También se descubrió en el Pirineo el modelo de dolmen de galería cubierta, los que no diferencian entre pasillo y cámara, y los crómlechs, formados por varias decenas de menhires distribuidos normalmente en círculo (también existen en forma rectangular).
El más conocido en el mundo es el de Stonehenge (Inglaterra), nos muestra éste, junto con el gigantismo de sus menhires y la extensa actividad funeraria (siendo la última la incineración), el ser un espectacular observatorio astronómico. Recuerdo que será un valor muy importante para el desarrollo de la revolución agrícola el controlar los ciclos temporales de cultivo.
Estamos hablando posiblemente de los primeros templos o recintos sagrados.
Las eras de los metales
En el IV milenio a.n.e. se produciría la expansión de la metalurgia calcolítica balcánica, extendiéndose primero a Grecia continental y desde allí por todo el mediterráneo, penetrando hasta el norte de Europa gracias a las redes de intercambio (de objetos e ideas) existentes desde principios del neolítico, las rutas del ámbar se convertirían en las del cobre (del 3200 al 2200 a.n.e).
Según parece hace 5 milenios los Yamnaya o Yamna, un pueblo trashumante de pastores de ovejas que se extendió durante tres siglos desde Ucrania y Rusia por casi toda Europa, parte de Asia y Oriente Medio, aportando la rueda, el carro transportado por bueyes, la domesticación del caballo (posiblemente fueron los primeros jinetes), la tolerancia de la leche, la ganadería, la blancura de su piel y un lenguaje del que devinieron las lenguas proto-indoeuropeas.
David Reich de la Universidad de Harvard, basado en el análisis del ADN, evidencia de que alrededor del 2.500 a.n.e., en el inicio de la era del bronce los yamnaya habían invadido gran parte de la península ibérica (especialmente la costa levantina) y al cabo de algunas generaciones el ADN del cromosoma “Y” masculino de los invasores había reemplazado por completo al de los hombres locales desde Dinamarca a la península ibérica.
Aunque este veredicto está bajo polémica, no hay duda que hubo un remplazo (se presume a la fuerza) de los hombres y la imposición de los valores gastronómicos y culturales, posiblemente en este sentido el más importante se establece con la muerte.
Yamna significa “hoyo' en relación a los sepulcros donde enterraban en cuclillas a sus muertos. Por lo que se la consideraría la cultura de los sepulcros. No queda clara su relación con la cultura megalítica que parece continuar desarrollándose en la parte sur occidental de Europa.
Acompañará la expansión de la metalurgia del cobre en Europa la cultura del vaso campaniforme. Hay discrepancias sobre su antigüedad, mientras unos en base de los testimonios más antiguos encontrados en el bajo Tajo (Portugal) la sitúan del 2900 al 2500 a.n.e. Otros autores la determinan sobre el 2400 a.n.e., desapareciendo hacia el 1800 a.n.e.
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Extensión de la cultura campaniforme. Google. |
La relativa unidad y gran extensión del vaso campaniforme en el tránsito del III al II milenio a.n.e. se explica por la amplia interacción comercial mantenida por las élites de una sociedad estratificada interesada en adquirir bienes de prestigio, uno de ellos sería el decorado vaso campaniforme.
Un bien de lujo usado en ceremonias sagradas y mundanas, asociado a la bebida (hidromiel y cerveza) su uso estaría unido a pactos, acuerdos, transacciones, transmisión de conocimientos, alianzas matrimoniales, festejos, etc.
Pero también seria utilizado en la fundición del cobre y en casi todas las culturas utilizado especialmente como elementos funerario, incluso serviría de urna en crematorios.
Asociados al vaso se comienzan a manifestar en las tumbas una fuerte estratificación social, marcada en un principio por sus ajuares guerreros: puñales de lengüeta, puntas de flecha, diademas de oro, brazaletes de arquero, botones de hueso, etc. y por supuesto las sofisticadas vasijas.
Por sexo se diferenciará la disposición de los cuerpos: los hombres están recostados sobre su lado izquierdo y con la cabeza orientada hacia el norte, mientras que las mujeres las dirigen hacia el sur y yacen sobre el lado derecho de su cuerpo.
En el sudeste peninsular ibérico se desarrolló la cultura argárica (del 2100 al 1500 a.n.e.), se la considera la primera sociedad urbana del Mediterarràneo occidental, según algunos el primer proto-estado de Europa.
Se caracterizó con una edificación de poblados situados permanentes en áreas de difícil acceso y/o fortificados, casas de planta cuadrada de piedra y adobe, sepulcros individuales en tinajas bajo el suelo de las propias viviendas, aspecto que da credibilidad de ser fruto de grupos culturales orientales asentados por entonces en tierras de Canaán, Siria, Anatolia, Chipre, Creta y Sicilia.
Otro factor que distinguiría la cultura argárica con el resto de grupos humanos en la península, fue la abundancia de armamento militar (bronce) y la progresiva y relevante estratificación social.
La cultura megalítica continuará hasta finales de la edad del bronce, así, alrededor del 1.200 a.n.e., tres siglos después de la misteriosa desaparición argárica, aparecen los Tartessos en el anuncio de la edad del hierro en Oriente medio.
Aunque la incineración de los cuerpos también se practicó desde el neolítico en Europa, no adquiría amplio valor comunal hasta la aparición a final de la edad de Bronce, extendiéndose desde el centro de Europa, de la llamada cultura del campo de urnas (s. XIII al s.VIII a.n.e.).
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Ocupación en la península de los campos de urnas. Mapa de Wordpress. |
En el caso de la península ibérica se extendería directamente por el Pirineo oriental, la costa levantina y la cuenca del Ebro. Su área de influencia se ampliaría por todo el norte y centro peninsular.
En los Pirineos centrales y occidentales también se producirá su influencia, pero según parece no hubo nuevos asentamientos.
Aunque en un principio se pensó en una ocupación violenta, los últimos estudios apuntan que fueron en general, al menos en la península ibérica, de forma pacífica.
Aportaron la aparición de poblados amurallados con calles centrales, una fuerte estratificación social e impulsaron desde finales del bronce el desarrollo del hierro, pero su mayor influencia se expresará en los ritos funerarios, con la incineración del cadáver y la disposición de las cenizas en urnas de cerámica enterradas bajo pequeños túmulos en extensas necrópolis, siendo estas prácticas las que los distinguiría y otorgaría el nombre a la cultura.
Es curioso observar que la cultura del campo de urnas influiría en la cultura talayólica de Mallorca, pero no lo haría en la de Menorca, siendo esta isla la última en conservar los entierros colectivos megalíticos en Europa en sus singulares navetas y talayots.
Los rituales continúan advocados a las fuerzas de la naturaleza y desarrollando ritos propiciatorios para fecundidad de la tierra o dedicados a los astros, al agua, el fuego, etc…es decir, se mantienen prácticamente igual el animismo del neolítico, pero adquieren especial importancia las estrellas y el cosmos, convirtiendo el astro rey en la deidad principal y al fuego en su principal agente purificador.
En el centro de Europa aparecen santuarios y altares dentro de las mismas viviendas. En ellas se observa el aumento de divinidades animales y la proliferación de discos solares (en bronce o en oro) sobre carros tirados por caballos, ciervos o patos.
La figura del carro parece adquirir gran trascendencia mística. Se han descubierto más de una docena de crematorios humanos sobre carros de cuatro ruedas con herrajes de bronce.
Los rituales funerarios, parten de la creencia en la continuidad de la vida después de la muerte y tienen como objetivo el respeto y la despedida de los muertos, así como expresando la importancia de honrar a los difuntos para su protección.
Las ceremonias incluían cantos, danzas y otras formas de expresión artística, incluyéndose el sacrificio de animales… ¿y de humanos?
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