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08 diciembre 2022

RUTA 10 (I) . MONTENARTRÓ. S. Esteve. ROMADRIU. S. Martí. S. Joan vell de l’Erm. S. Joan de l’Erm (nuevo)


La Ruta 10 nos conduce desde Rialp hasta los pueblos de Montenartró y Romadriu, pertenecientes amunicipio de Llavorsí (R 10-I-). Seguidamente volveremos a la municipalidad de Rialp, visitando Roní, Bernui y Port Ainé (R10 -II-). Dedicaremos el paseo después del almuerzo a visitar la capital del municipio: Rialp (R10 -III-).


Se podría invertir el orden, especialmente si tenéis pensado hacer alguna actividad lúdico deportiva en Rialp (también se pueden realizar la mayoría por la tarde), pero recordar que las alturas, en este caso los 2000 m. de Port Ainé, suelen oscurecerse a media tarde.



Partimos de Rialp a las 8:20 de la mañana por la C-13 en dirección a Llavorsí, a un par de kilómetros un cruce a la derecha nos orienta a Port Ainé.


Roní será el primer pueblo que encontraremos. Dejaremos la carretera hacia la cota 2000, para acceder por la izquierda, bordeando el límite oriental del pueblo, hacia Montenartró. La buena carretera asfaltada se acaba igual que el pueblo, dando paso a una estrecha calzada con vasto asfalta que entre barrancos nos conduce hacia allí.



La Ribalera y el río de Santa Magdalena


Nos adentrábamos en La Ribalera, una de las antiguas unidades geográficas del Pallars Sobirà. Forma parte de los términos municipales de Llavorsí y Farrera, haciendo de límite comarcal con Montferrer y Castellbò del “Alt Urgell”.


El río de aguas perennes que lo baña es el Santa Magdalena (también llamado Romadriu).

Nace a 2375 m de altitud, a partir de la unión de los torrentes de la Màniga, de Sabollera, Coll de Finestres i de Conflent. Se adentra a la comarca del “Alt Urgell” bordeando el “Bony Xic” (1757 m) en los valles de Valira.


Besando el santuario de Santa Magdalena de Ribalera el río se convierte en la frontera natural con la comarca del “Alt Urgell”, incorporándose al Pallars Sobirà regando el pueblo de Romadriu (1337 m). A los 1000 msnm hace frontera entre los municipios de Llavorsí y Rialp, desaguando a 778 m. de altitud en el Noguera Pallaresa.


Romadriu y Montenartró, en la actualidad dentro del municipio de Llavorsí, serían mencionados en la consagración de la Catedral de la “Seu d’Urgell”. 


Montenartró y su castillo formó parte del vizcondado de Vilamur, en sus límites estaba el castillo de Romadriu, principal fortaleza de la Ribalera formando parte del Vizcondado de Castellbó.


A finales de la Edad Media estos señoríos se organizaban en una de las subveguerías del Pallars, lo que en siglo XVIII se convertiría en el Corregimiento de Talarm


En 1811, poniendo fin al sistema señorial, los pueblos adquieren municipalidad propia. Montenartró y Romadriu mantendrán ayuntamiento propio hasta 1845, año en el que se dictamina que solo conservarían ayuntamiento los pueblos de más de 30 familias, reuniendo alrededor de 150 habitantes. Como ya hemos ido anunciando, los pueblos que tenían menos tuvieron que agruparse, creándose los actuales municipios y provocando en el Pallars Sobirà la reducción del 72 % de las entidades locales.


En este caso se produjo la unión de seis antiguas juridicciones al municipio de Llavorsí. Algunas consiguieron en 1958, mediante el Decreto del Ministerio de la Gobernación, ser “entidad local menor”, regidas por un alcalde en régimen de pedanía. Más tarde se convertirían en entidades municipales descentralizadas conservando los alcaldes. Montenartró sería una de ellas.


El 1972 se propuso separarse Romadriu del municipio de Llavorsí, para integrarse al municipio de Farrera, pero fue desestimado.


En 1997 se construyeron tres pequeñas centrales hidroeléctricas en el cauce del río de Santa Magdalena: Montenartró, Vallespir y Mal Pas.


Posiblemente las que no están muy contentas con las instalaciones son las truchas, se denuncia desde hace años que los pasos de los peces son deficientes, creándose comunidades aisladas que junto con la disminución de la oxigenación de las aguas, provoca una notable merma de su reproducción.



Nos habíamos internado unos tres kilómetros por la carretera forestal hacia Montenartró, cuando comenzamos a encontrar excrementos de caballo, algunos parecían haberse retirado a los lados, facilitando que las ruedas los sortearan. Recuerdo que el estiércol de caballo es muy valorado en la producción agrícola, por lo que pensé que era posible su posterior recogida.



Llegamos a nuestro primer destino: Monternartró. Dejamos el coche a la entrada del pueblo pasadas las primeras construcciones, en un espacio a la derecha que parecía reservado para ello.




MONTENARTRÓ


Joan Coromines observa la unión de una raíz latina: montà o montanus : montañero o montaña. Junto con una raíz iberovasca: artone, significando arç en catalán o espino blanco en castellano, es decir, espino blanco montañero o montaña de espino blanco.


El diccionario Alcover-Moll propone en base del nombre que aparece en el acta de consagración de la “Seu d’Urgell”: “Montano Ortone”, que el segundo elemento proviene del latín Hortus. Por lo tanto sería: Montaña de huertos o huertos de montaña.


Está situado a 1300 m. en la entrada del Valle de Sta. Magdalena (o de Romadriu), cerca del exuberante bosque de Sant Joan de L’Erm. Lugar en el que se encuentra en ruinas el homónimo santuario al que dedicamos la nota final del post.


Montenartró se organiza en la ladera de la montaña, rodeado de espesos bosques ricos en madera y setas, en la que la caza mayor y menor era abundante, hoy protegida. Por sus aguas las truchas sigue paseándose, aunque las obras hidráulicas han producido un importante descenso de su población. 


Datos históricos


Montenartró y su pequeño castillo (hoy totalmente desaparecido) se le nombra en 1034 y 1060 formando parte del vizcondado de Vilamur.


El vizconde Ramon I de Vilamur, sería derrotado en 1280 en Balaguer, junto con los rebeldes nobles aragoneses y el conde del Pallars Sobirà, teniendo que entregar sus castillos al rey Pere el Gran, siendo uno de ellos Montenartró. En 1284 serían restituidos. 


En 1381, por cuestiones de herencia el vizcondado de Vilamur pasaría a los condes de Cardona. A partir de aquí no se tienen más noticias del castillo, pero sí de su parroquia, que ya en las décimas papales de 1279 aparece como sede del decanato. 


Su ganadería tradicional se basó en cabras, ovejas, mulas y en menor medida ganado vacuno.

La agricultura tradicional se centraba principalmente en la cebada, el centeno y las patatas, disfrutando por los alrededores de amplios y nutridos pastos.


Según parece en 1553, el entonces mencionado “Montavarto”, registraba tan solo 15 habitantes reuniendo tres famílias, sin ningún fuego eclesiástico. Por lo que parece hubo un considerable descenso de la población a finales del medievo, pero no averigüé las causas.


A mediados del siglo XIX agrupaba 20 cabezas de familia, agrupando alrededor de 80 habitantes.


Igual que la mayor parte de los pueblos aislados del Pallars Sobirà, después de la triste y mísera postguerra comenzaría a despoblarse tímidamente, agrupando en la década de los 70 a 40 almas, pero una década después tan solo figuran 13 habitantes, los mismos que agruparía en 2001. En 2003 se duplican y en 2023 figuran 24 censados.


La causa principal de su pequeño crecimiento a principios de este siglo, viene dada por el acondicionamiento de la carretera de acceso por las obras hidráulicas (1996-2002) y la consecuente llegada del turismo.


La fiesta Mayor se celebra el segundo domingo de Octubre.



Montenartró y el contrabando


En 1940 la dramática postguerra determinó en los pueblos vivir en la pobreza y la escasez. Monternartró, con una veintena de casas, se convirtiría en un enclave del llamado contrabando de subsistencia. Muy diferente del contrabando que desde pueblos fronterizos se ejerció en la década de los 60 con la participación de bandas extranjeras, comentado en la nota del post sobre Tor.


Cuando se unían la colla de Montenartró y la de Vilamur (Soriguera) llegaban a agrupar una veintena de personas. Partían cargados con fardos de 25 kg de lana. Caminarían más de ocho horas por la noche equipados con linternas de pilas, pasarían por Sant Joan de l’Erm y en Aós de Civís, utilizando un alto bastón seco de avellano cruzarían el río Aós. Atravesarían la frontera andorrana por Sant Julià de Lòria con el objetivo de vender la lana.


De Montenartó a Andorra. Google Maps


Con la venta adquirían café, azúcar, tabaco (marca Reig) y manteles de lino que compraban capellanes y devotas. Pero también podían traer perfumes, incluso gasolina (garrafas de 20 kg). Se cuenta que uno de los negocios más rentables fue el suministrar a Sort pimienta para elaborar embutidos, algo que en menor o mayor medida en todos los pueblos era imprescindible en la matanza del cerdo (aunque entonces eran pocos los que pudieron conservar alguno).


El riesgo de ser interceptado por la guardia civil era alto, tanto por la pérdida del material (la incautación era un negocio muy rentable para la benemérita) como el fácil gatillo que empleaban frente a la huida dada su impunidad.


Montenartró también se convirtió en el lugar de encuentro de lo que se llamaba medio viaje. La más famosa fue la colla d'Arduix (pueblo fronterizo con Andorra) que después de hacer las compras en el pueblo andorrano de Mas d’Alins, pasarían por el collado d’Arduix, Can Ministrells y Santa Magdalena de Ribalera, por el valle del río homónimo descenderían hasta Montenartró.


Mapa cartográfico del ICGC


Es curioso pensar que en el pueblo existieran dos fondas: Cal Roi y Cal Tatxo, lugares de encuentro con otras collas de contrabandistas que desde aquí partirían cargados con los productos andorranos, una parte la distribuirían por la comarca, pero el viaje en autocar a Barcelona o Lérida era el que aportaba mayor rentabilidad al producto.


Montenartró. Mapa cartográfico del ICGC


En las primeras casas, edificaciones levantadas en el siglo pasado (prácticamente el resto son anteriores al siglo XX), encontraremos l'Abadía”, Refugio de Montenartró

Oferta tres apartamentos, dos para seis personas y uno para cuatro, con una valoración de los usuarios de 9’8 (Google)

Su restaurante con una carta de exquisitos platos caseros me pareció abierto al transeúnte, pero carezco de valoración específica.


Lo que sí podéis es tomaros un refresco mientras accedéis a este punto de información del Parque “Natural de l’Alt Pirineu”, ofreciendo servicio de guías acreditados. También obtendréis información sobre la práctica de deportes de invierno y se pueden adquirir forfaits. Pensar que cercanas se encuentran las pistas de esquí de Port Ainé y las de Sant Joan de l’Erm, un poco más alejadas las de Espot. Aquí os dejo sus propuestas y posibilidades de aventuras deportivas.


Desconozco la razón del nombre, ya que no encontré referencias de ninguna abadía en Montenartró.



El pueblo está muy bien cuidado y limpio, mostrando una armonía constructiva revalorizadora de su tradición.


Las calle central bien empedrada recorre las construcciones situadas a su lado, sin calles que las separen, restauradas las añejas construcciones lucen floridos balcones…



Sant Esteve de Montenartró


La iglesia fue desde la mitad del bajo medievo y buena parte de la edad moderna, sede de uno de los decanatos eclesiásticos en el que estuvo dividido el Pallars Sobirà. Llegó a tener cuarenta parroquias, en las que incluía gran parte de las del “l’Alt Pallars”.


En la nueva distribución del Obispado de Urgell en oficialatos sería integrada en el de Sort.


Pero en 1758 figura incluida, junto a sus sufragáneas Sant Martí de Romadriu y Sant Joan de l’Erm, en el oficialato de la colegiata de Castellbò. En estas fechas se tiene constancia de un renovado encalado interior.


Por el plan parroquial de 1904 sería incorporada nuevamente junto a sus sufragáneas a Sort. En la actualidad depende de la parroquia de Rialp.


El templo románico modernamente reconstruido se sitúa en el noroeste a la entrada del puebloEs de una única y ancha nave, con tejado a dos aguas cubierto de pizarra.


Sobre el piñón de su fachada frontal se levanta la robusta espadaña de dos vanos con arco de medio punto enmarcado el arco con un moderno encalado. Cuelgan dos relucientes campanas de diferente tamaño, protegidas por un robusto tejadillo a dos aguas cubierto de pizarra.



En la fachada principal orientada a poniente se abre la puerta con arco de medio punto y por encima un amplio ojo de buey adovelado el semicírculo superior en hojas de libro.


Se reconstruyó la iglesia tal como era en un principio (de origen románico) en base del designio del pueblo, su inauguración la presidió el Obispo de la “Seu d’Urgell”






















Durante la guerra civil el frente nacional se dispuso en el valle del Noguera, mientras que el ejército republicano combatiría desde las montañas orientales.


En el cementerio fueron enterrados varios soldados que sucumbieron en la batalla del Baladredo, en la que participó la “quinta del biberón”. Ha estado declarado “Espacio de Memoria Histórica” en el marco del frente de guerra de la zona de Biuse.


En Romadriu nos extenderemos un poco más sobre este triste episodio bélico y en la nota final del post siguiente ( R10 -II-) hablaremos del frente republicano de “Costa negre”.



Continuamos ascendiendo por el escalonado descenso de las aguas. Sus bosques cuentan con numerosas fuentes.



El pueblo va ascendiendo circundando la falda de la montaña. Sus pocas pero grandes edificaciones se mezclan con rectangulares muros sin techos. En el extremo volveremos a encontrar modernas edificaciones, guardando también respeto por el modelo tradicional.



























No dejéis de ascender. pasando las últimas casas llegaréis a disponer de una preciosa visión del pueblo circundando la montaña.



Senderismo desde Montenartró


Roble monumental de Montenartró.

A unos tres kilómetros de Montenartró se encuentra este roble (roure en catalán) centenario (algunos le otorgan tres siglos), se mantiene en buen estado (2022) en una fuerte pendiente acompañado por una gran población de pinos. 

Se llega desde Montenartró siguiendo el camino a Sant Joan de l’Erm, a poco más de un Kilómetro encontraremos a la izquierda un cruce bien señalizado hacia este antiguo roble. Ir y volver son unos seis kilómetros que podéis hacer en menos de dos horas.


De Montenartró al santuario en ruinas de Sant Joan vell de l’Erm hay de ida y vuelta unos 10 Km. que podremos recorrer en poco más de un par de horas, con una dificultad técnica fácil. Sus bosques están ocupados por una rica fauna, si somos capaces de ir en silencio se nos mostrará.


El camino que nos lleva a “Sant Joan vell de l’Erm”, fue el paso natural desde tiempos inmemoriales entre el Pallars y l’Alt Urgell, recorrido por generaciones de trashumantes, ganaderos, leñadores, carboneros, contrabandistas…. 

Se recuperó este camino este siglo y señalizado forma parte de la ruta del último líder cátaroEn Tírvia hablamos de Guillem Belibasta y del camino que hizo antes de ser capturado. 


En la actualidad es un  itinerario turístico transfronterizo de 177 Km de gran belleza (tres parques naturales) que entre 9 a 10 días se puede recorrer a pie, a caballo y por casi todo el recorrido en bicicleta de montaña.

La ruta conecta con el “Camí dels Bons Homes” GR 107, pasando por las comarcas del Berguedà, La Cerdanya, Alt Urgell, Pallars Sobirà y Solsonès hasta llegar al departamento francés de l’Arieja.


De las diferentes etapas de la ruta anteriormente mencionada, la de Montenartró a Castellbó  parece ser una de las más espectaculares, necesitaréis cerca de seis horas para recorrer sus poco más de 22 km.


De Montenartró a Romadriu, hay poco más de 5 km, una hora y veinte caminando.


Os dejo esta preciosa propuesta circular de Wikiloc que pasando por Romadriu nos conduce hasta las “Bordes de Roquer”. Quince kilómetros de dificultad técnica moderada. 


Todas ellas son una pequeña muestra de lo que en el Refugio de la Abadía de Montenartró os pueden informar.


Habiendo descendido con la misma pausa con la que subimos, llegamos al aparcamiento.


Comenzamos a descender motorizados hacia Romadriu, volviendo a aparecer los residuos de caballo, aunque éstos parecían más frescos.


Pocos metros después nos topamos, entorpeciéndonos el paso, con un joven potro expresándose inmóvil tan asombrado como nosotros, con paciencia lo sorteamos sin que él se moviera, detrás, los que presumimos eran sus progenitores, atentos observadores de la escena, se apartaron para darnos paso. 


La carretera, al lado del barranco y con empinadas laderas, posiblemente era la única zona plana para alimentarse y por lo tanto el deposito natural de sus residuos.


Pronto marchábamos parejos al río, a nuestra izquierda, bajo la agreste solana del barranco se mostraba un amplio conducto de cemento, supusimos que se trasladaba por él las aguas de las centrales hidroeléctricas. Era el primero que descubríamos exterior.


A un kilómetro de Romadriu y poco antes de llegar a la presa, el camino se mostraba canalizado por altos árboles a cada lado de la calzada, con tal variedad de especies que nos sorprendió, provocando la parada y un corto paseo para observar cipreses, sauces caprunos y blancos, chopos, alisos, encinas, fresnos, abedules, pinos rojos y negros…


 


 


En las inmediaciones descubrimos sobre el río el humilde puente de madera por el que transcurre la milenaria senda hacia Sant Joan vell de l’Erm o a Montenartró.


Nos internamos unos cien metros por el sendero, volviendo a presentarse la variada y frondosa arbolada.


Regresando al puente, nuestros andares se frenaron unos minutos frente al suave canto de sus aguas, tras la carcomida madera del grueso tronco que lo limitaba.


ROMADRIU

Una vez pasado la presa, acompañándonos el río a nuestra derecha, llegamos a Romadriu. Aparcamos a la izquierda, frente a la primera casa del pueblo.


La villa está a 1.348 m. de altitud en el extremo sureste del término municipal de Llavorsí. Ubicada sobre un pequeño plano rocoso rodeado de colinas, en el contrafuerte sur occidental del Roc del Grau y a la derecha del río de Santa Magdalena. La solana, agreste y poco poblada de vegetación, contrasta con el exuberante verdor de la vertiente sombría.


Joan Coromines, en base del topónimo medieval: Riumadriu o Rimadriu, (nombres registrados en documentos antiguos), observa la unión latina de “Riu Madriu (matriz, origen). Es decir, origen río o río madre.





















Un apunte de historia


En 1034 Isarn y su esposa otorgan a su hija Ermengarda y a su marido Arnau Dacó, los castillos de Romadriu, Castellarnau, Serrat y Colomers, junto con las cuatro parroquias correspondientes.


En el testamento publicado en 1050 de Ermengarda lega los castillos a su marido, estableciendo que a la muerte de éste pasarían a sus hijos Ramon, Tedball y Guillem. Este último, siendo arcediano (diácono) de la “Seo d’Urgell, hace donación en 1087 de los castillos a Santa Maria de la Seo de Urgell.


Lo que no sentará demasiado bien a sus hermanos. Tedball de Castellarnau y su hijo Montaner realizarían diversos ataques a los castillos de Romadriu y Colomer. Serían de las pocas confrontaciones que padecerían dichas fortalezas a lo largo de su historia.


Perteneciendo ya la Ribalera al “quarter de Tírvia” del vizcondado de Castellbó, el valle estaría protegido por los castillos legados. Pero en 1519, habiendo perdido su función fronteriza, los castillos (hoy todos desaparecidos) quedan abandonados, incluso sus parroquias se muestran bastante despobladas, siendo cedido el territorio para uso de los vecinos de Tírvia, Burg i Farrera por 6 libras de “quèstia”.


La “quèstia” era un tributo en dinero o en frutos al señor feudal por el uso de sus tierras. Se impuso en 1278, siendo el conde de Foix Roger Bernat III el primero en cobrarla.

En el principado de Andorra permanecería vigente hasta 1993, cobrando en años alternos cada uno de los copríncipes: el Obispo de Urgell y el conde de Foix (más tarde la corona francesa).


No hay mención del censo de 1553, por lo que parece, tal explicamos antes, fue abandonado el pueblo.

A mediados del siglo XIX residían 7 familias, contabilizándose 31 almas.

Con 14 censados entraron en este siglo, en 2023 se registran 12 habitantes, 5 mujeres y 7 hombres.


Romadriu tuvo durante toda la edad moderna hasta el siglo XIX una importante forja, que hoy se conserva en ruinas. La mayor parte del hierro provenía de les Bordes de Conflent.


Sería arrasada en 1907 por el agua y en 1938 nuevamente destrozada, al establecerse tras sus muros uno de los puntos conflictivos del Frente del Pallars en la guerra civil.


Forja de Romadriu. Mapa cartográfico del ICGC


Se rescató el mazo de 500 kg, siendo trasladado a Barcelona para formar parte del martinete construido en los jardines de la Escuela Superior de Ingenieros industriales. 


La Fiesta Mayor se celebra el primer fin de semana de julio.


El pueblo no dispone de calles entre las casas, éstas se disponen dispersas a lo largo del camino de tierra que lo cruza. Llegamos a la iglesia de Sant Martí de Romadriu.


Sant Martí de Romadriu


El castillo de Romadriu tal comentamos sería citado en varios documentos entre el siglo XI y XIIIpero no sería hasta 1314 que se tendrían noticias de su iglesia, al ser visitada por los delegados del arzobispado de Tarragona.


En el siglo XVI, con la nueva división en oficialados, Sant Martí de Romadriu (o Riumadriu) se integró al de Sort.


En 1758 se cuenta que en la visita pastoral se dictaminó reparar el coro y la sacristía, además de levantar el campanario 15 palmos ( 3’75 m). Pero se desconoce si se hizo. Entonces era sufragània de Sant Esteve de Montenartró (en la ofícialado de la colegiata de Castellbò).


En ningún lugar encontré el momento en el que la primitiva iglesia fue sustituida por la pequeña iglesia que con sus piedras se levantó en su interior. Mantiene el humilde modelo de construcción románica.


El templo es de una sola nave de planta rectangular con la cabecera poligonal orientada hacia levante, la puerta es de arco ligeramente rebajado rodeada por un marco blanco de cal, que empieza a estar desgastado y nos permite apreciar su dovelado en hojas de libro. La mampostería es de piedra pizarrosa sin desbastar.


Lo cubre un tejado a dos aguas revestido de pizarrra. Sobre el piñón del tejado encarado a poniente se levanta una espadaña de un vano con arco de medio punto, protegido por un tejadillo a dos aguas. 


Carece hoy de campana y por el cimentado parece haber tenido una moderna restauración, que en este caso rompe con la imagen global de su mampostería vista.



En la fachada de la iglesia se recuerda, igual que en Montenartró, los caídos en la batalla de Baladredo enterrados en su cementerio.


Durante la guerra civil, Romadriu se convertiría en un punto de soporte logístico y de aprovisionamiento. Estaba en el camino de ascenso a las Bordas de Roquer y de allí a las Bordes de Cabrils, lugar en el que se establecía el campamento próximo a la línea del frente republicano.

Después de la cruenta batalla de Baladredo por la ocupación de Llavorsí (julio de 1938), el pueblo se convertirá en un hospital de campaña, dando acogida y cura a más de 200 heridos.


La batalla produjo la muerte de numerosos jóvenes de la llamada quinta del biberón. Una de las tantas barbaridades que trajo la guerra.


Continuamos descendiendo hacia las dos últimas ocupadas casas. 


Descubrimos la única zona con una pequeña producción agrícola.


 


Muy cerca y por debajo, el río transitaba poco caudaloso y tranquilo regando la espesa ribera arbustiva.



Encontramos un pequeño “com” de madera. Si hago hincapié en ello, es por la rapidez que va desapareciendo su presencia en la comarca (recuerdo la pérdida del gran “com” de Isil).
















Continuaríamos ascendiendo, hasta sentarnos un rato para contemplar una elevada y fina cola de caballo puliendo la roca.


Al otro lado, en la ladera verde del barrancose pueden apreciar como el bosque se va apoderando de los abandonados espacios de cultivo y pasturas que durante siglos utilizó el hombre.

Pocos minutos después descenderíamos hasta el lugar en el que aparcamos, aunque esta vez nos internaríamos por las escaleras de la derecha, adquiriendo una nueva perspectiva de las cuatro casas que en pie encontramos.


Senderismo desde Romadriu
Desde Romadriu en dirección sureste y a unos 200 metros encontraremos la fuente de la Escopeta

En esa dirección caminaremos una hora y media hacia el Refugio de la Basseta (Sant Joan de l’Erm) y otra hora más necesitaremos si queremos llegar a las Bordes de Roquer.

Wikiloc nos muestra una propuesta circular pasando por el viejo y el nuevo Sant Joan vell de L’Erm. 15 Km. de dificultad técnica moderada, necesitando tres horas y media de marcha.

Os dejo también esta propuesta de ida desde Romadriu a las Bordes de Roquer
En dirección contraria nos orientaremos hacia Montenartró, Biuse y Llavorsí, unos 15 km que en poco menos de cinco horas podéis recorrer.

Más corta y fácil es la propuesta circular de Romadriu a Montenartró de Wikiloc, de unos 10 km, que podéis hacer en tres horas de marcha.

A mediados de la anterior década se rehabilitó el antiguo camino que conducía de Romadriu a las Bordes de Tressó, 7 km. que podéis hacer en un par de horas con una dificultad técnica moderada.

Mucho más interesante para expertos senderistas os puede resultar la propuesta circular a las Bordes de Tressó, en este caso partiendo del Refugio de la Basseta, pero que podéis adaptar desde Romadriu, los que la han seguido la valoran excepcional. Sus 23 Km de dificultad técnica difícil y sus más de siete horas de tránsito, no la hacen apta para todas las piernas.
 

   Habiendo retomado la marcha motorizada, a unos dos kilómetros volveríamos a cruzarnos con la familia equina, en esta ocasión todos se apartaron sin prisas pero sin pausas.



Mientras nos alejábamos en tranquila marcha, no dejamos de contemplar en su inclinado bosque el lamer del agua.



Eran las 10:30 cuando dejamos el municipio de Llavorsí para incorporarnos al pueblo más oriental del municipio de Rialp: Roní, visitando seguidamente Port Ainé y Beraní, Ruta 10 (II).


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Sant Joan de l’Erm, “vell y nou”. 


La tradición ubica el santuario desde finales del siglo XII, con la leyenda de que Arnau vizconde de Castellbó trajo en 1208 el santo grial a Sant Joan de l’Erm, custodiado hasta entonces en Besiers. 


Pero la primera mención escrita de su existencia no será hasta 1516, en el que se asocia el templo advocado a Sant Joan Bautista a un hospicio que durante siglos mantendría la función de hospital y hospedaje.


El santuario disponía también de carnicería, horno de pan, bodega, establo, pajar y estaba rodeado de prados y huertos.


Se sabe que el santuario estuvo administrado desde el siglo XVIII por un “cabiscol” de la colegiata de Castellbó.


Un “cabiscol” era el responsable de la enseñanza en los monasterios y catedrales durante la Edad Media. Hasta el siglo XX su función práctica era la organización de la escuela y la de administrar bienes. A partir de entonces se han integrado en la enseñanza directa de humanidades y canto.


De una forma u otra, el templo que llega al siglo XX no parece mostrar un legado románico, pero incluso los dos registros gráficos de principios de siglo XX que presenta la wikipedia son diferentes, en una fotografía realizada en la primera década, cuenta el santuario con una hermosa torre campanario con segundo cuerpo ochavado. La otra, editada en forma de postal sin conocerse la fecha, muestra una robusta espadaña de dos ojos sobre el centrado piñón de la cumbrera a dos aguas.

Santuario viejo de S. Joan de l’Erm. Fuente: Geografía General de Cat. Fot. Juli Vintró i Casallachs (1863-1911)

Postal principios S. XX de S. Joan vell de l’Erm. Wikipedia.

A principios del siglo XX la visita al santuario se puso de moda entre la clase alta Barcelonesa. 

El santuario se mantuvo en pie hasta 1935, en diciembre de ese año las llamas presuntamente provocadas hicieron presa del santuario y del hospicio. El estado ruinoso se amplificaría al recibir las consecuencias de la guerra, al estar situado en un enclave que se convertiría en estratégico para los dos bandos.


Ruinas de Sant Joan vell de l’Erm.  Fotog. Jordi Contijoch Boada


Abandonada, se trasladada su advocación a un nuevo Sant Joan de L’Erm, situado a 5 km. en el llano de la Basseta, a 300 m del collado homónimo, en el que se encuentra el refugio de la Basseta (80 plazas y abierto todo el año) que acompaña desde la década de los 70 a la estación de esquí.


Los pallareses observaron con tristeza la pérdida, dado que la nueva ubicación se estableció en territorio del “Alt Urgell”.


El moderno edificio inaugurado en 1959, es obra del arquitecto Isidro Puig Boada, discípulo, estudioso y divulgador de la obra de Gaudí, que a partir de la década de los 50 abandonará las construcciones noucentistas que lo caracterizaban, para imprimir con humilde sobriedad y elegancia detalles inspirados en el maestro, siendo este templo el primero de su nueva etapa, dejará  testimonio de su obra en el Pallars Sobirà en el pueblo de Pujalt (Badiu de Sort).


Parte de la arquitectura tradicional cuenta con paredes de piedra pizarrosa y bloques de granito en los ángulos laterales del edificio. El presbiterio, más estrecho que la nave, se une mediante un arco de sección parabólica.


Lo cubre un tejado a dos aguas, desde el que se eleva en la parte posterior un bello campanario triangular, haciendo juego con los dinteles que coronan puerta y ventanas frontales encaradas a poniente. Un bonito óculo sobre la puerta completa la amplia entrada de luz.


La fiesta Mayor se celebra el 28 y 29 de agosto

El 24 de junio, San Juan, se realiza un encuentro sardanista.


La espesa mata boscosa de coníferas de Sant Joan de l’Erm es conocida desde la Edad Media. Según parece nutrió de madera gran parte de la flota catalana. 


Durante el siglo XIII los cátaros, al auspicio de los señores del Vizcondado de Castellbó, se asentaron en la villa homónima. Pero pocas décadas después tendrían que huir, internándose en estos espesos bosques en los que de forma anónima y aislada sobrevivirían a la inquisición.


En la actualidad, el sobreexplotado bosque está  carente de abetos centenarios, considerándose su arbolada en proceso de regeneración, pero la elevada altura de sus abetos y una frondosidad de sus bosques en la que se esconde gran variedad de fauna, convierten ya hoy su exploración en espectacular.


Os dejo esta propuesta de Rutespirineus desde el refugio de la Basseta, visitando el nuevo y viejo santuario. Unos 10 Km de dificultad media necesitando unas tres horas de marcha.



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